En la crispada admosfera internacional, con "ISIS" y el Califato Islámico, llenando de temor y de justificadas aprensiones a la calamitosa humanidad de hoy, con un Islam en el cual los protagonistas son el oscurantismo y el fanatismo homicida de sus peores tiempos, que hacen olvidar sus horas de gloria científica, literaria, militar, arquitectónica, artística.
Sus cultos y tolerantes jueces del Califato de Córdoba, donde soberanos como los omeyas, Abderraman III y Alhaquen II, regían sobre un Estado que fue sin duda el más avanzado de la Europa de su tiempo. Una universidad y biblioteca admiradas universalmente.
Pero ya entonces, apenas en el siglo X de nuestra era, durante el califato de Hixem II. Un gran político, abogado, poeta, que suplantó al débil monarca -sin deponerlo- (abogado al fin, respetaba las formas), el legendario Almanzor cometió la atrocidad de ordenar el incendio de los preciosos manuscritos, que atesoraban el saber de siglos, pronunciando las infaustas palabras del gran militar que llegó a ser, cincuenta y dos campañas victoriosas lo atestiguan, y asesinando al poeta, al abogado, al hombre de letras que había sido. Ya que: "... el imperio no necesita sabios, sino convencidos..."
Algo parecido -sin ser Almanzor- deben pensar los homicidas fanáticos de hoy, que llenan de sangre y desolación la tierra por donde pasan, alimentando una respuesta que ha de venir, porque la civilización occidental no puede limitarse a poner el cuello en el tajo, está obligada a dar una respuesta que frente a todas las atrocidades cometidas tiene que ser contundente...
En este contexto, me parece mas que pertinente resaltar la figura de un ser esclarecido, la primer mujer jefe de gobierno, en un Estado islámico, verdadera mártir de su causa, quien -como titulé en mi artículo de despedida en El Nacional- "...Regresó para morir".
Salud.
ALFREDO CORONIL HARTMANN
Itaca 7 de junio de 2015
BENAZIR BHUTTO.
"Su personalidad era fascinante, irradiaba
compromiso y firmeza con su causa, un valor lúcido y la decantada serenidad de
quien sabe qué es y para qué sirve el poder".
En días recientes ( diciembre de 2007) fuimos sacudidos con la noticia del asesinato, en
plena campaña electoral, de la compañera Zulficar Benazir Bhutto.
De apenas 54 años de edad, bella, majestuosa, con el sereno magnetismo
de quien llevaba siglos de poder y de gloria por sus venas –de hecho descendía
de una familia feudal de rango principesco– pero que había hecho de la causa
del pueblo su razón de ser y de vivir. Su padre Zulficar Ali Bhutto
(1928-1979), había sido el primer presidente de un Pakistán independiente, y posteriormente primer ministro, hasta que
fue derrocado
por un golpe militar y ajusticiado meses después.
por un golpe militar y ajusticiado meses después.
Influyeron enormemente en su formación y sensibilidad popular su vida de estudiante, los
claustros seculares de Oxford y de Harvard,
que vieron pasar su gracia y su talento.
Privilegiada de nacimiento, luchó incansablemente por elevar el nivel de
oportunidades de sus compatriotas, y atacó sin vacilar los problemas de género,
tan delicados en todo el islam. Para predicar con el ejemplo, fue la primera
mujer jefe del gobierno en un país islámico, ocupó dos veces el cargo de Primer
Ministro (1988-1990 y 1993-1996) y tenía enormes posibilidades de ganar un
tercer mandato, en una peligrosa alianza con el general
Musharraf su viejo adversario, pero con quien coincidió en la visión de un
islam no extremista y abierto a plurales alianzas.
No me cabe ninguna duda de que nadie, mucho menos ella, después
de la "ejecución" de su padre y el asesinato de sus dos hermanos,
pudiera no estar consciente del riesgo que iba a correr, pero era una política,
y la muerte, junto con males menores como el exilio y la cárcel, son riesgos
profesionales de quien escoge esa carrera de servicio público y no para
servirse del público, como parecen creer otros.
