Narcoestado y pillocracia
En ciudades y pueblos de la geografía
venezolana vemos la impunidad que brinda comulgar y hermanarse con el delito
trajeado de revolución, con la amoralidad y con la violencia inhumana que
pretenden vendernos como ideología.
por: ELEONORA BRUZUAL
En los primeros días de este noviembre
violento y sangriento, una noticia llegó para corroborar lo que se sabe desde
hace bastante tiempo. La nota periodística daba cuenta de la detención en Haití
de dos venezolanos que al ser seguidos por la DEA durante meses, se detectaron
sus actividades dentro del narcotráfico.
Sin pérdida de tiempo, y con seguridad previendo que
las manos peludas del castrochavismo se movieran, estos detenidos fueron
trasladados a Estados Unidos y puestos a la orden del fiscal del Distrito sur
de Nueva York, Preet Bharara, un hombre con suficientes casos ganados al delito
como para ser considerado el azote de narcos y terroristas. Los detenidos en
cuestión son dos cercanos familiares de la pareja presidencial venezolana, que
ya a casi 13 días de la detención no se han dado por aludidos y sus
declaraciones vagas y absurdas sólo se centran en los ya acostumbrados insultos
al “imperio” y las ridículas amenazas de un Nicolás Maduro, imagen de la
torpeza y delincuencial abuso del poder.
Otros jerarcas y voceros con una timidez nada
característica, sin nombrar que las dos joyas son sobrinos de Cilia Flores, la
mujer de Nicolás Maduro, han rozado el tema, siempre cuidando no admitir que la
Peste Roja nada en droga, en sangre, en dinero mal habido.
Pero como les comentaba en este mismo espacio la
semana pasada, narcotráfico y “revolución” hace bastante tiempo que son pareja,
y esta pareja, amoral y ambiciosa, decidió también hace ya años, montar lo que
podríamos considerar un “ménage à trois” con el terrorismo internacional,
especialmente con el islámico, y para ello, con Venezuela como madriguera
segura, se iniciaron los pasos necesarios para asegurar acciones y garantizar
impunidad.
Todos sabemos que lo primero que resaltó en la mal
llamada “revolución bonita” fue la seducción que ella y su caudillo Hugo Chávez
despertó en ese mundo islámico plagado de violencia y odio, y como, muchos elementos
de origen islámico (en especial árabes) entraron presurosos a las filas de un
movimiento que para nada exigía probidad, pero sí bastante maldad.
Nombres como Tarek William Saab, Abdel el Zabayar y
Tarek El Aissami, considerado por muchos como el gran conducto entre Chávez y
Hezbolláh, rol que sigue con el gobierno de Maduro. Su hermana, Haiffa El
Aissami, acreditada como embajadora de Venezuela en el Reino de los Países
Bajos, y con un amplio prontuario que refiere su hacer como una de las tantas figuras
del combo de los Jueces del Horror, siempre listos para irse contra todo
disidente y encerrarlo en cárceles infames, sin respeto a sus derechos ni
importar para nada su inocencia.
Larga lista de islámicos que raudos se
posicionaron en esta montonera delincuencial que ha llevado a Venezuela, en
menos de 17 años, a ser un narcoestado y
una pillocracia. Destacan Soraya Beatriz El Achkar Gousoub, ubicadita
oportunamente como Secretaria Ejecutiva del Consejo General de Policía. Gahzi
Nasserddine siniestro personaje, encargado de Negocios de la Embajada de
Venezuela en Damasco, y su hermano Ghasan Atef Salameh Nasserddi. Firaz El
Aissami, también hermano de Tarek, ha sido mencionado por el narcotraficante
Walid Makled como uno de sus más asiduos relacionados. También está Eduardo
Saman Namel de triste recordación en cada uno de los cargos ocupados durante la
era aciaga del castrochavismo, expresidente del Indecu, exministro de Comercio,
jefe de Redacción del diario oficialista VEA entre otros. Haiman El Troudi
Douwara exministro de Planificación y Desarrollo, actual presidente del Metro
de Caracas. Haitam Sabek El Hani, muy bien colocado en el año 2011 como
director general de los Servicios de Vigilancia y Seguridad Privada del
Ministerio del Interior y Justicia. Thaer Hasan Abdilhadi, diputado.
Son más, muchos más. El espacio de una
columna no me permite su total inventario. Sin embargo, cualquier lector deduce
el grado de penetración islámica de esta espantosapillocracia. Aunque algunos hablan de una hermandad gestada desde
el año 2008, ésta tiene largo tiempo, tanto que ya en el año 2003 se reportaban
terroristas islámicos detenidos en varios lugares portando pasaporte
venezolano. Uno, Rahman Alan Hazil Mohamed, detenido en el aeropuerto
londinense de Gatwick con una granada en su equipaje, el 1 de febrero de 2003.
Y así, en ciudades y pueblos de la geografía
venezolana vemos la impunidad que brinda comulgar y hermanarse con el delito
trajeado de revolución, con la amoralidad y con la violencia inhumana que
pretenden vendernos como ideología.
ebruzual@gmail.com
@eleonorabruzual
@eleonorabruzual
@eleonorabruzual
muy buena visión de la realidad con respecto a este punto, y me gustaría agregar esta vivencia: en los primeros años de Chavez en el barrio donde vivo, que es una pequeña urbanización de edificios, por cierto construida Durante Raúl leoni en Coche, en uno de esos apartamentos ubicaron a un par de sujetos y tal como somos los venezolanos los veían con admiración y les caían graciosos. Hoy en día con el transcurrir de los años supe que eran unos iranies traídos para trabajar en Guayana en la extracción del Uranio o para la fábrica de bicicletas?????
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