PRUDENCIA, FIRMEZA Y UNIDAD
por: Oswaldo Álvarez Paz
Estas tres palabras pudieran resumir
lo que la nación espera del nuevo parlamento. Son sabias, apropiadas para el
momento actual y para cualquier circunstancia por la que individualmente debamos
atravesar.
Prudencia que no se confunda nunca
con debilidad. Impone la meditación serena, el análisis profundo de cada
situación y hasta la evaluación de la conducta ante los enormes problemas que
el país confronta. Firmeza que no desemboque en atropello contra personas, ni
instituciones públicas o privadas, pero que signifique coraje para luchar por
nuestras convicciones y responder debidamente ante las agresiones de los
adversarios. Finalmente, unidad. Puede y debe ser dinámica y diferenciada, pues
resulta imposible hacer igual lo que por naturaleza es diferente. En el campo
democrático hay de todo y para todos los gustos, pero lo importante es la
unificación de los objetivos fundamentales para poder diseñar estrategias que puedan
seguir cada grupo o liderazgo a su manera.
Por supuesto, para que el esquema
funcione es indispensable una alta cuota de honradez, de honestidad integral
tanto en los propósitos como en las acciones de la vida diaria. Todo lo
contrario de cuanto hemos tenido en estos diecisiete años de “socialismo del
siglo XXI”. En la política venezolana debemos enterrar el disimulo y la
mentira. Caretas abajo y que las responsabilidades puedan ser claramente
establecidas en toda circunstancia.
Estas recomendaciones elementales
están inspiradas en los consejos recibidos a lo largo de muchos años, de
Lorenzo Fernández, hombre ejemplar de cuyos servicios superiores se perdió
Venezuela. En este tiempo sus enseñanzas y su ejemplo los tengo muy presentes.
Ahora viene lo duro, lo difícil, lo
inaplazable. Construir la Venezuela del futuro que empieza. Desmontar el
nefasto presidencialismo, exacerbado y despótico de los últimos quinquenios.
Liquidar de una vez y para siempre la exagerada dosis de centralismo y hacer
realidad el ideal de una República Federal y descentralizada, integrada por
Estados y Municipios autónomos. La municipalización de la vida pública es
indispensable para la verdadera participación ciudadana. Acabar con el
partidismo agudo y entender que en el pluralismo y la alternancia está la clave
contra el sectarismo y la exclusión. Cada una de estas metas necesita ideas, planes
y proyectos. Existen. La gente para ejecutarlos también existe.
La tarea es enorme pero posible en
todos los campos, incluida la seguridad, la producción, la economía y la
vigencia de los derechos fundamentales de la persona natural o jurídica. El
régimen tiene que entenderlo. O cambia o lo cambiamos.
@osalpaz
Lunes, 14 de diciembre de 2015
Todos, los que hemos dedicado nuestros mejores esfuerzos y habilidades al arte de la política, especialmente quienes lo hemos hecho motivados por la sensibilidad social y el compromiso, libremente asumido, de servirle al país, estamos felices de la lección dada por el electorado, pero angustiados por la cojitranca dirigencia opositora, con alguna excepción evidentemente. Oswaldo lo expresa inmejorablemente "desde el puente" ¡ Ojalá lo escuchen !
ResponderEliminarItaca 14 de diciembre de 2015.