Brújula Diplomática
¿Enfrentamiento con todos los vecinos?
Por: Milos Alcalay
La reciente publicación en Gaceta Oficial del Decreto 1787 ha generado una indignación de los países vecinos que protestaron por la manera unilateral como se fijaron las fronteras, creando además “Zonas Operativas de Defensa Integral Marítima e Insular” Atlántica, Central y Occidental.
El tema de la delimitación de las fronteras terrestres y marítimas es un tema delicado que debe resolverse de manera equilibrada pero firme, y para ello es necesario poder definir una Política de Estado, en la que deben considerarse los aportes que forman parte del patrimonio histórico que ha caracterizado la actuación venezolana durante décadas, e incorporar la participación de los negociadores del pasado, de los académicos y especialistas que conocen los alcances jurídicos y del Derecho Internacional, de los dirigentes políticos, de los militares y de la opinión pública en general.
En el tema de fronteras la actual Administración ha ido de un extremo al otro: inicialmente pecó por defecto, ya que la “diplomacia bolivariana” no actuó jurídicamente cuando debía hacerlo, para luego asumir una decisión que se ubica en el otro extremo, para pecar por exceso con el Decreto aprobado. Algunos analistas ven con simpatía el Decreto porque alegan que la posición de los militares influyó para marcar una respuesta que pusiera fin al silencio de los últimos tres lustros. Pero lo cierto es que las áreas definidas unilateralmente, ponen en peligro la defensa de nuestra soberanía, además de imprimirle un mensaje guerrerista invocando prácticamente la definición de un “mare nostrum” sin tener en cuenta el arte y la ciencia de la diplomacia, que debe buscar los mecanismos de solución pacifica de las controversias como señala la Carta de las Naciones Unidas.
La torpeza de los alcances del Decreto, ha unido a países vecinos como Guyana y Colombia, quienes han emitido notas de protesta y anunciado que procuraran otros mecanismos que aclaren la nueva definición arbitraria. Otros países vecinos como Surinam o la Guayana Francesa, se sienten igualmente afectados, pero a pesar de su malestar no han reaccionado públicamente todavía, a lo que se suma el descontento de las Antillas Neerlandesas, que también se consideran afectadas por el tono de la definición. Guyana anunció que llevaría ante los Jefes de Gobierno del Caricom, los primeros días de Julio una posición dirigida a los Países del Caribe, con lo que se corre el riesgo de otras respuestas que pondrían en peligro todos los esfuerzos de estar presentes en el Mar Caribe.
Lo cierto es que si no se lleva el tema fronterizo con la necesaria cautela, y en la próxima reunión de la Asamblea Nacional ya anunciada, se procede a usar un lenguaje guerrerista, sin tener en cuenta la preocupación de nuestros vecinos, o acusar a los diputados de oposición como “traidores a la Patria” por no unirse de manera incondicional a los errores producto de la improvisación, sería muy grave.
Pero si ante el creciente deterioro del Gobierno por la crisis humanitaria, económica, social, política e institucional, se procura crear una cortina de humo para obtener respaldos “patrióticos”, se corre un riesgo mayor, porque además de poner en peligro nuestras fronteras, repetiría errores de Gobernantes como Videla con las Malvinas, cuyos resultados fueron desastrosos. La delimitación arbitraria fijada, lejos de defender nuestra soberanía, más bien pone en riesgo las legítimas aspiraciones fronterizas de Venezuela, por lo que es necesario que se revise con mucho cuidado el rumbo emprendido y se convoque a todos los sectores del país para encontrar una posición común.
__._,_.___
No hay comentarios:
Publicar un comentario