Sanders, la revolución capitalista
por: Juan Claudio Lechín*
El candidato demócrata norteamericano Bernie Sanders es un viejito socialistón que propone subir el salario mínimo, regular a las sanguijuelas de Wall Street y cobrar impuestos a las apoltronadas transnacionales. Los liberales de toda laya lo consideran un freno a la inversión y, salvo en Estados Unidos, tienen razón. En el resto del mundo añoramos el ayer y esto o cualquier cosa desalienta el capitalismo. Existe el dogma de que el capitalismo es de construcción frágil cuando es una inevitable tendencia de la historia, fundamentada en el cambio radical de mentalidades.
El pasado tuvo a la ira como íntimo ADN movilizador. Desde Nabucodonosor hasta los caudillos comunistoides del siglo XXI, el héroe, un ser iracundo, fue la figura paradigmática de un largo sistema basado en la guerra. Marx acertó al señalar que ESA historia estaba parida por la violencia. El capitalismo, en cambio, está estimulado por otra ferocidad humana, total y diametralmente distinta: la avaricia. El capitalismo no es un sistema de ricos. El rico es el resultado de la ecuación de la avaricia. Estados Unidos está pesado por andar empollando el resultado de la ecuación: los ricos existentes; y no está promoviendo la ecuación dinámica del capitalismo que es la creación de ricos.
Cuando Sanders propone bombear el dinero a la calle, vía aumentar sueldos e impuestos a las transnacionales, la avaricia movilizará el sistema desde abajo, revolucionándolo.
El capitalismo tiene menos de 250 años de existencia. Es un sistema joven y en gestación. Faltan muchos cambios que aún no imaginamos. Pero hoy, en la avara e industriosa Norteamérica, la propuesta de Sanders podrían revolucionar (dinamizar) el sistema. Es lo único novedoso. Los demás candidatos plantean diferentes maneras de estar en el pasado.
Juan Claudio Lechin
Trabaja como estratega político, asesor de campañas y en diseño de proyectos políticos. Desde el 2006 al 2009 ha investigado sistemáticamente la relación entre fascismo, comunismo y el socialismo del siglo XXI, publicando su primer ensayo sobre este tema, Las máscaras del fascismo - 2010. Con su novela La gula del picaflor ganó el premio Alfaguara 2003 de novela (Bolivia) que quedó finalista en el Rómulo Gallegos 2005 (Venezuela). Fue traducida al portugués.
Juan Claudio ha sido articulista de El Comercio (Perú), Clarín (Argentina), El Nacional y Tal Cuál (Venezuela) y La Razón (Bolivia).
Ha sido fellow en el Rockefeller Bellagio Center en Italia (junio-julio, 2011), y en Veracruz, México (octubre - diciembre, 2009) otorgado por el FONCA, gobierno mexicano.
Ha sido catedrático de literatura, guión cinematográfico y economía. Pero además ha gerentado empresas industriales.
150 E 57th St. Suite 21 D
New York NY 10022
USA
* Juan Claudio Lechín Weise, nació el 27 de marzo de 1956, en Cochabamba, Bolivia. Es estratega político, escribe literatura y pensamiento político. Estudió en los colegios Mariscal Braun (Bolivia), Scuola Tedesca (Italia), Alexander von Humboldt (Perú) y Santa Mónica (Venezuela), de donde salió bachiller. Estudió en distintas universidades: Santa María y Católica (Caracas), Ricardo Palma (Lima), Mayor de San Andrés (La Paz), pero se licenció en economía con honores Cum Laude en la Universidad de Boston, EE. UU. (1984).
Trabaja como estratega político, asesor de campañas y en diseño de proyectos políticos. Desde el 2006 al 2009 ha investigado sistemáticamente la relación entre fascismo, comunismo y el socialismo del siglo XXI, publicando su primer ensayo sobre este tema, Las máscaras del fascismo - 2010. Con su novela La gula del picaflor ganó el premio Alfaguara 2003 de novela (Bolivia) que quedó finalista en el Rómulo Gallegos 2005 (Venezuela). Fue traducida al portugués.
Juan Claudio ha sido articulista de El Comercio (Perú), Clarín (Argentina), El Nacional y Tal Cuál (Venezuela) y La Razón (Bolivia).
Ha sido fellow en el Rockefeller Bellagio Center en Italia (junio-julio, 2011), y en Veracruz, México (octubre - diciembre, 2009) otorgado por el FONCA, gobierno mexicano.
Ha sido catedrático de literatura, guión cinematográfico y economía. Pero además ha gerentado empresas industriales.
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