1 de enero de 2016

GUSTAVO CORONEL Carta abierta al Secretario General de la Organización de Estados Americanos, DICIEMBRE 31,2015

GUSTAVO CORONEL



Carta abierta al Secretario General de la Organización de Estados Americanos
                                                                                Virginia, USA
                                                                                Diciembre 31, 2015




Apreciado Sr. Secretario General:
Mi nombre es Gustavo Coronel. Soy un ciudadano venezolano de nacimiento, hoy en auto-exilio en el Estado de Virginia, USA, desde el año 2003. No tengo representación de sector Venezolano alguno. Carezco de nexos con empresas activas u otros intereses económicos en Venezuela y no recibo dinero alguno de organismo o persona para opinar sobre lo que ocurre en mi país. Como simple ciudadano, deseo hacerle llegar las consideraciones contenidas en esta carta, en un momento en el cual Venezuela ya se encuentra  casi totalmente ahogada por una brutal crisis política, económica, social y ética, la cual requiere de urgente intervención por parte de las naciones democráticas de la región.
¿Por qué lo creo así?
                        
El narco estado venezolano está en caos: se impone una intervención

1.      Venezuela es un narco estado en caos. Lo siguientes funcionarios de alto nivel o miembros de su entorno inmediato han sido o están siendo investigados por su posible conexión con el narcotráfico: Nicolás Maduro Moros, Presidente; Cilia Flores de Maduro, diputada electa a la AN; Diosdado Cabello, Presidente de la Asamblea Nacional; General Hugo Carvajal, Diputado electo a la AN; Tareck El Aissami, Gobernador del estado Aragua; Ramón Rodríguez Chacín, Gobernador del Estado Guárico; General Néstor Reverol, Jefe de la Guardia Nacional de Venezuela; General Vassily Kotosky Villarroel Ramírez; General Clíver Alcalá Cordones; Diputado Freddy Bernal, importante ficha del PSUV, partido del gobierno venezolano; Amílcar Figueroa, diputado ante el Parlamento Latinoamericano; General Henry Rangel Silva, Gobernador del Estado Trujillo.  
Estamos hablando del Presidente de la república, de su esposa, del presidente de la AN, de tres gobernadores en ejercicio, de dos diputados de la nueva AN por el partido del gobierno, del comandante en jefe de una de las fuerzas armadas de Venezuela. No hay país alguno en el cual una situación como esta escape a la definición de crítica y caótica.

2.      Funcionarios, ex-funcionarios y amigos del régimen son grandes  lavadores de dinero. En bancos de Andorra, de Madrid y Suiza han sido identificados grandes depósitos de dinero de ex-funcionarios de PDVSA o del Ministerio de Energía y petróleo y/o sus entornos íntimos y contratistas afectos. Por notitia criminis han sido mencionados como investigados Rafael Ramírez, ex-ministro de Energía y Minas y ex-presidente de PDVSA; su primo Diego Salazar Carreño; Nervis Villalobos, ex-funcionario del Ministerio de Energía y petróleo y asesor de ese ministerio; Javier Alvarado, ex-viceministro de ese ministerio; Alcides Rondón, ex-viceministro del Interior; Carlos Aguilera, ex-Director de Inteligencia; Contratista preferido Omar Farías; Contratistas preferidos de PDVSA Roberto Rincón Fernández y Abraham Shiera (detenidos en USA) ; Francisco Jiménez Villarroel, ex-funcionario de PDVSA; cinco ex-funcionarios de PDVSA y Bariven no identificados todavía, asociados al fraude de Rincón Fernández. Esta lista muy parcial de investigados revela la extensión y dimensión del lavado de dólares que se lleva a cabo en el seno del régimen. Esta inmensa lista incluye a los cómplices del régimen quienes recibieron más de $20.000 millones para importaciones que nunca se efectuaron o se efectuaron a groseros sobreprecios, con la complicidad de los funcionarios del régimen. Nadie en su sano juicio podría negar que esto no es evidencia de un estado en caos y en crisis

3.      El Tribunal Supremo de Justicia es una cueva de bandidos. En 16 años  jamás ha fallado en contra del régimen. Sus integrantes son fichas del régimen. Han cantado públicamente su adhesión al sátrapa fallecido y a su narco-reemplazo. Han acatado sumisamente la orden de jubilarse para dar paso a nuevos e ilegítimo magistrados. No existe una separación de poderes entre el Ejecutivo y el Judicial. Sus actividades recientes evidencian que están al servicio del narco-régimen, que son parte integral del narco-régimen. Un país no puede tolerar una situación como ésta.

4.      El llamado Poder Ciudadano, integrado por funcionarios al servicio del narco-régimen, lleva a cabo sistemáticas violaciones de su Misión. El defensor del Pueblo, Tarek William Saab, es realmente el defensor del régimen y se permite intervenir en asuntos que no tienen relación alguna con su Misión. La Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz,  es una funcionaria al servicio del régimen, no un contrapeso a los abusos de poder del Ejecutivo. La Contraloría general de la República no combate el peculado oficial, el cual ha llegado a niveles nunca vistos. Los venezolanos no se sienten protegidos por este Poder.     

5.      La Fuerza Armada Venezolana está bajo el control de un alto comando plegado al narco-régimen. De manera vergonzosa sus máximos representantes han hecho repetidas y públicas manifestaciones de adhesión al narco-régimen. La participación de militares activos en el régimen es avasallante e incluye ministros, gobernadores, congresistas, presidentes de empresas del Estado. No es exagerado afirmar que el régimen venezolano está profundamente militarizado. No sabemos hasta qué punto la Fuerza Armada es tan plegada al narco-régimen pero sí sabemos que existen opositores a la situación política actual en el seno de la Fuerza Armada. A esa disensión interna se debió el acatamiento del régimen a los resultados electorales del 6D. Pero es indudable que existe el peligro constante de una confrontación armada entre grupos del sector militar. Esto evidencia un país inestable, en caos político, con peligro de guerra civil.

6.      El narco estado está inmerso en una aterradora crisis económica. Las reservas internacionales han mermado a niveles por debajo de las obligaciones del país con sus acreedores y en su gran mayoría carecen de liquidez, están en oro. El país sufre de un  total desprestigio en el mercado financiero internacional. La inflación es la más alta del mundo. Ya China no puede considerarse como el prestamista automático para el narco-régimen pues advierten que la situación del país es demasiado inestable. El prestamista de último recurso es el FMI y esto sólo podrá llevarse a cabo bajo un gobierno diferente, no bajo este régimen. La magnitud de esta crisis clama por una intervención.

7.      Venezuela está en las garras del crimen. La tasa de muertes violentas llegó en 2015 a 90 por cada 100.000 habitantes. El 95% de estos crímenes ni siquiera son investigados. En Venezuela la vida no vale mucho y el sicariato, el ajuste de cuentas, el crimen impune, han pasado a ser el pan nuestro de cada día. Las bandas armadas dividen su lealtad entre el narco-régimen y sus propios intereses, lo cual ha llevado a la creación de territorios urbanos controlados por esas bandas, las cuales  están más allá de la ley.  La gobernabilidad del país está a un nivel insuficiente para garantizar el cumplimiento de la ley. Para todo efecto práctico, la policía ha dado paso a operaciones militares, las cuales operan al margen de las leyes y de los derechos humanos. Esta crisis social hace al país ingobernable.

8.      Los venezolanos están en estado de indefensión frente al narco-régimen, el cual ha generado una situación de escasez crónica de medicinas y alimentos que se acerca ya al estado de crisis humanitaria. Esto es más trágico aún, por cuanto coexiste con una Venezuela de los privilegiados, funcionarios públicos, sus familiares y amigos, quienes disfrutan de un ostentoso tren de vida, en el cual figuran fastuosas bodas, viviendas lujosas, yates, aviones jet privados y frecuentes viajes al exterior sin limitación monetaria alguna. En todo el mundo son notorios los llamado boliburgueses y bolichicos venezolanos, banqueros, burócratas, contratistas y familiares de los funcionarios, para quienes no hay restricción alguna. En Venezuela, la opulencia oficial vive al lado de la miseria popular. Es trágico que muchos compatriotas aún justifiquen la existencia de esas dos Venezuela, basándose en consideraciones ideológicas que carecen de sentido en el mundo moderno. Un país en estas condiciones no puede sobrevivir a menos que sea intervenido.

9.      El narco-régimen se ha visto sorprendido el 6 de Diciembre por una votación en su contra cuyo mensaje es tan claro y terminante que cualquier régimen preocupado por el país hubiese acatado los resultados, procediendo a iniciar las profundas  rectificaciones que serán necesarias. Pero en el seno del narco-régimen el efecto ha sido contrario. El resultado electoral ha desatado las más groseras reacciones: estructuración de una Asamblea Nacional paralela, nombramiento ilegítimo de nuevos magistrados del TSJ, impugnación extemporánea de diputados de la oposición electos y designados oficialmente por el Consejo Nacional Electoral como diputados electos, insultos y provocaciones de todo tipo, todo lo cual configura un estado de rebelión en contra de la voluntad popular. Y así como los organismos internacionales han defendido en el pasado al régimen de turno en contra de las manifestaciones de protesta popular ahora es necesario que defiendan al pueblo venezolano, acogotado por el narco-régimen.  

10.   En Venezuela ya pasó la etapa del posible diálogo civilizado entre Régimen y oposición. La postura del régimen no lo permite. Sus raíces ideológicas, de resentimiento racial y social, niegan de plano toda posibilidad de entendimiento del régimen con las clases medias y con el sector privado de la economía. Los observadores externos, con toda y su buena intención, no han logrado medir la intensidad de los odios existentes y la tozudez dogmática y anticuada del régimen que pretende llevar al país a un estado del cual la humanidad entera viene de regreso: la llamada revolución socialista, basada en el aniquilamiento de la clase media, de la nivelación de esa clase – tradicionalmente productiva- hacia abajo, para llevarla a los estratos económicos y sociales más inferiores. De allí el hipócrita lema del difunto Hugo Chávez: “Ser rico es malo”.  

Estimado Sr. Secretario General: No soy experto en asuntos internacionales ni conozco a fondo los procedimientos que rigen la actividad de la OEA. Pero estoy seguro de que, si existe algún organismo competente para intervenir en esta horrorosa crisis venezolana, es el organismo que usted dirige. Como estará usted enterado, un grupo muy numeroso de expresidentes de la región y del gobierno de España han formado una agrupación que pide activamente ayuda para Venezuela. Ellos representan la posición no oficial de grandes sectores democráticos regionales, los cuales ya no consideran posible continuar viendo el drama venezolano sin intervenirlo.
Los venezolanos amantes de la democracia y de la libertad requieren en estos momentos críticos toda la ayuda que la OEA .

Muy atentamente 
Gustavo Coronel
8360 Greensboro drive #710

McLean, Virginia

No hay comentarios:

Publicar un comentario