EL PAÍS, MADRID.
SECCIONES
“Hay que recuperar las instituciones en
Venezuela”
El
opositor venezolano relata como vivió la reciente jornada electoral en la que
el chavismo salió derrotado en el parlamento
·
Leopoldo López saluda desde su
celda, en 2014 / MIGUEL GUTIERREZ (EFE)
El inesperado —por
amplio— triunfo de la oposición venezolana en las elecciones del 6 de diciembre
ha provocado toda clase de jubilosas reacciones entre la dirigencia
antichavista. En su primera entrevista desde entonces, el preso político más
célebre del régimen, Leopoldo López, asegura que la victoria “es una conquista
para la lucha democrática y un debilitamiento de la dictadura, en la búsqueda
de su quiebre definitivo. Pero también queda claro que para que Venezuela
cambie definitivamente debemos recuperar las instituciones”.
López ha relatado cómo
vivió la jornada electoral. “Estaba en mi celda cuando de pronto escucho a
cientos de personas que viven cerca de la cárcel gritando ‘¡sí se puede, sí se
puede!”, relató. “Fue un plebiscito. No entre opositores y oficialistas, no. Un
plebiscito entre todo un pueblo unido y una élite corrupta, ineficiente y
antidemocrática encabezada por Nicolás Maduro y Diosdado Cabello”.
López ha sido
seleccionado por el Grupo de
Diarios de América, que forman diez cabeceras latinoamericanas,
entre ellas La Nación de Argentina, El Universal de México y El Nacional de
Venezuela, como el personaje del año. En virtud de ese reconocimiento ha
respondido por escrito a un cuestionario cuyo contenido ha sido divulgado
simultáneamente por estos medios a pesar de las difíciles condiciones de
reclusión. El dirigente solo puede recibir a sus abogados y a la familia más
cercana en la prisión de Ramo Verde.
López sostiene que
“si Maduro y el resto de las cabezas de los poderes secuestrados por una élite
corrupta y antidemocrática torpedean el cambio, hay que cambiarlos”. A su
juicio, “no habrá solución a los problemas que atraviesa Venezuela” sin que se
sustituya “a la cúpula corrupta que hoy usurpa el poder”.
Esta declaración
apunta a las recientes maniobras iniciadas por el oficialismo para
intentar retener el control de los demás poderes públicos. El Parlamento
saliente ha convocado sesiones extraordinarias antes de Navidad para nombrar a
12 nuevos magistrados de Tribunal Supremo de Justicia, cuyos mandatos vencen a
finales de año.
El dirigente
político asegura que “se pretende incorporar más incondicionales al régimen
antes de que se instale la nueva Asamblea, imposibilitando que haya verdadera
justicia en Venezuela. Con la victoria popular del pasado 6 de diciembre, la
dictadura está debilitada, sí, pero aún mantiene secuestrados a los otros
poderes del Estado, y como ya anunció Maduro los usará para desconocer la
voluntad del pueblo. La dictadura está debilitada, pero aún vivimos en ella y
nuestro pueblo votó para cambiar un sistema que lo oprime, que lo humilla y que
imposibilita que pueda encontrar las soluciones a sus problemas más sentidos.
La dictadura está debilitada y es nuestro deber no darle respiro”.
De ahí que López siga siendo
partidario de impedir que Maduro termine su gobierno en 2019. El político
venezolano es partidario de encontrar en cualquiera de los supuestos
establecidos en la Constitución el argumento para lograr un cambio político por
adelantado. “Venezuela se cae a pedazos ante nuestros ojos. ¿Cómo le decimos a
los venezolanos que viven angustiados en las calles con el temor de perder su
vidas que debemos esperar hasta el año 2019 para cambiar este sistema?, ¿qué le
decimos a los venezolanos que hacen colas todos los días y cuya situación
económica empeora al mismo tiempo?”, se pregunta. “Ratifico el compromiso con
mis compañeros de la Unidad [Mesa de la Unidad Democrática, la plataforma
opositora] para que, tal como acordamos en julio de 2015, demos una discusión
profunda sobre cuál mecanismo activar para lograr el cambio político: si es el
referéndum revocatorio, la enmienda, la renuncia o la convocatoria a una
asamblea nacional constituyente”.
