La doctrina militar de Ramos Allup
Por: Luis José Semprum
Su discurso fue brillante, nadie puede negarlo. Con elegancia, gracia y firmeza, acabó con todas las mentiras que Maduro pronunció en su Memoria y Cuenta. Le dijo en su cara, y en cadena nacional, las verdades que millones de venezolanos querían escuchar. Pero al final, ¡Ay, al final! Ramos Allup enunció una doctrina militar que, de no cambiarse, traerá desgracia y destrucción.
Ramos Allup le dijo a Maduro que el enemigo común a vencer es el golpe militar; “porque los militares, después de que usan sus aviones, tanques, cañones y fusiles, para derrocar un gobierno, jamás le pondrán la banda presidencial a un civil. No hay golpes buenos, todos los golpes son malos”, sentenció.
Según esta tesis, es lógico que Ramos Allup proponga que “la Asamblea Nacional trabaje conjuntamente con el gobierno de Maduro para sacar al país de la terrible crisis en la que se encuentra”, y así evitar un golpe.
A Ramos Allup se le escaparon dos detalles, primero, que no se trata de un gobierno democrático, sino de una dictadura, vinculada al narcotráfico, que recibe órdenes de Cuba y que está presidida por un indocumentado. No es posible salir de la crisis trabajando en conjunto con este régimen; la solución comienza justamente por desplazarlo, pero no dentro de seis meses, sino ahora.
Y segundo, que el 23 de enero de 1958, los militares dieron un golpe –con el apoyo de la ciudadanía y de los partidos políticos– para derrocar al dictador Márcos Pérez Jiménez, y que, meses después, le pusieron la banda presidencial a un civil, don Rómulo Betancourt, quien además era adeco, como el propio Ramos Allup. Ese golpe fue tan benéfico, que el país entero lo celebra todos los años de manera entusiasta.
Si Ramos Allup se empeña en trabajar junto a Maduro para evitar un golpe militar, le dará largas a un gobierno que cada día destruye más y más a Venezuela. Por eso, contrario a lo que dice Ramos Allup, la Asamblea Nacional debe trabajar en conjunto con las Fuerzas Armadas Nacionales para sacar del poder a esta pandilla de delincuentes. Y el primer paso para desplazar a Maduro es sencillo y demoledor: pedirle formalmente que muestre su partida de nacimiento.
Ya la recién electa Asamblea Nacional trabajó con los militares, pero no lo quiere reconocer. Como bien lo informaron algunos medios internacionales, el 6 de diciembre hubo un pronunciamiento castrense. De no haber sido por la presión de los militares institucionales, se hubiera materializado otro fraude, como los que ha habido en el pasado.
La misma combinación que funcionó exitosamente el 6D -ciudadanía, dirigentes demócratas y militares institucionales- debe utilizarse de nuevo para lograr un cambio de gobierno y producir una transición como la del 23 de enero, cuando los militares le pusieron la banda presidencial a un civil.
@LuisSemprumH
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