27 de diciembre de 2015

EN VÍSPERAS DE LA AMNISTÍA, por: Carlos Canache Mata, EL NUEVO PAÍS, miercoles 30 de diciembre de 2015



EN VÍSPERAS DE LA AMNISTÍA

por: Carlos  Canache Mata
   

   Los que fuimos perseguidos por la dictadura de Pérez Jiménez sabemos lo que es pasar Navidad y Año Nuevo en la cárcel y en el exilio. De eso, nos queda la nostalgia. Ahora, bajo el régimen que detenta el poder desde 1999, muchos venezolanos también han vivido y viven esa experiencia. Se les ha quitado la libertad y se les niega el calor del hogar familiar y la magia de las celebraciones de estos días.
   Con Maduro ha aumentado la persecución política hasta el extremo de que, según se ha informado, actualmente en Venezuela hay más presos políticos (76) que en Cuba (60), a los que se suman las 3.800 detenciones  y los 1.861 procesados o con medidas restrictivas de libertad  que tuvieron lugar con ocasión de las protestas populares de febrero y meses subsiguientes del año pasado.
   Destacan, entre los presos políticos, Antonio Ledezma, Leopoldo López y Daniel Ceballos, a los que entrego mi abrazo de solidaridad. 
  Antonio Ledezma, a quien le crearon un gobierno paralelo a la Alcaldía Metropolitana de Caracas, acaba de cumplir diez meses de haber sido sacado a la fuerza de sus oficinas por agentes del Sebin y llevado detenido sin orden judicial, y hasta ahora no se ha realizado la audiencia preliminar, diferida en nueve oportunidades por el tribunal en el que se le imputan los delitos que le inventaron de conspiración y asociación para delinquir. El Estado venezolano no ha cumplido la exigencia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU de que sea liberado, hecha hace más de cuatro meses, como lo acaba de recordar su activa y valiente esposa  Mitzy  Capriles.
   Leopoldo López está preso desde el 18 de febrero de 2014 y fue sentenciado a casi 14 años de prisión por una increíble y caprichosa interpretación de su discurso pronunciado el 12 de febrero de ese año, cuando se iniciaron protestas populares salvajemente reprimidas por el régimen, con un saldo de 43 muertos. En su famosa carta de 18 páginas dirigida a la presidenta del CNE (por cierto, ¿qué se ha hecho?), Luis Almagro, Secretario General de la OEA, dedica 5 páginas al análisis de la condena de Leopoldo y concluye diciendo que “este fallo pone en manos de interpretaciones judiciales muy subjetivas la interpretación de los discursos políticos opositores” y que “el vínculo entre lo dicho por el líder político y lo que ocurrió posteriormente como actos violentos se pueden poner en duda”.  La denuncia ante la comunidad internacional  del atropello, fruto de una especie de surrealismo judicial, que se cometió contra Leopoldo,  ha contado igualmente con la diligente y ejemplar  actividad de su esposa Lilian Tintori.
   Estos días de Navidad y Año Nuevo son propicios para ratificar que, como lo señaló el padre Luis Ugalde, “la dirigencia democrática ha propuesto con máxima urgencia y prioridad una amnistía que acabe con la escandalosa persecución de presos políticos y exiliados y la criminalización de toda actividad política opositora”.
   La nueva Asamblea Nacional ha pedido la palabra.

    

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