No podré nunca olvidar el brillo de su sonrisa, cuando le dije, en un
florido jardín de Lisboa (2001), que cuando volviéramos a encontrarnos deseaba
que de nuevo fuera Primer Ministro de Pakistán. Conversamos un buen rato y
posteriormente me dedicó una biografía que acababan de consagrarle.Su personalidad era fascinante, irradiaba compromiso y firmeza con su
causa, un valor lúcido y la decantada serenidad de quien sabe qué es y para qué
sirve el poder.
Esa noche, e inesperadamente, mientras tomaba con mi esposa un aperitivo
en nuestro hotel, el jefe de su escolta –con discreción que pasó inadvertida
para mí– se hizo cargo de nuestra
cuenta, al acercarme a agradecer el gesto, el impresionante personaje me dijo,
desde sus más de dos metros de altura, que era un placer para ellos, por las
palabras que habíamos tenido hacia "la Señora".
Esa maravillosa oportunidad de conocer al casi mítico personaje ocurrió
en el Congreso de la Internacional Socialista, en Lisboa, en el 2001. Cuando llegamos al hotel, entre maletas y papeles, yo no había reparado
aún en su presencia, cuando se me acercó Humberto Celli,con la cara transida de admiración y me dijo: "Mira, esa es Benazir Bhutto". Es que su presencia suscitaba la admiración general, su belleza corría pareja con su tamizada elegancia.
aún en su presencia, cuando se me acercó Humberto Celli,con la cara transida de admiración y me dijo: "Mira, esa es Benazir Bhutto". Es que su presencia suscitaba la admiración general, su belleza corría pareja con su tamizada elegancia.
Evidentemente, y pese a que el primer atentado que sufrió, en esta
campaña electoral, costó 140 vidas, ni los "esfuerzos" del gobierno
militar –y la carencia de círculos de seguridad tan eficaces como los que
cuidan a Fidel y al comandante Chávez– pudieron preservar su existencia; los
americanos terminarán escogiendo, de nuevo, "el mal menor", es decir, Musharraf, y
Pakistán se revolverá de ira y frustración.
La líder no es fácilmente sustituible, el PPP (Partido del Pueblo de Pakistan), que
fundara su padre, Ali Bhutto, buscará de quién echar mano. Ojalá lo encuentren.
Aláh se apiade de su alma; de ella que comprendió la posmodernidad y la
necesidad de cambios, no a golpe de bombas sino de leyes. Así sea.
Benazir Bhutto بينظير بھٹو | |
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11th Prime Minister of Pakistan | |
In office 19 October 1993 – 5 November 1996 | |
President | Wasim Sajjad Farooq Leghari |
Preceded by | Moeenuddin Ahmad Qureshi(acting) |
Succeeded by | Malik Meraj Khalid (acting) |
In office 2 December 1988 – 6 August 1990 | |
President | Ghulam Ishaq Khan |
Preceded by | Muhammad Khan Junejo |
Succeeded by | Ghulam Mustafa Jatoi (acting) |
Leader of the Opposition | |
In office 17 February 1997 – 12 October 1999 | |
Preceded by | Nawaz Sharif |
Succeeded by | Fazal-ur-Rehman |
In office 6 November 1990 – 18 April 1993 | |
Preceded by | Khan Abdul Wali Khan |
Succeeded by | Nawaz Sharif |
Chairperson of the Pakistan Peoples Party | |
In office 12 November 1982 – 27 December 2007 Acting until 10 January 1984 | |
Preceded by | Nusrat Bhutto |
Succeeded by | Asif Ali Zardari Bilawal Zardari Bhutto |
Personal details | |
Born | 21 June 1953 Karachi, Sindh, Pakistan |
Died | 27 December 2007 (aged 54) Rawalpindi, Punjab, Pakistan |
Spouse(s) | Asif Ali Zardari (1987–2007) |
Relations | Bhutto family |
Children | Bilawal, Bakhtawar, Asifa |
Parents | Zulfikar Ali Bhutto, Nusrat Bhutto |
Alma mater | Harvard University Lady Margaret Hall, Oxford St Catherine's College, Oxford Karachi Grammar School |
Religion | Islam |
Signature | |
Website | Official website |
Alfredo Coronil Hartmann (*)
acoronil2@gmail.com
acoronil2@gmail.com
*Abogado, politólogo, MS y PhD en Administración Pública
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