por: Valentín Arenas Amigó
El Soberano, que es el pueblo, tiene dos maneras distintas de
expresar la voluntad popular, para elegir o salir de un gobierno. Una
de ellas son las elecciones siempre que el árbitro electoral (C.N.E)
ofrezca garantías de imparcialidad. La otra es la protesta pacífica en
las calles que autoriza el artículo 68 de la Constitución.
Más fácil
es la primera pero cuando la parcialidad existe la segunda puede
utilizarse también para que el pueblo exprese su voluntad.
Durante esta revuelta que llaman revolución, se practicó en el año
2002 la democracia desde la calle cuando ante la protesta pública de
seiscientos mil ciudadanos contra Hugo que fueron frente a
Miraflores, el General Lucas Rincón “le solicitó la renuncia, la cual
aceptó” y salió para la Orchila rumbo a la Habana.
Quien aceptó la voluntad del pueblo venezolano, expresada no en unas elecciones sino
en la calle, fue el mismo que el 4 de Febrero de 1992 intentó un golpe
de Estado que fue un fracaso y terminó en la cárcel. Esto prueba que
la voluntad del pueblo se puede expresar igual en una urna electoral
que facilite el C.N.E. o en plena calle a través de una protesta
pacífica que sirve también para que el pueblo exprese qué es lo que
quiere porque el único Soberano es el pueblo, no el gobierno, y lo
mismo que lo eligió puede sustituirlo.
El pueblo y nadie más que él.
Es más fácil votar en un colegio electoral siempre que el C.N.E. y
sus rectores le garanticen al Soberano que su voluntad no solo será
consultada sino también RESPETADA y proclamada la decisión tomada por
el pueblo que es quien tiene la última palabra en una democracia
verdadera. Pero si esta seguridad no existe o se duda de ella entonces
lo mejor es votar en la calle convocando una protesta popular a
través de la cual el pueblo exprese su voluntad.
La Asamblea, autoridad legislativa convocará al pueblo a que se exprese y cuidará
que su expresión sea libre y respetada. El Ejecutivo queda obligado a
mantener el orden público y la paz social que son las condiciones
favorables para que el Soberano pueda expresar, pacífica pero
elocuentemente, cuál es su voluntad en la calle.
La Historia es una maestra. Recordemos lo que sucedió en Abril
/2002 cuando apenas 600.000 venezolanos protestaron frente a
Miraflores, Lucas Rincón le pidió la renuncia a Chávez, la cual
aceptó. Se fue a la Orchila vía Cuba. Si despues del desastre que
estamos viviendo con el sucesor el Soberano pueblo se van a la calle
un millón de venezolanos para solicitar pacíficamente que el
sucesor de Hugo abandone el cargo, qué hará Maduro? Se irá a la
calle para enfrentarse al Soberano que le pide la renuncia o saldrá
hacia Cuba volando para conservar libertad y vida?
La experiencia de utilizar la calle como una gran urna electoral también funciona
para que el Soberano proteste y exprese lo que quiere.
Artículo 71 de la Constitución.-“Las materias de especial
transcendencia nacional podrán ser sometidas a referendo consultivo
por iniciativa del Presidente o Presidenta de la República en Consejo
de Ministros; por acuerdo de la Asamblea Nacional, aprobado por el
voto de la mayoría de sus integrantes; o a solicitud de un número no
menor del diez por ciento de los electores y electoras inscritos
en el Registro Civil y Electoral”.
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