GOBERNABILIDAD DEMOCRÁTICA Y PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN AMÉRICA LATINA.
COMUNICADO
El resumen que se reproduce a continuación es el resultado de la reunión de líderes políticos iberoamericanos y expertos organizada por la Fundación Forum 2000 y por la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano, los días 25 y 26 de Febrero del 2016, en San José, Costa Rica.
Participaron en este encuentro el ex Presidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz, Oscar Arias Sánchez, el ex Presidente del Gobierno de España, Felipe González, el ex-presidente de Bolivia, Jorge Quiroga Ramírez, el eminente político y diplomático mexicano, Jorge G. Castañeda, la ex-gobernadora de Puerto Rico, Sila M. Calderón y el ex-secretario general de la presidencia de la República de Chile, John Biehl del Río.
En el encuentro se discutieron las deficiencias de los sistemas democráticos de América Latina en general, especialmente las de los sistemas políticos de Venezuela, Cuba y Nicaragua, y se identificaron una serie de deficiencias, amenazas y retos, asi como ideas y sugerencias para fortalecer las democracias en la región e iniciar las transiciones hacia la democracia por demasiado tiempo aplazadas.
DEFICIENCIAS Y RETOS
La falta de valores democráticos de los gobernantes de Cuba, Nicaragua y Venezuela y su irrespeto de las libertades cívicas y de los derechos humanos en general, impiden el desarrollo de sus sociedades y la realización plena de sus nacionales.
La naturaleza anti-democrática y de vocación totalitaria de algunos gobiernos de la región, entre los que se destacan los de Cuba, Venezuela y Nicaragua, se ha hecho inocultable y no puede continuar siendo ignorada por los gobiernos democráticos de América Latina y del mundo.
Han surgido graves obstáculos institucionales y políticos para transiciones democráticas, como está ocurriendo en Venezuela, donde la Presidencia de la Republica y el Tribunal Supremo de Justicia que esta domina, desconocen la legitimidad incuestionable de la nueva Asamblea Nacional electa el 6 de Diciembre pasado.
Las instituciones democráticas y de derechos humanos, tanto nacionales como regionales, son frágiles y en ocasiones han sido secuestradas por fuerzas no democráticas, como es el caso de los tres países mencionados, así como de Bolivia y Ecuador.
En algunos países, la debilidad y división de la oposición política y de la sociedad civil las hace incapaces de cumplir con su rol en el sistema democrático. Debe señalarse que Venezuela constituye una excepción.
Las instituciones internacionales muchas veces no cumplen adecuada y oportunamente con su rol de promoción y protección de Derechos Humanos y de fortalecimiento de la gobernabilidad democrática.
Constituye motivo de profunda preocupación la ausencia casi completa de denuncia del progresivo socavamiento de valores e instituciones democráticas en los cinco países del ALBA, y llamamos la atención de los gobiernos democráticos de la región sobre su obligación de proteger sus democracias, cumpliendo y haciendo cumplir los tratados internacionales que han firmado y ratificado, especialmente en el marco de la Organización de Estados Americanos y de la Organización de Naciones Unidas.
Las inversiones y la concesión de créditos extranjeros, cuando son otorgados por motivaciones políticas, siempre han constituido un riesgo para la soberanía y la gobernabilidad democrática de los países de la región.
IDEAS Y SUGERENCIAS
La solidaridad regional en defensa de los valores y de las instituciones democráticas, tanto la de los gobiernos, como la de las sociedades civiles, es de primordial importancia para la protección y fortalecimiento de la gobernabilidad democrática.
Venezuela se encuentra al borde de una catástrofe humanitaria, y la grave crisis alimentaria y de medicinas que sufre ese país requiere de una acción urgente, decidida y eficaz de todo el Estado venezolano y de la comunidad internacional. El esfuerzo mancomunado para resolver esta grave crisis se ha visto impedido por el bloqueo de la gobernabilidad democrática causado por el desconocimiento de la legitimidad de la nueva Asamblea Nacional por el gobierno de Venezuela. Se ha hecho urgente que la comunidad hemisférica condene en términos inequívocos esta actitud irresponsable del gobierno del Presidente Maduro, y persuadirlo de que permita que la solidaridad internacional con el pueblo de Venezuela pueda ayudar a evitar la catástrofe humanitaria que se ve venir.
En los tres países es necesario revertir el autoritarismo asegurando la independencia de los poderes públicos y relegitimando y fortaleciendo las instituciones democráticas nacionales donde todavía existen. Solo así podrán restablecerse los sistemas de pesos y contrapesos democráticos indispensables para la gobernabilidad democrática.
No hay democracia con presos políticos. Es indispensable que sean liberados todos, y que con ese fin los gobiernos democráticos de la región se solidaricen de manera activa y eficaz con su justa causa.
Es motivo de optimismo el que, a pesar de la opacidad y de las prácticas fraudulentas habituales, las oposiciones democráticas de Argentina, Venezuela y Bolivia hayan logrado recientemente brillantes victorias electorales. Ello en nada disminuye la importancia de contar en toda elección con una observación internacional creíble, como la que ofrecen la OEA, la ONU y la Unión Europea.
Los gobiernos de la región deberían considerar responsablemente sus compromisos económicos externos, especialmente cuando pudieran implicar severas limitaciones a su futuro desarrollo soberano y democrático.
Oscar Arias Sánchez
Jorge G. Castañeda
Felipe González Márquez
Jorge Quiroga Ramírez
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