16 de diciembre de 2015

El país cayéndose y la revolución con la misma chachara…,Editores de VenEconomía / pararescatarelporvenir.blogspot.com 16-XII-2015

El país cayéndose
y la revolución con la misma chachara…
La mayoría de los analistas económicos mantiene el alerta sobre la caótica situación económica y social del país.

Indican los economistas que en el venidero 2016 las prioridades siguen siendo: enfrentar la inflación, impulsar al sistema productivo, incentivar la inversión y combatir la ingente escasez de bienes. Muchos de ellos pintan negra la situación del año próximo, tan malo será que 2015 les parecerá un año próspero a los venezolanos. Y no se quedan cortos.
El precio del petróleo va a capa caída. Los ministros de la OPEP se negaron a acordar modificaciones en las cuotas de producción como vía para estabilizar los precios. Para los sauditas recortar la producción hoy sería perder mercado ante otros productores. Las existencias mundiales de petróleo se encuentran en un máximo histórico, con virtualmente todas las instalaciones terrestres, así como tanqueros anclados costa fuera, llenas a su máxima capacidad. Los precios mundiales del petróleo se encuentran ahora en su punto más bajo en siete años, con el barril OPEP a $33.76/bbl. el 11 de diciembre y el barril de exportación venezolano se encontraba a menos de $30/bbl.
Los ingresos de Venezuela por concepto de exportación de petróleo se estiman en un total de $30 millardos este año, contra importaciones estimadas en alrededor de $25 millardos, una fracción de los $47 a $59 millardos registrados entre 2011-2013. Si los precios se mantienen en los niveles actuales, cabría esperar que las exportaciones de petróleo estarían en el orden de los $20 millardos en 2016 (vs. $93 millardos en el 2012).
Mientras eso sucede con la principal fuente de divisas de Venezuela, las arcas públicas muestran la erosión de más de 16 años de despilfarro, de raspadura de la olla y corrupción. Las reservas internacionales brutas del Banco Central cerraron el pasado 10 de diciembre en $14,6 millardos, $6,8 millardos (31,5%) menos con respecto al 10 de diciembre de 2014.
La realidad es que el Gobierno no tiene para dónde agarrar. La vía del endeudamiento extra fronteras se agotó. Con esos precios del petróleo no hay banco que se arriesgue a prestarle a Venezuela. Incluso Venezuela se arriesga a sufrir una nueva rebaja en su calificación. La clasificadora de riesgo Standard & Poor’s prevé que Venezuela es uno de los países que tienen más probabilidad de sufrir rebajas crediticias sobre sus bonos soberanos.
En Venezuela NO HAY DOLARES para comprar ni materia prima ni productos terminados. Años de ataque, expolio, criminalización y penalización tienen contra el piso al aparato productivo.
De manera que, tal como está la situación, internamente no hay cómo hacer frente a la falta de producción ni al desabastecimiento de rubros donde antes había autoabastecimiento. Sin acceso a las divisas y endeudados por culpa de un control de cambio criminal, las empresas no pueden importar los insumos necesarios para mantenerse operativas, muchas de ellas se han visto obligadas a cerrar, o a dar vacaciones colectivas esperando pasar el chaparrón. La Cámara Venezolana de Industria de Alimentos (Cavidea) ha alertado sobre la escasez que se pronunciará en el primer trimestre de 2016, indica que la falta de asignación de divisas cayó en 70% este año y las industrias afiliadas han reducido su producción un 60% en el último año. Se teme que la hambruna esté tocando las puertas de cada hogar venezolano.
Aunque el BCV no ha publicado las cifras del desempeño de la economía desde el tercer trimestre de 2014, en un intento de ocultar su desastroso desempeño, extraoficialmente se indica que la economía se contrajo 7,5% durante el primer trimestre de este año, 7,2% en el segundo trimestre y un asombroso 9% en el tercer trimestre. Para el Fondo Monetario Internacional (FMI) la contracción para el año completo será del 10,0%, con lo cual la economía habrá estado en recesión, o peor, durante dos años completos.
La agobiante inflación se ubica en 219,4% en los primeros 11 meses de 2015, no en vano los cuatro aumentos salariales de este 2015 se convirtieron en sal y agua y las despensas de alimentos de los venezolanos están vacías.
Los economistas tienen muy claras las medidas a tomar, incluyendo: La restitución del Estado de Derecho, la restauración de las garantías a la propiedad privada, la unificación cambiaria, la liberación de precios, y la privatización de empresas estatales, todo ello acompañado con programas sociales para evitar que el pueblo tenga que sufrir durante la transición a una economía abierta.
Pero los economistas venezolanos no disponen de los recursos para financiar una transición. De allí, la necesidad imperativa de pedirle al Fondo Monetario Internacional (FMI) tutelar un programa de ajuste.
El FMI que lleva 70 años atendiendo economías en crisis y ha aprendido de sus errores, aportaría varios millardos de dólares para facilitar la transición. Más importante, es que un programa de ajuste del FMI sería visto como garantía de que el Gobierno está en el camino hacia la recuperación, lo que facilitaría el acceso a bancos (para financiar las importaciones), a las inversiones y a los programas de apoyo y financiamiento que ofrecen las entidades multilaterales como lo son el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
Mientras, en la revolución que da sus pataletas de ahogado al sentirse el Gobierno amenazado por una nueva mayoría parlamentaria de oposición dispuesta a legislar, pedir cuentas y controlar al Ejecutivo Nacional, está convocando para el miércoles 16 de diciembre el “Congreso Económico de Pensamiento Socialista”, como parte de la “contraofensiva” oficialista, tras la derrota en los comicios legislativos.
Si Maduro fuera un gobernante focalizado en el bienestar de sus gobernados, en vez de seguir con el chantaje político y la ruta hacia el Infierno, Maduro debería anunciar en este conclave revolucionario que está tocando las puertas del FMI en busca de una transición tutelada hacia una economía productiva, hacia un país sin hambre, hacia un país donde todos puedan trabajar y contribuir a una economía productiva…

Editores de VenEconomía








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