Leopoldo López saluda desde su
celda, en 2014 / MIGUEL GUTIERREZ (EFE)
El inesperado —por
amplio— triunfo de la oposición venezolana en las elecciones del 6 de diciembre
ha provocado toda clase de jubilosas reacciones entre la dirigencia
antichavista. En su primera entrevista desde entonces, el preso político más
célebre del régimen, Leopoldo López, asegura que la victoria “es una conquista
para la lucha democrática y un debilitamiento de la dictadura, en la búsqueda
de su quiebre definitivo. Pero también queda claro que para que Venezuela
cambie definitivamente debemos recuperar las instituciones”.
López ha relatado cómo
vivió la jornada electoral. “Estaba en mi celda cuando de pronto escucho a
cientos de personas que viven cerca de la cárcel gritando ‘¡sí se puede, sí se
puede!”, relató. “Fue un plebiscito. No entre opositores y oficialistas, no. Un
plebiscito entre todo un pueblo unido y una élite corrupta, ineficiente y
antidemocrática encabezada por Nicolás Maduro y Diosdado Cabello”.
López ha sido
seleccionado por el Grupo de
Diarios de América, que forman diez cabeceras latinoamericanas,
entre ellas La Nación de Argentina, El Universal de México y El Nacional de
Venezuela, como el personaje del año. En virtud de ese reconocimiento ha
respondido por escrito a un cuestionario cuyo contenido ha sido divulgado
simultáneamente por estos medios a pesar de las difíciles condiciones de
reclusión. El dirigente solo puede recibir a sus abogados y a la familia más
cercana en la prisión de Ramo Verde.
López sostiene que
“si Maduro y el resto de las cabezas de los poderes secuestrados por una élite
corrupta y antidemocrática torpedean el cambio, hay que cambiarlos”. A su
juicio, “no habrá solución a los problemas que atraviesa Venezuela” sin que se
sustituya “a la cúpula corrupta que hoy usurpa el poder”.
Esta declaración
apunta a las recientes maniobras iniciadas por el oficialismo para
intentar retener el control de los demás poderes públicos. El Parlamento
saliente ha convocado sesiones extraordinarias antes de Navidad para nombrar a
12 nuevos magistrados de Tribunal Supremo de Justicia, cuyos mandatos vencen a
finales de año.
El dirigente
político asegura que “se pretende incorporar más incondicionales al régimen
antes de que se instale la nueva Asamblea, imposibilitando que haya verdadera
justicia en Venezuela. Con la victoria popular del pasado 6 de diciembre, la
dictadura está debilitada, sí, pero aún mantiene secuestrados a los otros
poderes del Estado, y como ya anunció Maduro los usará para desconocer la
voluntad del pueblo. La dictadura está debilitada, pero aún vivimos en ella y
nuestro pueblo votó para cambiar un sistema que lo oprime, que lo humilla y que
imposibilita que pueda encontrar las soluciones a sus problemas más sentidos.
La dictadura está debilitada y es nuestro deber no darle respiro”.
De ahí que López siga siendo
partidario de impedir que Maduro termine su gobierno en 2019. El político
venezolano es partidario de encontrar en cualquiera de los supuestos
establecidos en la Constitución el argumento para lograr un cambio político por
adelantado. “Venezuela se cae a pedazos ante nuestros ojos. ¿Cómo le decimos a
los venezolanos que viven angustiados en las calles con el temor de perder su
vidas que debemos esperar hasta el año 2019 para cambiar este sistema?, ¿qué le
decimos a los venezolanos que hacen colas todos los días y cuya situación
económica empeora al mismo tiempo?”, se pregunta. “Ratifico el compromiso con
mis compañeros de la Unidad [Mesa de la Unidad Democrática, la plataforma
opositora] para que, tal como acordamos en julio de 2015, demos una discusión
profunda sobre cuál mecanismo activar para lograr el cambio político: si es el
referéndum revocatorio, la enmienda, la renuncia o la convocatoria a una
asamblea nacional constituyente”.
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