Devotos participaron en la fiesta de la bajada del Nazareno de San Pablo
La emblemática imagen salió en procesión decorada, no con orquídeas, como es tradición, sino con flores de Navidad. La celebración se realiza con motivo del Año Santo de la Misericordia, decretado por el Papa Francisco. La intención es que esta figura representativa para los caraqueños esté más cerca de los feligreses durante todo el año del Jubileo.
La breve procesión se realizó después de la misa de 12.
…………..
(Luis Morillo)
Domingo 20 de diciembre de 2015
http://www.eluniversal.com/caracas/151220/devotos-participaron-en-la-fiesta-de-la-bajada-del-nazareno-de-san-pab
NOTA: el editor de este blog, no pudo evitar reproducir el poema de Andrés Eloy Blanco El limonero del Señor, que recrea la tradición caraqueña del culto y la fe del pueblo a El Nazareno de San Pablo
EL LIMONERO DEL SEÑOR
Andrés Eloy Blanco
Andrés Eloy Blanco
En la esquina de Miracielos
agoniza la tradición.
¿Qué mano avara cortaría
el limonero del Señor...?
Miracielos; casuchas nuevas,
con descrédito del color;
antaño hubiera allí una tapia
Y una arboleda y un portón.
agoniza la tradición.
¿Qué mano avara cortaría
el limonero del Señor...?
Miracielos; casuchas nuevas,
con descrédito del color;
antaño hubiera allí una tapia
Y una arboleda y un portón.
Calle de piedra; el reflejo
encalambrado de un farol;
hacia la sombra, el aguafuerte
abocetada de un balcón,
a cuya vera se bajara,
para hacer guiños al amor,
el embozo de Guzmán Blanco
En algún lance de ocasión.
encalambrado de un farol;
hacia la sombra, el aguafuerte
abocetada de un balcón,
a cuya vera se bajara,
para hacer guiños al amor,
el embozo de Guzmán Blanco
En algún lance de ocasión.
En el corral está sembrado,
junto al muro, junto al portón,
y por encima de la tapia
hacia la calle descolgó
un gajo verde y amarillo
el limonero del Señor.
Cuentan que en pascua lo sembrara,
el año quince, un español,
y cada dueño de la siembra
de sus racimos exprimió
la limonada con azúcar
Para el día de San Simón.
junto al muro, junto al portón,
y por encima de la tapia
hacia la calle descolgó
un gajo verde y amarillo
el limonero del Señor.
Cuentan que en pascua lo sembrara,
el año quince, un español,
y cada dueño de la siembra
de sus racimos exprimió
la limonada con azúcar
Para el día de San Simón.
Por la esquina de Miracielos,
en sus Miércoles de dolor,
el Nazareno de San Pablo
Pasaba siempre en procesión.
en sus Miércoles de dolor,
el Nazareno de San Pablo
Pasaba siempre en procesión.
Y llegó el año de la peste;
moría el pueblo bajo el sol;
con su cortejo de enlutados
pasaba al trote algún doctor
y en un hartazgo dilataba
su puerta «Los Hijos de Dios».
moría el pueblo bajo el sol;
con su cortejo de enlutados
pasaba al trote algún doctor
y en un hartazgo dilataba
su puerta «Los Hijos de Dios».
La Terapéutica era inútil;
andaba el Viático al vapor
Y por exceso de trabajo
se abreviaba la absolución.
andaba el Viático al vapor
Y por exceso de trabajo
se abreviaba la absolución.
Y pasó el Domingo de Ramos
y fue el Miércoles del Dolor
cuando, apestada y sollozante,
la muchedumbre en oración,
desde el claustro de San Felipe
hasta San Pablo, se agolpó.
y fue el Miércoles del Dolor
cuando, apestada y sollozante,
la muchedumbre en oración,
desde el claustro de San Felipe
hasta San Pablo, se agolpó.
Un aguacero de plegarias
asordó la Puerta Mayor
y el Nazareno de San Pablo
salió otra vez en procesión.
En el azul del empedrado
regaba flores el fervor;
banderolas en las paredes,
candilejas en el balcón,
el canelón y el miriñaque
el garrasí y el quitasol;
un predominio de morado
de incienso y de genuflexión.
asordó la Puerta Mayor
y el Nazareno de San Pablo
salió otra vez en procesión.
En el azul del empedrado
regaba flores el fervor;
banderolas en las paredes,
candilejas en el balcón,
el canelón y el miriñaque
el garrasí y el quitasol;
un predominio de morado
de incienso y de genuflexión.
—¡Oh, Señor, Dios de los Ejércitos.
La peste aléjanos, Señor...!
La peste aléjanos, Señor...!
