Estados Unidos decidirá este juevessi reconoce el genocidio que el Estado Islámico está llevando a cabo en Iraq, Siria y Libia contra los cristianos y otras minorías religiosas. El presidente de la Conferencia Episcopal, el arzobispo de Louisville Joseph E. Kurtz, publicó este lunes un llamamiento a apoyar esta petición ciudadana dirigida al secretario de Estado, John Kerry, que tiene sobre su mesa la decisión para este 17 de marzo. rónicamente, los cristianos están siendo discriminados por la política de acogida de Estados Unidos, que sí reconoce a las víctimas musulmanas del Califato.
Una resolución del Congreso apoyada por una mayoría de los dos partidos pide que la Administración del presidente Obama dé el paso que ya han dado el Parlamento Europeo, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el Gobierno de Iraq o líderes como Ángela Merkel y el Papa Francisco. La mayoría de candidatos presidenciales, tanto Demócratas como Republicanos, está a favor de que Estados Unidos reconozca la persecución de cristianos, yazidíes y kurdos por el Estado Islámico, como el primer genocidio del siglo XXI.
El criterio de Estados Unidos influye en la actitud de la Comunidad Internacional. El término “genocidio” tiene consecuencias políticas, legales y morales. Estados Unidos es uno de los países firmantes de la Convención de 1948 para la Prevención del Genocidio, lo que le obliga a una conducta de vigilancia y persecución efectiva de los crímenes de exterminio de comunidades étnicas o religiosas. Reconocer el genocidio compromete al Departamento de Estado a recoger evidencias, enviarlas a la Justicia y dictar órdenes de captura por crímenes que no prescribirán jamás. La realidad del genocidio produce, además, medidas específicas que hacen llegar ayuda humanitaria a las víctimas y les otorgan un estatuto preferencial de refugiados.
Las evidencias de las prácticas de exterminio, esclavitud y destierro contra los cristianos en las zonas sometidas por el régimen de terror del Califato son clamorosas, Este informe publicado el pasado 9 de marzo conjuntamente por la fundación Knight of Columbus y la asociación In Defense of Christians recoge decenas de casos de martirio, desplazamiento forzoso, esclavitud sexual y laboral, confiscaciones y destrucción del patrimonio monumental de una presencia cristiana en Iraq y Siria que se remonta a los primeros siglos de nuestra Era. Los cristianos expulsados de sus hogares ni siquiera son bienvenidos en los campos de refugiados donde predominan los musulmanes, y son obligados a huir a zonas más seguras bajo la protección de las comunidades kurdas y yazidíes.
La reticencia de Estados Unidos obedece a dos razones: primero, si reconoce que hay genocidio, tendrá que hacer algo; segundo, si admite que hay un propósito de exterminio de los cristianos, se indispondrá con los regímenes musulmanes de Oriente Medio, con los que Estados Unidos intenta mantener buenas relaciones. Es como la insistencia del presidente Obama en evitar las expresiones “Islam radical” o “terror islámico”, apunta este analista del American Center for Democracy. Simplemente, defender a los cristianos y a otras minorías religiosas no entra dentro de su estrategia para Oriente Medio. ¿A qué esperan España y las naciones iberoamericanas para dar el paso y llamar “genocidio” al genocidio?– V. Gago
[Con información de The National Review, United States Conference of Catholic Bishops, Stop Christian Genocide, American Center for Democracy]
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