La inmundicia nos gobierna
El desahuciado gobierno de Maduro nunca reconocerá que es el único responsable de la crisis humanitaria que asomo su rostro patético en Venezuela, no hay siquiera acetaminofén para tratar una simple gripe; es imposible contener la epidemia del virus zica, transmitida por el mosquito Aedes aegypti o “patas blancas”, que también es el culpable del dengue y la chikungunya, porque las autoridades no hacen las fumigaciones requeridas, tampoco existen los insecticidas para uso doméstico y para colmo, las recomendaciones para evitar su propagación es la de no almacenar el agua porque allí es donde se reproduce. Parece un chiste cruel o una comedia de equivocaciones, la semana pasada, Hidrocapital anunció que durante el fin de semana cortaría el suministro de agua en la Gran Caracas y luego lo desmintió, pero lo cierto es que nos cortó el agua. La gente sensata que la había almacenado en envases destapados, tuvo que darle otro uso, como regar las matas, para no arriesgar a la familia con la propagación del vector y evitar el contagio de una enfermedad que tiene al mundo en emergencia sanitaria global, declarada por la Organización Mundial de la Salud, por sus complicaciones neurológicas, no solo en niños recién nacidos sino en adultos, que pueden agravarse con el síndrome Guillain-Barré, que ataca el sistema nervioso y puede ocasionar parálisis, incluso la muerte.
El tratamiento indicado es la inmunoglobulina, pero en Venezuela no se consigue, a pesar de que la nueva ministra de la Salud, Luisana Melo, asegura que hay, pero, ya sabemos qué podemos esperar de una funcionaria que suelta una sarta de repugnancias, como "No hay pasta dental porque la gente se cepilla tres veces al día… con una vez es suficiente" y la muy halitosa espeta, que “la cultura de cepillarse tanto los dientes ha sido inculcada por odontólogos malintencionados y el capitalismo salvaje que nos empuja al consumismo extremo”. ¡Por favor!, esa cochinada es peor que la recomendación de Hidrocapital de que nos bañemos en solo tres minutos. ¡Imposible!, por experiencia propia nos consta que ese tiempo es insuficiente para el aseo de los orificios y las secreciones corporales. Lamento ser tan descriptiva, pero es la prueba más contundente de que el gobierno es el principal generador de todo lo asqueroso en el país, de allí el desprecio por los ciudadanos, que mayoritariamente le hemos dicho no a esa forma inmunda de aplicar el socialismo.
No solo sentimos asco físico sino moral. La inmundicia nos gobierna sostenida en la podredumbre de la corrupción y el narcotráfico, que nos hundió como sociedad en la miseria y la desesperación. Se siente náuseas por instituciones completas, como el Tribunal Supremo de Justicia, que es un asco de parcialidad con el poder. En cuanto al primer responsable de toda esta inmundicia, Nicolás Maduro, además, despierta indignación, el deseo de que se haga justicia y el visceral rechazo que inspira todo títere manejado a control remoto por una dictadura que asquea tanto como la de Cuba.
Rechazo
Primero fue en el Bicentenario de Palo Verde, después en el Mercal de Los Teques donde se registraron fuertes protestas por falta de alimentos. El pueblo se siente burlado y molesto con el gobierno, sabe que los perdigonazos de la Guardia Nacional Bolivariana contra los ciudadanos en las colas no fueron ordenados por la Asamblea sino por el gobierno. Estamos a un tris de un estallido social, sin embargo, el G2 cubano sostiene que con los actuales niveles de abastecimiento se puede controlar la explosiva situación hasta julio, para dar chance a conseguir recursos que puedan mantener al gobierno hasta final de año.
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