Lecciones de democracia.
por: Gloria Cuenca.
Nosotros, venezolanos, desmemoriados en
muchas oportunidades, miramos hacia
otros lares en busca de solución a nuestros problemas. Olvidamos la riqueza de
nuestra historia, de nuestra vida y de la lucha por lograr la ansiada
democracia. En estos tiempos, se desmerece la cultura, el saber y el
conocimiento, la experiencia, no extraña, tratándose de gente que ha hecho de
su ignorancia e incultura una especie de “mito” orgulloso.
Con prepotencia,
sacan a relucir cuanto disparate se les ocurre, convencidos, de que se la
“estan comiendo,” como se dice coloquialmente. Lo único que pareciera
conmoverlos son los adelantos
tecnológicos. ¡Vaya, por fin algo les interesa! ¿ se acepta la tecnología, por que no hay
más remedio? ¿Cómo ignorar esta verdadera revolución ocurrida entre fines del
siglo XX y comienzos del XXI? ¿Cómo sacar dólares, hacer transferencias y demás
marramucias, sin tecnología? ¿Cómo acceder a las bolsas del mundo, sin
tecnología? No reconocer este avance y,
más aún no utilizarlo sería terrible.
También hay intentos para cambiar
nuestra historia, bella, heróica y por supuesto, nunca, ni comunista, ni neo
comunista, siempre anhelante de democracia. El siglo XX es una cantera de
momentos de la democracia viva, de las luchas del pueblo, de situaciones de
alegría y otras de tragedia y tristeza. Son como hitos, siempre vinculados con
las universidades, la cultura y la democracia: la Semana del estudiante, el año
28. La prisión y las luchas de los mejores demócratas; el año 36, con la
formación de la Federación de Estudiantes de Venezuela , partidos, sindicatos, el pueblo en la calle luchando
por la libertad, particularmente, la de expresión.
El 45 y 48, con golpes,
dudas, para caer, nuevamente, en la dictadura. El año 52, la lucha por
recuperar la Asamblea, con el pueblo triunfante. El 23 de enero, la apoteosis
de la democracia, con la caída de Pérez Jiménez y la democracia representativa
y constitucional hasta el año 98, del siglo pasado, cuando usurparon, con
engaños a los ingenuos, escondiendo sus intenciones: comunismo y
totalitarismo.
Pretenden acabar con la democracia. No pueden con un país
de ciudadanos demócratas. Enfrentan un
muro. No el de Berlín; es democrático, independiente y no dispuesto a aceptar procesos autoritarios,neo comunistas y
totalitarios. Argentina nos da un bello ejemplo de la decisión de cambiar: si
se puede, el cambio va.
pararescatarelporvenir.blogspot.com
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