TESTIMONIO DE DUELO.
Hoy, cuando me sentí en condiciones de acudir, al temible encuentro de mi computadora, ante la cual trabajo durante jornadas que, no contemplan fines de semana, días feriados ni vacaciones, tropecé con un corto y dolorido mensaje de Luis Alberto Machado Sanz, las pocas líneas traían la noticia de la muerte de su padre, un hombre a quien mucho quiero y mucho debo.
No me siento en condiciones de elaborar un artículo en su homenaje. Pero quiero dejar el testimonio de mi voluntad de no renunciar a su presencia, siempre portadora de ideas, esperanzados mensajes, fe indoblegable y cálido afecto.
Al calor de una relación de trabajo, casi directa, fuí Director de la Radio Nacional de Venezuela, integrada a la OCI -Oficina Central de Información, de la presidencia de la República- y Luis Alberto era el Secretario General ( hoy ministro de la Secretaría) del presidente Rafael Caldera. El trato casi cotidiano muy pronto dio paso a una clara amistad, prohijada por múltiples y afines sensibilidades, la poesía, la Historia, la política, la literatura, una compartida fe religiosa, el amor por Venezuela y su democracia, la asepsia como única forma de administrar dineros públicos. En este último punto, debo reconocer que me tuvo paciencia, ante cierta inflexibilidad, poco realista de mi parte, para tomar atajos necesarios para cumplir las tareas. Siempre me apoyó, de frente, lealmente...
Hoy continuaré rezando por la salud de su Alma inmortal y por el bienestar de su esposa e hijos, con hondo cariño
Alfredo Coronil Hartmann
Itaca 23 de febrero de 2016.
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