IMPOSIBLE PERDER MÁS TIEMPO
por: Oswaldo
Álvarez Paz
Venezuela entera está convencida de la necesidad de un cambio radical,
profundo y urgente, que revierta hacia lo positivo las negativas realidades del
presente. Me refiero a todos los venezolanos. A los que giran alrededor de la
alternativa democrática y los partidos que integran la MUD, también al
ciudadano común que no vive de la política, ni de los partidos, sino de su
esfuerzo personal y familiar para mantener en alto la dignidad que merecen y,
por supuesto, a los millones de decepcionados compatriotas que ahora señalan a
sus ídolos de pocos años atrás, como los responsables de la destrucción del
país.
El problema
se dramatiza porque el tiempo avanza y todos los terribles anuncios con
relación al año que se inicia se hacen realidad. Los males del país está sobre
diagnosticados y las posibles soluciones son conocidas, repetidas en infinidad
de ocasiones por expertos en cada una de las actividades nacionales. Pero
seguimos perdiendo un tiempo valioso que quizás no se mantenga demasiado.
La primera
gran conclusión es que no hay solución posible mientras se mantenga el poder en
manos de eso que llaman el alto gobierno cívico-militar de la revolución
encabezada por la dupla Maduro-Cabello.
Si estos personajes conservaran una
mínima dosis de dignidad y decencia, facilitarían el camino hacia el cambio
renunciando a sus responsabilidades actuales para que se instale una etapa de
transición para la reconstrucción institucional y ética del país.
Han
desperdiciado todas las oportunidades de rectificación y siguen empeñados en
profundizar los errores y violentar una situación de peligrosa confrontación
que, de continuar, arrasará con cualquier signo del reciente pasado chavista,
socialista a la cubana.
Nicolás
Maduro debe renunciar antes de que la Asamblea Nacional accione la vía
constitucional más rápida y práctica, para obligarlo a irse. No puede ni debe
continuar. Nadie tiene derecho a jugar con el país como lo está haciendo este
señor.
Más allá de la falta de legitimidad relativa a su designación como
cabeza del poder ejecutivo, no ha cumplido con ninguna de las obligaciones, de
los deberes expresamente señalados en la Constitución. ¿De qué cosa se ocupa?
¿Hasta dónde estirará la cuerda para mantenerse en el poder como sea?
La Asamblea
Nacional está cumpliendo con su deber. Es depositaria de la confianza, de la fe
y de la esperanza de Venezuela. Esperamos que profundice el acertado camino que
transita hacia el cambio necesario. La Fuerza Armada Nacional se mantiene en
una especie de expectativa vigilante, con idéntica fe en el destino superior
que merecemos.
@osalpaz
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