INTERNACIONAL
EL PAÍS.
La oposición peronista empieza a fracturarse
en Argentina
Un grupo de 12 diputados rompe con el kirchnerismo en pleno
debate por la sucesión de Cristina Kirchner11:44 CET
Toda historia de peronistas tiene un protagonista principal: el traidor. El
movimiento que ha protagonizado la política argentina en los últimos 70
años es una historia constante de giros ideológicos, luchas descarnadas de
poder, persecuciones, exilios, pero sobre todo de traiciones. Es algo tan
natural dentro del peronismo que se suelen perdonar sin problemas, y lo que
hoy parecen enemigos irreconciliables vuelven a ser aliados si la lucha por el
poder así lo aconseja.
La enésima historia de traición tiene un protagonista y
una consecuencia política muy importante para Argentina. El protagonista
es Diego Bossio, quien fuera uno de los más cercanos de Cristina Fernández
de Kirchner, que le dio un enorme poder como jefe de la ANSES, la seguridad
social argentina. Desde allí se maneja una poderosa caja y se asciende rápido en política.
Jefe de la ANSES fue Sergio Massa, que también
fue en su momento otro peronista traidor y rompió con los Kirchner y como
candidato presidencial logró el 20% en las últimas elecciones.
Bossio, cuyos retratos con una Cristina sonriente aún están en los
alrededores de Buenos Aires, ha reunido a 12 diputados peronistas para
crear un grupo propio y romper con el kirchnerismo. En el trasfondo está la
batalla interna dentro del peronismo por la sucesión de Cristina Fernández
de Kirchner, a la que algunos siguen considerando la líder indiscutible por el
apoyo social que conserva –se marchó del poder con miles de personas
aclamándola en la plaza de Mayo- y otros ven como una rémora de la que
hay que alejarse para pensar algún día en recuperar el poder que ahora tiene
el liberal Mauricio Macri.
El presidente es precisamente el más beneficiado de esta novedad política.
Bossio y los otros diputados díscolos, en línea con algunos gobernadores
importantes como Juan Manuel Urtubey, de Salta, no comparten la idea del
kirchnerismo de hacer una oposición durísima a Macri, con manifestaciones
constantes en las calles y rechazo de cualquiera de sus reformas. La idea
que tiene Bossio y otros dirigentes es que Macri ahora es un presidente que
tiene una alta valoración en las encuestas, mejor que el día en que ganó,
como suele suceder en el arranque de los mandatos, y no es momento para
hacer una oposición frontal sino para colaborar en algunas medidas
razonables y oponerse a otras a la espera de un momento mejor para tratar
de deteriorarlo.
No hay un trasfondo ideológico en esta batalla sino estratégico, se discute
cuál es la mejor manera de volver al poder y sobre todo quien será el líder de
la oposición en Argentina, un puesto que tiene varios candidatos dentro del
peronismo, incluida la propia Cristina Fernández de Kirchner. La
expresidenta sigue todos los acontecimientos desde su mansión en El
Calafate pero según todos los indicios prepara su regreso triunfal a Buenos
Aires para recuperar su influencia. Ella no es diputada ni senadora, no tiene
ningún cargo público, pero aún controla muchos parlamentarios que esperan
5/2/2016 instrucciones suyas.
El asunto es clave porque Macri está en minoría tanto en el Congreso como
especialmente en el Senado.
Los problemas que puede tener para sacar
adelante leyes y por ejemplo para aprobar cualquier acuerdo que haga con
los fondos buitre son un asunto central de la política argentina y que miran
con lupa los inversores internacionales. Por eso Macri viajó al foro de Davos
con el peronista disidente Sergio Massa, a quien él querría como jefe de la
oposición. Así ambos daban la imagen de que en Argentina gobierno y
oposición están de acuerdo en algunas líneas básicas de política económica
y Macri podrá aprobar sus reformas.
Pero el gran problema para el presidente argentino, que ganó las elecciones
por un estrecho margen de menos de tres puntos, es el kirchnerismo, que
está movilizando a sus militantes y a los miles de despedidos de la
administración –el Gobierno confirma 6.200 y la oposición habla de 50.000-
para mover las calles contra Macri. Y la clave son los números: con estos 12
diputados el macrismo seguiría en minoría pero ya no tendría el problema de
que si se retiran todos los diputados kirchneristas no puede aprobar nada
por falta de quórum.
Los kirchneristas se mostraron indignados. Juliana Di Tullio, que en la
anterior legislatura lideraba el bloque kirchnerista, fue clara: "Hay 12
compañeros, aunque es una palabra difícil de decir, encabezados por Bossio
que decidieron irse del bloque. Si estos ex compañeros le dan la posibilidad a
Macri de tener quórum es una mala noticia para el pueblo argentino. No me
parece bueno lo que pasó para quienes representamos el 49% que no votó a
este Gobierno”, remató para aclarar que su grupo aún sigue siendo la
primera fuerza. "Somos 107 menos 12, es fácil de calcular", señaló.
La diputada Teresa García fue rotunda. "Es un traidor a todos los
compañeros y los funcionarios que lo hemos apoyado a lo largo de
muchísimos años, cuando tuvo pedidos de informes en la Cámara, cuando
fue cercado por llevar adelante estas políticas. Es un traidor a los conceptos
5/2/2016 . Y ADEMÁS... El mayor caso de
corrupción del PP
está por venir
(Y esta pequeña escisión es una muestra de que el trabajo para
dividir a la oposición del equipo de Macri, en especial de Emilio Monzó, un
político experimentado que viene del peronismo y preside el Congreso, está
dando frutos.
Ideas para recuperar el presente y el futuro de Venezuela por Alfredo Coronil Hartmann /// "Este no es un momento de componendas sino de barrer la escoria y exigir cuentas. El daño ha sido muy profundo y hecho a propósito." Enrique Aristigueta Gramcko
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