20 de noviembre de 2015

"MADURO ENTRE LA ESPADA Y LA PARED, por Antonio Sánchez García. pararescatarelporvenir.blogspot.com 20 de noviembre de 2015



MADURO ENTRE LA ESPADA Y LA PARED.


No es ninguna exageración: el gobierno de Nicolás Maduro se encuentra entre la espada de la justicia y la pared de una comunidad y una opinión pública internacionales que no parecen dispuestas a seguir tolerando sus crímenes de lesa humanidad.

Antonio Sánchez García @sangarccs

           
Se equivoca quien crea que la cruenta carnicería del Estado Islámico le ha dado un segundo aire al régimen de Nicolás Maduro. Ciertamente, el atentado parisino sirvió de inesperada tapadera al escándalo de la familia Maduro Flores y sacó provisoriamente de los titulares de primera página de los medios internacionales la primera aparición pública del Cartel de los Flores. Que a juzgar por las informaciones que se han filtrado por los resquicios informativos  que permiten los actos terroristas de la Yihad constituía una de las fuentes de financiamiento de las campañas electorales del régimen. Por lo menos desde las presidenciales del 2013. Como lo reporta un detallado informe aparecido hoy en la primera página del diario ABC, de Madrid:

         “En sus operaciones de narcotráfico, los sobrinos de Nicolás Maduro detenidos la semana pasada y a la espera de juicio en Nueva York ayudaban a financiar las campañas electorales chavistas, después de quedarse con elevadas sumas y pagar a otras personas de la red. Efraín Campo Flores, ahijado del presidente y criado en su hogar, y Francisco Flores de Freitas contribuyeron con parte de las ganancias de su negocio ilícito a la campaña presidencial de Maduro de 2013 y presuntamente también iban a aportar fondos para la campaña de las legislativas del 6 de diciembre, de acuerdo con el confidente que condujo a la detención de los dos jóvenes, según fuentes próximas al caso.”

            La gravedad de la información echa una terrible sombra de duda sobre la integridad ética de la presidencia y adelanta suficientes elementos de juicio como para que los organismos internacionales pertinentes a los que Venezuela está adscrita, y que implican derechos pero también deberes de conducta jurídico-políticos, caractericen al régimen como un Narco Estado, pues en el caso en cuestión no se trataría tan solo de  aprovecharse de recursos mal habidos, sino de promoverlos y organizarlos:

            “Nuevos detalles refuerzan la sospecha de la probable implicación de la propia presidencia de la república en la operación que pretendía introducir 800 kilos de cocaína en Estados Unidos. Como denuncia el confidente, quien previamente ya había trabajado con la red familiar de Maduro, el ahijado de este y su primo, ambos sobrinos de Cilia Flores, esposa del presidente, sacaban habitualmente la droga desde la Rampa 4, el área del aeropuerto internacional de Maiquetía reservada al jefe del Estado.”

            Si el Departamento de Estado, la OEA e incluso MERCOSUR ante requerimientos del posible futuro presidente argentino Mauricio Macri tuviera que aplicar la Carta Democrática y exigir el cumplimiento de las sanciones previstas, el artículo aparecido hoy en el afamado ABC de Madrid ofrece concluyentes detalles:

            “Los dos jóvenes volaron a Haití con el cargamento de droga custodiados por dos miembros de la Casa Militar presidencial, en función de guardaespaldas, y pilotados por un militar de alto rango, el teniente coronel Pedro Miguel Rodríguez González. De copiloto viajó el también militar Pablo Urbano Pérez. Para realizar esa misión, el teniente coronel Rodríguez González, mando en activo de la Fuerza Aérea Venezolana, tuvo que haber pedido autorización para ausentarse de su normal ocupación. Por otra parte, sorprende que alguien de ese rango se haga cargo de un vuelo en principio menor y además civil (el jet pertenece a una constructora) si no es porque conoce el valor de la operación.”

            Por si no bastara con informaciones de sucesos tan relevantes, que sitúan al gobierno de Nicolás Maduro a la luz de actividades criminales incompatibles con la existencia de un Estado de Derecho, en la misma edición del mismo periódico una de las figuras más relevantes del escenario político mundial, el socialdemócrata Felipe González, califica al régimen presidido por Nicolás Maduro de “tiranía arbitraria”. El concepto es redundante, pues la esencia de una tiranía radica precisamente en la absoluta arbitrariedad del tirano, pero deja colar la naturaleza anti histórica, contra natura, ilegítima y perfectamente prescindible de la tiranía madurista.

            Que tal caracterización en un estadista que conoce perfectamente la tesitura, el rango y la significación implícita de los adjetivos, pues además de político es abogado, pretende deslindar terrenos entre tiranías no arbitrarias - ¿Cuba?- y la satrapía venezolana apunta a las instancias jurídicas como propias para tratar la naturaleza criminal del gobierno de Nicolás Maduro, se vio confirmado por un hecho inédito en la historia de las relaciones entre Venezuela y cualquier otro país de la región y del mundo: La Tercera, el más leído de los periódicos chilenos, trajo ayer la noticia según la cual la Corte Suprema de Justicia chilena  había ordenado al gobierno de la presidenta socialista Michelle Bachelet instar a la OEA a ocuparse de las graves violaciones a los derechos humanos que se suceden en Venezuela y tratar, en particular, el caso de las criminal condena a 14 años de prisión del joven líder político venezolano Leopoldo López. La inmediata respuesta del jefe de su gabinete, Jorge Burgos, informando que su gobierno acataría la disposición de la CSJ, demuestra el ánimo en que se encuentra el país. El País, de Madrid, en su edición de hoy, titula por su parte en portada: Chile, obligado por ley a interceder por los presos venezolanos. La Corte Suprema acoge un recurso de protección a favor de Leopoldo López y Daniel Ceballos.”

            Esto sucede a horas de un hecho que puede darle un giro trascendental al ánimo de la comunidad hispanoamericana: las elecciones presidenciales argentinas. El más que previsible triunfo de Mauricio Macri y el cumplimiento de su promesa de movilizar de inmediato el aparato diplomático del nuevo gobierno para exigir sanciones contra el gobierno de Nicolás Maduro anuncia una suma de actos que acorralarán a quien se verá seriamente cuestionado por la ciudadanía el 6 de diciembre próximo.

            No es ninguna exageración: el gobierno de Nicolás Maduro se encuentra entre la espada de la justicia y la pared de una comunidad y una opinión pública internacionales que no parecen dispuestas a seguir tolerando sus crímenes de lesa humanidad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario