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DE LA “BARRACA DE HIERRO” A LA”CASA DE CRISTAL”
por: Carlos José Sarmiento Sosa
Dícese que Josef Goebbels, el sanguinario y cruel ministro de propaganda del nacional-socialismo alemán, afirmó algún día: “[…] miente, miente, miente que algo quedará, mientras más grande sea una mentira más gente la creerá!”. No se sabe ciertamente si el sicópata de marras hizo uso de esa expresión, pero hay pruebas evidentes de que el nazismo mintió reiteradamente hasta el mismo momento en que Hitler optó por abandonar este mundo por la pequeña rendija del suicidio, mientras Goebbels se encargaba de asesinar a sus propios hijos para luego tomar junto con su esposa la misma indigna y cobarde decisión que su jefe.
A la par de la mentira, caminaba el secreto de las decisiones oficiales, de manera que todo se manejaba sigilosamente, circunscrito al íntimo grupo de colaboradores de Hitler. Campos de concentración adonde alojar a millones de judíos, junto gitanos, delincuentes y homosexuales, para luego llevarlos a las tenebrosas cámaras de exterminio bajo el pretexto de que se trataba de centros de trabajo precedidos de la edulcorante frase Arbeit macht frei, o lo que es lo mismo: El trabajo libera.
Pero los campos de exterminio no eran las únicas mentiras y secretos. Investigaciones a lo largo de los años a partir de 1945 han logrado desclasificar de documentos que revelan cómo se manejaban actividades encubiertas bajo fachadas legales.
Y es que, en violación a los sagrados principios de la transparencia y del acceso a la información, se establecen velos que son tapados con falsedades y reservas, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (SC-TSJ) que liberó inconstitucionalmente al Banco Central de Venezuela de cumplir su obligación legal de informar al país sobre los indicadores económicos, arrebatándole a los ciudadanos sus derechos a la trasparencia gubernamental, de acceso a la justicia y de acceso a la información administrativa.
La decisión de la SC-TSJ también atenta contra la Convención Interamericana de los Derechos Humanos o Pacto de San José y contra la Declaración de Principios para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en los que priva el principio de que el acceso a la información en poder del Estado es un derecho fundamental de los individuos. Y todo esto tiene su origen en la conducta omisiva del Banco Central de Venezuela al no publicar las cifras económicas del país desde diciembre de 2014, lo que constituye un ocultamiento de una información que debería ser del conocimiento público, afectando de esta manera los derechos del ciudadano quien tiene todo el derecho a saber tales cifras, con el agravante de que la sentencia facilita a que todos los entes del Estado la utilicen como soporte para acogerse al secreto y utilizar la mentira.
El doctor Allan Brewer-Carías ha analizado el secretismo y la mentira oficiales en un estudio titulado “De la Casa de Cristal a la Barraca de Hierro: el Juez Constitucional vs. El derecho de acceso a la información administrativa” y lo ha confirmado en otro denominado “EL SECRETO Y LA MENTIRA COMO POLÍTICA DE ESTADO Y EL FIN DE LA OBLIGACIÓN DE TRANSPARENCIA”. Luego de analizar ambos ensayos hay que concluir en que lo que se impone es sustituir la “Barraca de Hierro,” donde se impone la mentira y el secreto -la “tramparencia”-, por la “Casa de Cristal” donde resplandezca la transparencia.
Contacto: aipop@aipop.org / www.aipop.org Dr. Carlos J. Sarmiento Sosa Por la Calidad de Vida del Venezolano Políticas Públicas y Realidad Na
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