Sin militares no hay paraíso
Por: Luis José Semprum
Después de leer el extraordinario libro de Emili Blasco, titulado “Bumerán Chávez” (http://to.ly/Un0X), queda claro que Venezuela no es víctima de un mal gobierno, sino de una mafia de ladrones, narcotraficantes y asesinos, dispuestos a todo con tal de mantenerse en el poder.
Hay que ser bien pendejo para creer que estos criminales saldrán de Miraflores a punta de votos. Solamente podrán ser desalojados a través de una actuación constitucional de las Fuerzas Armadas, como ocurrió el 23 de enero de 1958.
Muchos piensan que los militares no harán nada, porque son todos chavistas, corruptos y represores; pero están equivocados. Es verdad que el Alto Mando está comprometido con el Régimen, pero no todos los oficiales son iguales.
Sin embargo, no es fácil para un militar institucional cumplir con su deber de enfrentar a esta mafia; en parte porque sus superiores son corruptos; y en parte porque los partidos opositores dicen que “un golpe es lo peor que podría ocurrir” (http://to.ly/Un1T).
Corresponde entonces a la sociedad civil auspiciar y defender un movimiento militar que derrote a la mafia que ocupa Miraflores, expulse a los invasores cubanos, y neutralice los colectivos armados.
¿Y cómo lograrlo? Fomentando una gran corriente de opinión en favor de una intervención castrense. Es decir, haciéndole saber a los militares que, si cumplen con su deber de recuperar la democracia, tendrán todo el apoyo del pueblo venezolano y contarán con civiles calificados para acompañarlos en la gestión de gobierno.
Quienes se escandalicen con esta propuesta no saben dónde están parados. Los malandros solo entienden el lenguaje de la fuerza. Sacarlos de Miraflores no es un golpe, sino un imperativo moral. Y si no es para defendernos en momentos como éstos, entonces ¿para qué fueron creadas las Fuerzas Armadas?
Hay que ser bien pendejo para creer que estos criminales saldrán de Miraflores a punta de votos. Solamente podrán ser desalojados a través de una actuación constitucional de las Fuerzas Armadas, como ocurrió el 23 de enero de 1958.
Muchos piensan que los militares no harán nada, porque son todos chavistas, corruptos y represores; pero están equivocados. Es verdad que el Alto Mando está comprometido con el Régimen, pero no todos los oficiales son iguales.
Sin embargo, no es fácil para un militar institucional cumplir con su deber de enfrentar a esta mafia; en parte porque sus superiores son corruptos; y en parte porque los partidos opositores dicen que “un golpe es lo peor que podría ocurrir” (http://to.ly/Un1T).
Corresponde entonces a la sociedad civil auspiciar y defender un movimiento militar que derrote a la mafia que ocupa Miraflores, expulse a los invasores cubanos, y neutralice los colectivos armados.
¿Y cómo lograrlo? Fomentando una gran corriente de opinión en favor de una intervención castrense. Es decir, haciéndole saber a los militares que, si cumplen con su deber de recuperar la democracia, tendrán todo el apoyo del pueblo venezolano y contarán con civiles calificados para acompañarlos en la gestión de gobierno.
Quienes se escandalicen con esta propuesta no saben dónde están parados. Los malandros solo entienden el lenguaje de la fuerza. Sacarlos de Miraflores no es un golpe, sino un imperativo moral. Y si no es para defendernos en momentos como éstos, entonces ¿para qué fueron creadas las Fuerzas Armadas?
http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/23506-sin-militares-no-hay-paraiso
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El abogado Luis José Semprum Hernández, hace un categórico artículo, muy valioso, ya que es el enfoque de un joven profesional, con hondas raíces familiares en el devenir de Venezuela. Salud
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