EL 17-02-1966, HACE 50 AÑOS: UN
ACUERDO PARA ACUERDOS.
G/D. Oswaldo Sujú Raffo. (IDEFV)
La determinación de Venezuela de demostrarle a Inglaterra y
por ende al mundo sobre el cruel despojo de su Guayana Esequiba, en un viciado
y nulo Laudo Arbitral de París en 1899 y que, además fue consecuencia de una
componenda de potencias mundiales (Inglaterra y Rusia vs EE.UU) como un aborto
jurídico del ilegal Tratado de Washington de 1897; ello motivó hace 50 años que
la altiva Inglaterra; abrumada por la inmensa cantidad de pruebas documentales,
históricas, jurídicas, geográficas e incluso cartas personales de juristas cómplices;
se sentara por vez primera con jueces venezolanos y aceptara la contención de
Venezuela sobre la nulidad del Laudo de Paris.
Desde el Siglo XIX y el XX se logró con grandes esfuerzos,
fortalecer con ineludibles pruebas lo que sería nuestra irrenunciable posición
reivindicadora. En los años 1822 al 1843 se destacan con apasionado afán
patriótico, el Dr. Alejo Fortíque en Londres y el Dr. José Maria Baralt en
Madrid, con las carencias y limitaciones de todo tipo. Luego en los años 1961
al 1966 se destacan en los gobiernos de Rómulo Betancourt y Raúl Leoni, los
juristas Dr. Carlos Sosa Rodríguez, Dr. Marcos Falcón Briceño y el Dr. Ignacio
Iribarren Borges este último Canciller de Venezuela para la firma del Acuerdo.
El 17 de Febrero de 1966, Venezuela y la Gran Bretaña,
incluyendo (¿?) al Premier de la colonia Guayana Británica firman en Ginebra el
Acuerdo para “acuerdos” cuya finalidad es buscar soluciones satisfactorias,
para el arreglo práctico de la controversia territorial; el 13 de Abril se
ratifica ese convenio. Este hecho histórico tiene un gran significado para
Venezuela pues acaba con lo invulnerable del Laudo de París de 1899 y termina
con la presunción de “cosa juzgada” lo que permite reabrir el caso y sin lugar
a dudas es un triunfo para nuestra Cancillería.
Soy de los que opino que hubo
mucha lenidad y generosidad por Venezuela, al aceptar la presencia de la
Colonia inglesa como firmante y luego reconocer la nueva República de Guyana y
su ingreso a la O.E.A sin dejar constancias, ante los Altos Tribunales
Internacionales de la formal reserva de esas decisiones. Reconozco que privó la bandera de acabar con vestigios del
colonialismo en América y esa buena fé nunca ha sido reconocida por nuestros
vecinos.
Guyana nunca dio demostraciones de cumplir con el leitmotiv del Acuerdo para acuerdos desde su inicio. El cumplimiento del trabajo para las
Comisiones Mixtas, siempre fue saboteado por Guyana de tal manera que pasaron 4
años y nada se acordó positivamente. Inglaterra se sacudió pronto del asunto y
dejó a Guyana frente a Venezuela y eso hoy es una imagen contraria a lo original: Un país
grande y poderoso (Venezuela) contra un país chico y pobre (Guyana)…El Acuerdo
de Ginebra, según renombrados juristas (Ejem: Dr. René de Sola) dilataba de
manera inútil la reclamación venezolana y además nuestra futura cooperación
económica con Guyana, debía ser condicionada en la medida que el nuevo Estado
haga reconocimiento de nuestros legítimos derechos, en el territorio usurpado
por el imperialismo inglés.
Los errores políticos cometidos por Venezuela, desde la fecha
del Acuerdo de Ginebra, para acuerdos que hoy no se cumplen, nos muestran una
Guyana agresiva, insolente y con un gran aprovechamiento de las oportunidades.
El desconocimiento de jurisprudencias internacionales, de decisiones de la
O.N.U, de la O.E.A y otros organismos mundiales demuestran su poco sentido de la
amistad y generosidad recibido desde hace 50 años desde Venezuela.
La invasión
a priori de nuestro territorio, por múltiples empresas foráneas, la depredación
y contaminación del ambiente, el genocidio de nuestras etnias allí residentes,
la grosera e ilegal exploración petrolera, de minerales estratégicos, de oro y
diamantes y la destrucción forestal de grandes extensiones de una tierra
venezolana inerme y sin dolientes, entregada a la voracidad de Guyana y sus
cómplices, nos recuerdan que la amistad entre Estados no existe sino sus
propios intereses…
El Acuerdo de Ginebra de 1966, seguirá vigente hasta que se
logre un acuerdo entre ambos países, será por la buenas o de otra forma… Lo
cierto es que no debemos permanecer indiferentes ante lo que allí sucede cada
día. Nuestro espacio marítimo al Este es de 175.000 kms 2 y no 15.000 kms2 como
pretende Guyana. Nuestro límite al Este llega hasta la divisoria de aguas en el
delta del río Esequibo, como lo contempla el Decreto 1.152 de 1968 del DR.
Leoni, que es Ley de la República. Compatriotas nunca permitamos que el interés
ideológico político esté por encima del interés nacional de esta Venezuela que
es tuya, mía y nuestra. La Patria es primero.
Hasta luego!!
idefvsoberania@gmail.com
G/D. Oswaldo Suju Raffo |
No hay comentarios:
Publicar un comentario