martes, 8 de marzo de 2016
TUMEREMO
Güasipati tomorrow night…
por: Dorian García G.
Aún quedan, más de dos o tres individuos en este país que creen estar por encima de la justicia, de la verdad y el cielo.
Escuché hace minutos a Platanote hablar sobre las víctimas de la “PRESUNTA” masacre virtual de Tumeremo. No quisiera sentir lo que siento, ante el irrespeto de este desvergonzado sujeto que ocupa la silla de Miraflores, hacia las víctimas de este asesinato.
Este señor, Maduro, refiriéndose al caso expreso que “Según las primeras investigaciones, todo indicaba que era una lucha entre bandas…” Vaya desfachatez contra unos “presuntos mineros asesinados”.
Los equipos de maquillaje de la realidad se encuentran en la zona para dominar la voluntad de los posibles testigos y crear los propios “TESTIGOS ESTRELLA” para la ocasión, con el descaro que caracteriza la confiabilidad de sus investigaciones.
FRANCISCO RANGEL GOMEZ
DOS TRAGEDIAS IDENTICAS
El gobernador de la entidad, Francisco
Rangel Gómez, negó lo ocurrido para
luego retractarse y comentar que ya se
encuentran desplegados los cuerpos de
seguridad en la búsqueda de los
desaparecidos. Y es aquí donde
recordamos “EL AMPARO” historia de
horror donde Rangel Gómez debe tener
un alarmante déjá vu.
Pienso en las madres de las chicas asesinadas, en los grupos de familia, hermanos primos liquidados por estos canallas. Y estos NO son presuntos...
Compatriotas… tenemos que salir de esta aberración congregada en Miraflores que mantiene como fachada a un ser tan inepto como disminuido en capacidades intelectuales y de criterios humanistas.
Algo deberemos hacer para salir de esta caterva que parecieraprorrumpir de una historia de ficción macabra, donde un sádico ladrón, a todas luces asesino, y otro individuo poco dotado de cerebro y ningún rastro de corazón, se reparten las ruinas de un botín, otrora esplendido.
ResponderEliminarFoto de perfil de Alfredo Coronil Hartmann
Alfredo Coronil Hartmann
Público
3 min
No resulto fácil para mi publicar, este o cualquier otro artículo, sobre la horrenda, la sórdida masacre de Tumeremo. Un pueblo distante y cercanísimo en el afecto, no puedo decir que lo conozco, aunque allí cumplí mi primer año de vida, las historias y anécdotas de mis padres, con la tinta aún húmeda en sus títulos de Doctor en Ciencias Médicas, en aquella asumida aventura que se propusieron, pàra dar el ejemplo a sus propios compañeros de promoción, algunos de los cuales se acercaban a mi padre, mi tío, su hermano, Fernando Ruben Coronil, era el Inspector General de Hospitales y Presidente de la Beneficencia Pública de Caracas, Isaías Medina Angarita era viejo amigo de la casa Coronil. Mi padre, "el chino" como le decían sus amigos, decidió cortar por lo sano, estaba asimilado a la Guardia Nacional y pidieron el "último pueblo que estuviera disponible en Venezuela", mi madre fue designada directora del Hospital Santa Rosa y el viejo, médico de la frontera y cirujano del Hospital, así cumplieron sus dos años de ejercicio rural, en el mismo estado que mi abuelo, el Doctor Domingo Antonio Coronil, Profesor Titular de Derecho Civil de la UCV, había representado como diputado y dos períodos como senador y Presidente del Congreso. Así se comportaba la gente decente, sin tráfico de influencias...