¿QUIÉN Y CÓMO FORMÓ LA NARCO-TIRANÍA?
| diciembre 13, 2015
La tarea fundamental de la Asamblea Nacional bajo el control de la MUD debe
ser el desmontar la narco-tiranía de la delincuencia organizada al servicio de
Cuba. Si lo hace echará las bases políticas, económicas y sobre todo morales de
una nueva democracia, sólida y duradera. Si no lo hace, intentándolo desde el
primer día, y cohabita con ella, se hará cómplice e instrumento del mayor
crimen contra la República y el pueblo venezolano. Y sucumbirá al final con el
repudio de sus propios electores.
Para que lo tengan presente y
sepan por dónde comenzar sería bueno regalarle, a cada uno de los 112 diputados
y sus respectivos suplentes, el libro “BUMERÁN CHÁVEZ” (los fraudes que
llevaron al colapso de Venezuela) publicado en abril 2015, escrito por el
periodista Emili Blasco, corresponsal de ABC de España en Washington (EE. UU.),
dedicado “a los incrédulos; todos, en algún momento, lo fuimos”, en el cual
recoge testimonios que bastan para abrir una investigación parlamentaria sobre
la narco-tiranía de la delincuencia organizada. Y para que el pueblo respalde
la investigación deberían los mismos parlamentarios conseguir que el libro se
reimprima con permiso del autor para que se difunda masivamente, exhortándose a
su lectura y debate en todos los ámbitos sociales.
Para interesar a unos y otros en
la lectura del libro, les serviré de guía. A título de prólogo (“Bajar al
búnker”), el autor reproduce este testimonio impactante del Capitán Leamsy
Salazar que fue edecán de Chávez: “Era la Semana Santa de 2007 cuando el joven
oficial fue testigo de cómo Chávez en persona negociaba con los cabecillas de
las FARC la compra de cargamentos de droga y la entrega a los guerrilleros de
armas y otro material militar del Ejercito venezolano con los que combatir al
legítimo gobierno de Bogotá”. Luego agrega que un ministro, cuyo nombre cita,
“ponía el sistema de lavado del dinero a través de la petrolera nacional” y
otro, cuyo nombre también cita, estaba “en permanente contacto con las FARC, se
ocupaba de ir a buscar a los guerrilleros (los máximos dirigentes : Iván
Márquez, Rodrigo Granda y Raúl Reyes) y de devolverlos a su campamento, pues no
se hospedaban en la casa.”
A pesar de que se lo tuvo alejado
en una reunión secreta efectuada en Barinas, el escolta pudo oír cuando Chávez
ordenó a uno de sus ministros: “Rafael, cómprales a las FARC toda la mercancía
que producen, toda la agricultura y el ganado. Págales de adelanto 500 millones
de dólares. ¡Le vamos a quebrar el espinazo a Uribe, pa’joderlo!”
¿Cuál era la mercancía comprada a
las FARC? Veamos: “Lo que entregaron fueron unas pocas vacas, que llevaban una
larga marca en la barriga. Salazar conocía bien que era aquello, pues enrolado
en las fuerzas especiales había servido en la frontera y varias veces se había
topado con reses a las que se las había abierto (las barrigas) para introducir
cargas de cocaína en las varias cavidades de estómago que tiene el rumiante;
cosidos de nuevo, los animales podían ser transportados sin levantar
sospechas”.
Este prólogo ya nos anticipa lo
que en el libro se constata:
1.- Fue el propio Chávez el que
pervirtió su gobierno convirtiéndolo en narco-gobierno, más propiamente en
narco-tiranía.
2.- Varios ministros han tenido a
su cargo el tráfico de drogas y el lavado de dinero.
3.- El pretexto para involucrarse
en el narcotráfico ha sido ayudar a las FARC, considerada hoy la mayor
traficante de drogas de América.
4.- Al asociarse a las FARC en el
negocio ilícito, no sólo han incurrido en este delito, sino en la financiación
del terrorismo, ya que para la fecha aquélla era calificada internacionalmente
como terrorista.
5.- La identidad ideológica y la
solidaridad revolucionaria sólo han servido para encubrir la actividad
delictiva de la delincuencia organizada con la ventaja del poder político.
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