22 de septiembre de 2015

UNA DICTADURA CAMUFLADA, por: Carlos Canache Mata, El Nuevo País / pararescatarelporvenir.blogspot.com 23 de septiembre de 2015



UNA DICTADURA CAMUFLADA


por: Carlos Canache Mata
  

¿Cuál es la naturaleza del régimen imperante en Venezuela, ahora presidido por Nicolás Maduro? Es una pregunta que se hacen juristas, académicos, analistas políticos y la gente común. Con abstracción de las falencias de la legitimidad de origen del actual presidente, vinculadas al fraudulento acto electoral del 14 de abril del año 2013, se plantea si Venezuela, después de la era democrática 1958-1998, tomó la deriva hacia la no-democracia.
   El tema ha cobrado nueva relevancia tras la sentencia judicial dictada el 10 de este mes contra Leopoldo López, condenándolo a casi 14 años de prisión, sin pruebas de culpabilidad en los hechos que se le imputan y sin el más mínimo respeto al debido proceso legal. El ex-mandatario español y destacado líder socialdemócrata mundial Felipe González declaró, al día siguiente de conocerse la noticia, que “Venezuela se ha convertido en una dictadura de facto, el presidente decide por el Parlamento y por la justicia”, y posteriormente ha añadido que “el juicio de orden público de Francisco Franco era más respetuoso de la legalidad” que la justicia que se aplica por el gobierno de Venezuela, encuadrando a este último en un “tipo de tiranía”. El Premio Nobel Mario Vargas Llosa, por su parte, al referirse al juicio contra Leopoldo López, dice que “esta condena se esperaba dado el régimen que gobierna en Venezuela, que es una dictadura, y que en América Latina se caracteriza por la desaparición de la libertad de prensa y por la nacionalización de televisiones o radios para tener un control absoluto de lo que se piensa en el país”. A este respecto, se pueden citar el cierre de RCTV y las arremetidas contra El Nacional, Tal Cual, el portal La Patilla y varios medios de comunicación del interior del país.
   Desde diversos flancos de la comunidad internacional también se han alzado voces cuestionando el talante democrático de fachada que exhibe el régimen chavista. No sólo se condena la sentencia contra Leopoldo López, sino que igualmente se mencionan el desacato a las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, las torturas contra presos políticos, y la negativa del CNE a aceptar la observación de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre por instancias de la ONU, la OEA y la Unión Europea.
   Se utiliza el poder judicial para la persecución política. Para el momento hay, por motivos políticos, 78 personas encarceladas, 2057 procesadas y varias decenas de exiliados. Jueces provisorios, que temen perder sus cargos, son los instrumentos que administran la represión, en vez de administrar justicia. Los juicios de los tribunales se han convertido en “paredones judiciales”, que sólo se diferencian de los juicios sumarísimos de La Cabaña cubana de los hermanos Castro en que no dictan fusilamientos físicos.
   ¿Cómo llamar todo esto? Por estar en presencia de un régimen opresivo que  pretende vestirse con los arreos de la democracia, yo digo que es una dictadura camuflada.

    

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