16 de junio de 2015

DESNUDOS ANTE LA ONU Y EL MUNDO Carlos Canache Mata El Nuevo País 17 de junio de 2015



DESNUDOS ANTE LA ONU Y EL MUNDO

Carlos Canache Mata


   Ya antes de la caída de los precios del petróleo, la economía del país había entrado en crisis. El precio promedio del barril del crudo venezolano en el año 2014 fue de 88.42 dólares y en el 2013 fue de 98.08 dólares, y, sin embargo, tuvimos cifras negativas del PIB, altas cifras inflacionarias y un importante déficit fiscal. El derrumbe de los precios petroleros lo que ha hecho es acelerar el desastre que se venía arrastrando.
   La realidad de la situación que vivimos quedó al desnudo con la comparecencia de la delegación del gobierno nacional el 2 y 3 de junio ante el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU, que parcialmente comentamos en la entrega pasada.
   Los representantes del oficialismo no pudieron explicar por qué importamos el 70% de los alimentos, qué ha pasado con los 3,6 millones de hectáreas de tierra expropiados, por qué hay un insoportable desabastecimiento alimentario y de medicinas, por qué se ideologiza la educación con la introducción de supuestos “valores socialistas” en los currículums escolares, por qué no se han cumplido las metas de la Misión Vivienda Venezuela, por qué ha crecido la pobreza, por qué Venezuela ocupa el puesto 168 de 175 países en la calificación de corrupción en el Índice de Transparencia Internacional, y mintieron descaradamente cuando afirmaron que el problema de los niños de la calle “fue totalmente eliminado por la revolución bolivariana” y cuando dijeron que la canasta alimentaria (24.694,21 bolívares) “está por debajo del ingreso mínimo legal” (algo más de 7.000 bolívares). Con razón, El Nacional en su editorial del  4 de este mes afirmó que los enviados del gobierno se comportaron como unos “burócratas embusteros”.
   Pero no fue sólo por la debacle que nos lleva al colapso económico que la ONU cuestionó al régimen, sino que también lo hizo por la crisis política e institucional que confrontamos. El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU declaró que “llamamos una vez más a las autoridades venezolanas a garantizar que todos los detenidos por ejercer su derecho fundamental a la libertad de expresión y de reunión sean liberados incondicionalmente y sin demora”. Se reclamó la falta de independencia de jueces y fiscales y que la gran mayoría de ellos no cuentan con una plaza fija ganada en oposición.
   Esa crisis política e institucional fue refrendada la semana pasada por la ONG World Justice  Project (WJP) que, en su Informe Anual sobre el Índice del Estado de Derecho, ubica a Venezuela en el último lugar de los 102 países analizados, por detrás incluso de países en conflicto como Afganistán y Zimbabwe. La inexistencia del Estado de Derecho la padecemos los venezolanos y la sabe todo el mundo. Maduro se “enfermó” para que, con sutil diplomacia vaticana,  el Papa Francisco no se la enrostrara.

   A estas alturas, a este gobierno nadie le ofrece ni harapos para vestirse. Seguirá desnudo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario