¡Good Bye, Nicolás!
30 DE ENERO 2016 - 12:01 AM CET
Ayer el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, colocó fríamente las cartas sobre la mesa y dijo lo que sin duda alguna comparte la gran mayoría de los venezolanos: ¿Qué hacer con Maduro? ¿Dónde colocamos esta especie de jarrón chino en que Nicolás se ha convertido?
No se trata de romper el hilo constitucional y pasar por encima de las leyes de la república, sino que es demasiado peligrosa la insistencia del presidente en no querer darse por enterado de que los ciudadanos le retiraron la confianza el 6 de diciembre, y que la superación de la demoledora y mayúscula crisis económica que toca a las puertas de Venezuela es una tarea que sobrepasa, de lejos, su capacidad intelectual.
Siendo el padre de la criatura, el señor Maduro insiste en darle la espalda a la apabullante catástrofe que él mismo ha venido sembrando con su falta de visión y sus recurrentes errores, de cuyos perturbadores efectos y repercusiones en cadena no quiere darse cuenta, con la fatal consecuencia de colocarlo ante la opinión pública como el verdadero obstáculo para que Venezuela pueda rectificar el rumbo y apartarse del abismo que se abre ante nosotros como una sentencia inevitable.
Lo cierto es que ya no quedan dudas de la quiebra económica del país, de la ruinosa riqueza petrolera, del avance imparable de la pobreza, de la llegada de hambrunas infinitas, de los días infernales de sequías que caerán sobre los campos y las ciudades. Hablar de crisis es poco y es minúsculo, se debería anunciar en su lugar la llegada de plagas y desgracias porque hace tiempo que los venezolanos olvidamos lo que es padecer hambre, sed, inseguridad, falta de medicinas y alimentos indispensables para los niños.
Días tras días las agencias de noticias advierten al mundo sobre la catástrofe que sufrimos y que apenas está en su fase inicial. Todavía no se perciben en toda su intensidad los efectos de la debacle social y económica, pero se acumulan protestas y crecen a lo largo del país.
Razón tiene el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, cuando afirma que “dejar concluir los tres años que le quedan de mandato al jefe del Estado, Nicolás Maduro, sería una irresponsabilidad”, para luego recalcar que se debe encontrar una salida constitucional para el cese del gobierno.
En un despacho de la agencia española Efe se recoge parte del encuentro con corresponsales internacionales en la sede del Parlamento. Allí, Ramos Allup precisó que él no había fijado un período de seis meses para encontrar esa vía de salida “sino un plazo dentro de ese lapso, por lo que esa iniciativa se podría llevar a cabo en cualquier momento”.
Ramos Allup fue enfático al advertir que la MUD no ha optado aún por ninguna de las opciones posibles para la salida del presidente. “Pero no veo a Maduro llegar al final del periodo constitucional. Dejar tres años más al gobierno para que se achicharre en su propio aceite sería una irresponsabilidad”. ¡Ay, Nicolás!
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