Las maniobras antidemocráticas de los líderes de Venezuela
Desde la aplastante victoria de una coalición de la oposición venezolana en las elecciones para la Asamblea Nacional de este mes, los líderes de la sociedad civil y los gobiernos extranjeros han instado al presidente, Nicolás Maduro, y a su partido en el poder a aceptar los resultados y a negociar con los vencedores sobre formas de estabilizar la maltrecha economía de Venezuela. Lamentablemente, han sido ignorados. El señor Maduro y la segunda más poderosa figura del régimen, el presidente de la asamblea saliente Diosdado Cabello, en vez de ello, se han embarcado en una campaña radical para revertir o anular los resultados de las elecciones.El resultado es un peligro creciente de que un importante país productor de petróleo sea empujado a un conflicto interno potencialmente violento.
Los problemas de Venezuela ya son profundos. La economía se ha contraído en un 10 por ciento este año, según el Fondo Monetario Internacional, y la tasa de inflación es de tres dígitos. La escasez de bienes básicos de consumo está muy extendida, lo que obliga a los consumidores a pasar horas esperando en cola por artículos tales como aceite de cocina y papel higiénico. Se cree que la tasa de homicidios es la segunda más alta del mundo. Y la victoria de la oposición llegó a pesar del hecho de que decenas de sus miembros han sido encarcelados, entre ellos Leopoldo López, quien es uno de sus principales dirigentes.
La opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) expresó su disposición a negociar con el gobierno después de ganar 112 de 156 escaños en las elecciones del 6 de diciembre.Aunque la mayoría de dos tercios que posee en la Asamblea Nacional le da el poder para forzar un referéndum revocatorio contra el Sr. Maduro o incluso reescribir la constitución, los líderes del MUD reconocieron que el 74 por ciento de los electores venezolanos que votaron quiere remedios económicos desesperadamente.
La respuesta del régimen ha sido la retórica inflamatoria y maniobras ilegales. El Sr. Cabello convocó a un “Congreso comunal” no elegido compuesto por partidarios de línea dura del gobierno y le permitió asumir el control del edificio de la Asamblea Nacional. El miércoles, la saliente mayoría parlamentaria del Gobierno se apresuró a nombrar a 13 nuevos miembros del Tribunal Supremo de Justicia, máximo tribunal de la nación. El tribunal de 32 miembros, ya está lleno de partidarios del gobierno, y los nuevos nombramientos tienen el propósito de garantizar que no haya otros jueces en los próximos años. Los nominados incluyen incondicionales del partido de gobierno, en violación de normas constitucionales.
De mayor preocupación aún son las sugerencias de figuras gobernantes de que podrían buscar la reversión – por el mismo tribunal que acaban de “reequipar” – de la elección de 22 diputados de la oposición.No hay razones plausibles para las denuncias de irregularidades en la votación.Pero la cancelación de victorias de la oposición, que privaría a la MUD de la mayoría calificada que le da influencia decisiva, podría provocar una reanudación de las manifestaciones callejeras masivas que el año pasado condujeron a la muerte de más de 40 personas.
La presión de terceros, incluyendo los Estados Unidos, podría atajar ese resultado.Hay indicios de que algunos en el régimen, incluyendo a los líderes militares de alto rango, se oponen a la estrategia radical que el Sr. Maduro y el Sr. Cabello han abrazado. Ahora es el momento de dejar claro que el régimen y sus líderes, incluidos los de las fuerzas de seguridad, serán responsabilizados por una ruptura del orden democrático y por cualquier uso de la fuerza contra la oposición.
Traducción de Jorge Pardo Febres-Cordero para RCL
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