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| Georges Louis Leclerc |
por: Alfredo Coronil Hartmann
Georges Louis Leclerc, Conde de Buffon 1707-1778, precursor de Los Enciclopedistas, catedral de las ciencias naturales, su obra fundamental Historia natural, general y particular (L’Histoire Naturelle, générale et particulière, avec la description du Cabinet du Roi, 1749-1788) presentada en 36 volúmenes, con 8 volúmenes adicionales publicados a su muerte (por Lacepede). Permanece, para quienes no somos científicos, en la memoria colectiva, por una frase, que no tiene mucho de científica: Le style c´est l´homme.
Esa gran verdad, el estilo es el hombre, que tomamos como título de este artículo, se ha mantenido vigente y en uso reiterado, inmensamente más popular que sus 44 tomos de Historia Natural, que en círculos académicos aseguraron su inmortalidad. En uso cotidiano constatamos, como hombres inteligentes y avisados, se comprometen y comprometen sus mejores anhelos en aras de un estilo inconveniente o al menos inoportuno.
La política es un campo propicio para que ello ocurra, una de las debilidades mas dañinas es hacer pública la agudeza y la ironía a expensas de los otros, lo que en Venezuela llamamos la mala lengua, hombres de muy fina inteligencia, como fue el caso de Gonzalo Barrios se crearon odios inextinguibles, por alguna caricatura verbal de un prójimo, que muchas veces los admiraba y era fiel adepto, en el campo empresarial, fui testigo frecuente de como el viejo José Joaquín Gonzalez Gorrondona y mi amigo y contemporáneo "el junior" que, en mi opinión, han sido de los mas generosos empresarios venezolanos, que socorrieron y salvaron muchas reputaciones y haciendas, se enajenaban la mala voluntad de alguno de sus socorridos, por hacer un buen chiste y disparar el dardo de su punzante ironía. Los seres humanos podemos perdonar, con cierta frecuencia, una afrenta, rara vez perdonamos una burla.
Hago estas digresiones consciente de que no estoy libre de pecado, hay quien dice que me afilo la lengua, todos los días, con una piedra pómez, trato de combatirlo y no es fácil. Tan mala fama tengo, que Henry Ramos Allup -que es de las peores lenguas que conozco- me convidaba a visitarlo en su casa, para entretenernos despellejando unos cristianos. Tanto Betancourt como mi mamá y el Dr. Uslar Pietri, eran lapidarios, pero parcos en mostrar sus habilidades en la taxidermia.
Hoy, ya lejos de aquella Venezuela amable y espiritual, en la cual Miguel Otero Silva, Paco Vera, Marco Aurelio Rodríguez -Macaurelio- el Dr.Enrique Tejera y otros espadachines de renombre, aderezaban sus tertulias, con la sangre de los sacrificados del día: El morrocoy azul, Las Celestiales, La zaparapanda, El Infarto y El Camaelón dan fe y guardan memoria de esos escarceos de florete. El famoso "Roman de negrit Pedri" y "La respuesta de de Don Bartoli" poemas en los que Miguel Otero nos negreo a toda la sociedad caraqueña, terminó por esas ironías de la vida, siendo el Almanaque Gotha de las "familias bien" de esta Sultana del Ávila, porque ¡ Ni de broma del Guiriri Repano ! que se inventó el finado.
Viendo el desfile diario de caricaturas, posando de protagonistas, en todas las esferas, me alegro de haber tomado la decisión de retirarme, con mis libros, mis perros y mi música, lejos del mundo de las candilejas, no creo que podría aguantarme, se me saldría algún comentario mordaz. Allá el pobre Henry Lisandro, que está en berlina y tendrá que morderse la lengua, desde luego, con precaución, para no envenenarse...
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