opinión
¡Prisioneros políticos no, secuestrados¡
8 Febrero, 2016
Mucha sangre, sudor y lágrimas se ahorraría Venezuela si la dirigencia demócrata nacional que nos ha tocado en suerte tomara la decisión de llamar las cosas por su nombre.
Desde el 11 de abril de 2002, inicio formal de esta dictadura socialista, comenzó también la aplicación de una muy conocida tesis: ¨La cohabitación ¨, por parte de una dirigencia demócrata nacional que llamada a confrontar y liberar a Venezuela de una tiranía gobernante peor que la anterior liderada por el general Marcos Pérez Jiménez; pero que en base a la mentada teoría solo ha perseguido ¨convivir¨ con el régimen, conforme a las reglas de juego que este le señale, ello –suponemos- hasta que su eventual inviabilidad posibiliten su fin. Bajo ese esquema de ¨trabajo¨ perdimos 14 años.
Ahora bien, por sobre la tragedia implícita en estos años bajo socialismo, con pérdidas humanas y materiales solo concebibles en tiempos de guerra mundial, se impone la necesidad de acabar con este horror en términos perentorios, antes que la miseria de Venezuela alcance magnitud superior. Esta verdad, imposible de ocultar por la fuerza de sus efectos, pareciera aún difícil de internalizar por parte de nuestra dirigencia demócrata nacional hoy representada en la bancada de la MUD, visto su actual accionar.
Decimos lo anterior en virtud del mes transcurrido contado a partir del 5 de enero, con la juramentación de nuestros 112 diputados demócratas, todo un mes, que a la fecha presente sólo tiene como dato sorpresa la desincorporación ¨consciente y voluntaria¨ de 3 de esos parlamentarios, ello a objeto de ¨merecer¨ el reconocimiento institucional de los restantes órganos del Poder Público Nacional, todos bajo posesión del PSUV; pues de resto, absolutamente nada ha cambiado en medio de esta guerra de exterminio que nos declaró el socialismo.
Incluso ya resulta evidente que nuestros 78 héroes demócratas, secuestrados por la dictadura socialista en virtud de su valiente resistencia constitucional, no verán la libertad mientras el usurpador Nicolás domine en Miraflores, prevalido como está de su Poder Judicial en específico su Sala Constitucional.
Ante ello no queda más que jugar nuestras cartas, a saber: Activar la salida constitucional de la dictadura gobernante, a la brevedad posible, con base en la mayoría súper-calificada con la que aún cuenta nuestra bancada demócrata, salida que entendemos será la Enmienda Constitucional.
Por ende, llegó la hora de llamar las cosas por su nombre, sin temer ni ofender. Que el mundo entero comprenda a cabalidad la naturaleza del régimen que mantiene secuestrado no solo a aquellos 78 valientes, sino además a todo un pueblo que por vía constitucional trabaja con denuedo por restaurar la democracia, contando para ello con un líder insigne, Leopoldo López, llamado ha constituirse en el primer civil venezolano proclamado Presidente de la República durante su secuestro en una cárcel militar, pero igual ¡Ni Un Paso Atrás¡
Ora y labora
Etiquetas: Ronny Padrón
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