En la esquina de Miracielos
hubo una breve oscilación;
los portadores de las andas
se detuvieron; Monseñor
el Arzobispo, alzó los ojos
hacia la Cruz; la Cruz de Dios,
al pasar bajo el limonero,
entre sus gajos se enredó.
Sobre la frente del Mesías
hubo un rebote de verdor
y entre sus rizos tembló el oro
amarillo de la sazón.
hubo una breve oscilación;
los portadores de las andas
se detuvieron; Monseñor
el Arzobispo, alzó los ojos
hacia la Cruz; la Cruz de Dios,
al pasar bajo el limonero,
entre sus gajos se enredó.
Sobre la frente del Mesías
hubo un rebote de verdor
y entre sus rizos tembló el oro
amarillo de la sazón.
De lo profundo del cortejo
partió la flecha de una voz:
—¡Milagro...! ¡Es bálsamo, cristianos,
el limonero del Señor...!
partió la flecha de una voz:
—¡Milagro...! ¡Es bálsamo, cristianos,
el limonero del Señor...!
Y veinte manos arrancaban
la cosecha de curación
que en la esquina de Miracielos
de los cielos enviaba Dios.
Y se curaron los pestosos
bebiendo el ácido licor
con agua clara de Catuche,
entre oración y oración.
la cosecha de curación
que en la esquina de Miracielos
de los cielos enviaba Dios.
Y se curaron los pestosos
bebiendo el ácido licor
con agua clara de Catuche,
entre oración y oración.
Miracielos: casuchas nuevas;
la tapia desapareció.
¿Qué mano avara cortaría
el limonero del Señor...?
¿Golpe de sordo mercachifle
o competencia de Doctor
o despecho de boticario
u ornamento de la población...?
la tapia desapareció.
¿Qué mano avara cortaría
el limonero del Señor...?
¿Golpe de sordo mercachifle
o competencia de Doctor
o despecho de boticario
u ornamento de la población...?
El Nazareno de San Pablo
tuvo una casa y la perdió
y tuvo un patio y una tapia
y un limonero y un portón.
¡Malhaya el golpe que cortara
el limonero del Señor...!
tuvo una casa y la perdió
y tuvo un patio y una tapia
y un limonero y un portón.
¡Malhaya el golpe que cortara
el limonero del Señor...!
¡Mal haya el sino de esa mano
que desgajó la tradición...!
Quizá en su tumba un limonero
floreció un día de Pasión
y una nueva nevada de azahares
sobre la cruz desmigajó,
como lo hiciera aquella tarde
sobre la Cruz en procesión,
en la esquina de Miracielos,
¡el limonero del Señor...!
que desgajó la tradición...!
Quizá en su tumba un limonero
floreció un día de Pasión
y una nueva nevada de azahares
sobre la cruz desmigajó,
como lo hiciera aquella tarde
sobre la Cruz en procesión,
en la esquina de Miracielos,
¡el limonero del Señor...!
El limonero del Señor… este poema de Andrés Eloy Blanco, se las trae… en la escucha de este poema, nos ayuda a reconocer comunitariamente los signos de los tiempos resaltado en esta celebrada votación del 6D en donde la esperanza de la transmisión está cerca, recordándose que no pueden cometer errores y ser muy prudentes y comedidos en lo que deben hacer, por ello… que mejor que nutrirse del Nazareno de San Pablo.
ResponderEliminarEste poema nos dice algo curioso en el entramado de su profunda comprensión… conservar esa fe de manera intensa y sincera, así se exprese de diversas maneras, aunque no participen frecuentemente en el culto. Esta Pastoral… El Nazareno de San Pablo se orienta al crecimiento de los creyentes, de responder mejor cada día de tu vida al amor de Dios.
Nos hace ver también que la mayoría de las personas bautizadas, no viven las exigencias del bautismo, inclusive las desconocen, las personas no sienten esa pertenencia cordial hacia la iglesia de Dios y nuestra, se observa en la poca asistencia de la feligresía a la santa misa.
Nos hace ver la importancia de urgentemente buscar y vivir cada persona una conversión que los encamine por entero con ojos amorosos hacia Dios. Nada fácil… porque se vive de cara al mundo y de espaldas a Dios. El nazareno nos hace ver en su humilde imagen, pero al mismo tiempo con mucha fortaleza… el llevar la cruz… tú cruz por la manera de muchos vivir la vida inmoderadamente con gran indiferencia hacia Dios…
La nostalgia del rostro del Nazareno, hace que muchos buscan a Dios secretamente, no como quién se impone una nueva obligación, sino como quien debe compartir algo, porque nace de adentro de ti mismo y de esta manera, se señala un bello horizonte, una alegre esperanza. Definitivamente, la Iglesia no crece por proselitismo sino por atracción.