8 de diciembre de 2015

Rubén Cortés en "La Razón" de México, nota de ACH / pararescatarelporvenir.blogspot.com 8 de diciembre del 2015

Largo, muy largo, proemio del editor de este Blog, a un artículo de Rubén Cortés, en el diario "La Razón" de México.

La victoria de una "causa" especialmente si es la que compartimos, suele dejar un sabor dulce y serenidad de ánimo, la "victoria" de la oposición, el pasado domingo, no me dejó ese grato sabor de boca, espiritual y gratificante, sino una inquietud profunda, disimulada para no aguarle la fiesta a mis sufridos compatriotas.
Fui formado en una cultura de consideración al prójimo -hoy inexistente- el envejecer ayuda, al menos en mi caso, a acentuar esas características, no obstante, la simple, forzosa y elemental lógica impone ( lo exterioricemos o no) a ver los hechos y ordenarlos en la cabeza que, desde que el sombrero pasó de moda, debería servir para pensar...

Hoy, un muy querido amigo, me hizo llegar este artículo de Rubén Cortés, publicado en la razón de México, cuyo análisis de la situación venezolana, vocablo más vocablo menos, es el mio. Reos de "aguafiestismo" el manito Cortés y yo, no somos optimistas. 
El mal de fondo es la ausencia de una dirigencia lúcida y con coraje. He sostenido con terquedad angustiada que ninguna salida consensual, en el caso nuestro, es buena. Es necesario que haya una ruptura, difícilmente incruenta y ello es muy doloroso, pero indispensable, cuando se trata de cambiar un régimen y no un gobierno, cuando se trata de pasar de un desbarajuste arbitrario a un Estado de derecho y de fuero constitucional inclusivo, civilizado y viable. De remiendo en remiendo, gobierno y "oposición" se cargan, deshacen el país... Esta colcha de retazos, en que ha devenido Venezuela marcha a su disolución, no a paso de vencedores como suelen decir los chavistas, remedando la arenga del general Córdoba en Ayacucho, sino a paso de beodo vacilante y torpe, pero empeñado en perderse...
Perdonen estas reflexiones nada navideñas, pero siento mi deber dejarlas dichas y gracias al amigo Cortés por darme la excusa y prestarme el cayado en el cual apoyarme. Me temo que ya tengo el título, de una futura crónica histórica de la hermosa jornada del domingo 6 de diciembre del 2015: "Crónica de una victoria escamoteada", deseo en verdad que sea otro quien la escriba, prefiero no estar, que ser un ave de mal agüero y sobre todo lamento el deplorable diagnóstico final: NOS MATÓ LA FRIVOLIDAD, LA LIVIANDAD, LA INCONSISTENCIA. Este pueblo hambreado y burlado merecía mejores líderes, tuvo a Bolívar y a Betancourt, hoy solo tiene, deplorable remedo, a la MUD...

ALFREDO CORONIL HARTMANN

Itaca 8 de diciembre de 2015



Maduro es menos bruto de lo que se creía
Rubén Cortés

Cuando el “inteligente” Hugo Chávez perdió el referéndum de 2007 dijo a la oposición que sólo había conseguido “una victoria de mierda”. Cuando el “ignaro” Nicolás Maduro fue derrotado en las intermedias del domingo, felicitó a la oposición.
Pero el verdaderamente “inteligente” es Maduro:
1.- Al aceptar la derrota trascendió como demócrata, legitimándose dentro y fuera de Venezuela, y quitándose de encima las presiones de la comunidad internacional por su represión y encarcelamiento a opositores.
2.- Y dejó sin argumentos a la oposición, al asestarle anoche el golpe maestro que había dejado en suspenso el domingo, cuando se cuidó de anunciar a los ganadores de las últimas 22 curules: el golpe consistía en dejarla en menos de las 112 diputaciones que le habrían permitido cambiar la Constitución.
¿Quién puede acusar de autoritario al “demócrata” Maduro si el domingo expresó que “hemos venido con nuestra moral, con nuestra ética, a reconocer estos resultados adversos, a aceptarlos y a decirle a nuestra Venezuela: ha triunfado la Constitución y la democracia”?
Nadie. Sin embargo, el domingo dio a la oposición la zanahoria y anoche el palo. La verdad es que utilizó estrictamente lo necesario el control que ejerce el chavismo sobre el organismo electoral desde 1999, para impedir que la elección se convirtiera en un plebiscito real en su contra.
Claro que el populismo venezolano ha recibido, de todos modos, un golpe seco e histórico, con el voto abrumador de la ciudadanía contra un sistema de democracia híbrida que hundió a Venezuela en la pobreza, el crimen, el despotismo de sus gobernantes y en la falta de prestigio internacional.
Pero aun con ese resultado el chavismo tiene margen para reorganizarse mientras espera que suba el precio del petróleo y prepara un gran fraude que impida en las siguientes elecciones presidenciales el triunfo de la oposición, pues al aceptar esta “derrota” Maduro se dio un baño de democracia.
En realidad el chavismo volvió a truquear las máquinas de votación, a usar las cédulas falsas y hasta de personas fallecidas (como ha sido su modus operandi electoral), así como a chantajear a los trabajadores del Estado y manipular las necesidades de las clases media y baja.
Al admitir “humildemente” su “derrota”, Nicolás Maduro sólo ha comprado tiempo para extender su tiranía, aguardando un milagro económico para poder reactivar las dádivas que han permitido 17 años de éxito populista en Venezuela.
Porque a la flamante mayoría opositora en la Asamblea Nacional quitará presupuesto, atribuciones y poder, al igual que en 2008 le hizo Hugo Chávez al opositor alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, a quien luego Maduro arrestó y mantiene preso.
Así que nadie se llame a engaño:
Venezuela sigue en dictadura.
ruben.cortes@razon.com.mx
Twitter:
 @ruben_cortes


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