El coronel sí tiene quien le escriba
“La iglesia, da gracias por todas las mujeres y por cada una: por las madres, las hermanas, las esposas”…
“Por todas ellas, tal como asumen, juntamente con el hombre, la responsabilidad común por el destino de la humanidad…
“Carta apostólica, San Juan Pablo II. 15 de agosto de 1988”
Este Coronel, la negación en persona de todo lo que es un militar profesional y honorable si tiene quien le escriba: yo, y como yo miles y miles de internautas con mensajes de protesta y condenación en un tsunami viral, en las redes, creo que imparable. No sé a qué arma pertenece el coronel, si es de tierra, mar o aire o tal vez y, sería lamentable, pertenece a la Guardia Nacional de Venezuela, la que reitera con orgullo en todo acto, escrito o documento que “El honor es su divisa”. Este coronel es, urbi et orbi, un insulto y un deshonor para cualquier y todo militar digno y auténtico.
Le deben ya retumbar en sus oídos las palabras… “Apártate maldito de mi padre… tuve hambre… tuve sed, estuve enfermo” pero Leopoldo sigue preso porque buscó la libertad y por ello fue perseguido, enjuiciado y condenado, contra todo derecho, norma y convención y “el coronel” además se ensañó con su familia: esposa, madre y nietos.
Me pregunto, ¿de donde salió este coronel perverso?: ¿no tuvo madre? ¿ni esposa? ¿ni hijos? ¿ni abuelos? brotó por generación espontánea? y ¿ renegó de todas las mujeres y niños de su familia ?. Vayan para Antonieta y Lilian, los menores Manuela y Leopoldo Santiago, con mi agradecimiento y admiración mis mejores deseos.
Pido a Dios que dé a las dos valientes familias, fuerza y consuelo en estos dolorosos tiempos, ya cercarnos al triunfo de la causa de Leopoldo, que borre de las mentes de esos niños toda imagen y recuerdo de la terrible, ofensiva e intolerable humillación que sufrieron Lilian y Antonieta, que ellos fueron forzados a presenciar. Esta diabólica y terrible acción fue llevada a cabo con premeditación, alevosía, desprecio de sexo y todas y cada una de las circunstancias agravantes que el Derecho Penal estableció desde siempre y para siempre.
Coronel, le recuerdo, por si acaso lo olvidó : “… Apártate de mi, maldito, al fuego eterno”… (Mateo 25/41).
Me permito sugerir que las familias López y López Mendoza, sean, desde ahora, candidatas “al Premio Nobel de la Paz a las familias” que hasta donde sé, no se ha establecido aún. La familia, institución primer objetivo a destruir por los figurantes de esta sociedad del espectáculo, del ruido y la fatuidad, obsesionada por el tema de moda: el recalentamiento global, cuando, en verdad, el problema es el congelamiento moral global. Esta sociedad que se preocupa por el mundo que vamos a dejar a nuestros hijos, cuando, en esencia, lo que debería preocuparnos, seriamente, es qué hijos dejaremos en el mundo por venir para que, sean capaces de mejorarlo y hacerlo más vivible en paz y ibertad.
Finalmente, una vez más y no me cansaré de repetirlo: libertad inmediata e incondicional para Leopoldo López Mendoza y todos los presos políticos que el chavismo gobernante mantiene en Venezuela
José Domínguez Ortega
Madrid, Enero 2016
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