ALFREDO CORONIL HARTMANN
Itaca 23 de agosto de 2015.
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La mayor canallada desde la
Independencia
Nuestra Constitución es capitalista, busca la prosperidad y allí no hay
“revolución”, ni “socialismo”, ni “comuna”, está Bolívar y no Marx
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Ya a estas alturas estoy proponiendo que se ajuste la juramentación de los funcionarios del Estado y los militares a la realidad, del: Jura Usted defender la Constitución a Jura Usted defender cualquier otra cosa porque la primera ha perdido ya absolutamente todo el sentido. Venezuela sufrió dos golpes de Estado y entró en una renovación constitucional nada menos que a través de una Asamblea Constituyente, el pueblo refrendó la Constitución a través del voto y negó una reforma para implantar el socialismo. Es decir el Poder Constituyente creó una Constitución liberal, el pueblo refrendó la Constitución liberal y el pueblo impidió que se eliminara el carácter liberal de la Constitución.
Por eso en nuestra carta magna no existe la palabra ‘revolución’, ni existe la palabra ‘socialismo’, ni ‘comuna’, ni tal cosa como un “poder comunal”. En la Constitución no existe un régimen económico semejante al que han tratado de imponer, de hecho, la Constitución Bolivariana es profundamente antimarxista, anticomunista y anti socialista básicamente porque maneja los conceptos tan ampliamente explicados y adversados por el propio Marx, sobre el Estado como garante de la propiedad.
La Constitución Bolivariana es capitalista por cuanto (Art. 112) todos pueden dedicarse libremente a la actividad económica de su preferencia y establece clarito que el Estado promoverá la iniciativa privada, dejando más clarito todavía que debe garantizar primero la creación de la riqueza para luego hacer una justa distribución de ésta. La Constitución Bolivariana paradójicamente es Capitalista y propugna la acumulación de capital (Artículo 115). Y no solamente garantiza el derecho de propiedad sino el derecho al uso, goce, disfrute y disposición de sus bienes (en plural), prohibiendo expresamente lo que hacen a cada rato el chavismo y la revolución: la confiscación de los bienes privados. La Constitución venezolana es capitalista porque para que a Usted le expropien su bien, primero debe constitucionalmente abrirse un juicio, le garantiza a usted llevar a su perito, el estado lleva a otro y nombran a uno imparcial, acuerdan el justiprecio entre los tres y allí, solamente cuando a Usted le entreguen su cheque, es cuando el Estado ocupar ese bien.
La Constitución Bolivariana es capitalista por cuanto obliga al gobierno a promover la prosperidad ( Art. 2), los órganos de seguridad ciudadana deben actuar frente a situaciones que constituyan amenaza, vulnerabilidad o riesgo para la integridad de las propiedades de las personas (Art. 58) está obligado a proteger la propiedad científica, las invenciones, innovaciones, denominaciones, patentes, marcas y lemas (Art. 98). La Constitución Bolivariana es capitalista por cuanto el artículo 117 establece que “Todas las personas tendrán derecho a disponer de bienes y servicios de calidad” y defiende el derecho “a la libertad de elección” de los productos que Usted desee comprar.
El régimen socioeconómico de Venezuela establecido por una Asamblea Nacional Constituyente, refrendado y protegido por dos votaciones consultivas es capitalista, el artículo 299 establece que se fundamenta en el capitalismo liberal y sus principios (democracia, eficiencia, libre competencia y productividad). Establece que “El Estado conjuntamente con la iniciativa privada promoverá el desarrollo armónico de la economía nacional con el fin de generar fuentes de trabajo, elevar el nivel de vida de la población y fortalecer la soberanía económica del país” El régimen capitalista y liberal establecido por el constituyente establece que “el gobierno garantizara la seguridad jurídica, solidez, dinamismo, sustentabilidad, permanencia y equidad del crecimiento de la economía, para lograr una justa distribución de la riqueza mediante una planificación estratégica”.
La Constitución Bolivariana está fundamentada (Art. 1) “en la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador”. Quien era antimarxista y a quien Marx llamó con desprecio “el canalla más cobarde, brutal y miserable. Bolívar es el verdadero Soulouque” el esclavo devenido en emperador de Haiti. Marx no solo lo odiaba sino que consideraba que su “doctrina” fuente de nuestra Constitución liberal era tan repugnante como la de Napoleón y expresó que Bolívar “delegó la conducción de la cosa militar y restringió sus actividades a las entradas triunfales, los manifiestos y la proclamación de constituciones”. En (Bolivia) “sometida a las bayonetas de Sucre, Bolívar dio curso libre a sus tendencias al despotismo y proclamó (su Constitución), remedo del Code Napoleón” algo que Marx odiaba tanto como a Bolívar. Por eso si el padre de la Patria fue influenciado por algún socialista, lo fue de Saint Simón, es decir el padre de la tecnocracia y el gobierno de los industriales. Si Bolívar siguió a alguien seria a Robert Owen, quien además de filósofo y socialista, era industrial y uno muy grande, un gran reformador del capitalismo, dentro del capitalismo y aborrecía la idea de una “lucha de clases”.
Debemos tener muy claro que la Constitución Bolivariana es capitalista y liberal porque (Art. 2) “propugna como valores superiores” (entre otros) la libertad, la democracia y el pluralismo político. El Gobierno, advierte, no puede imponer el centralismo, está obligado a respetar la “alternancia política” y debe ser “pluralista” (Art. 6) mandatos éstos que hoy un grupo minoritario de venezolanos en el poder están violando, influenciados por ideas extranjeras. Contraviniendo la normativa constitucional pretenden hoy imponernos un régimen marxista y una Revolución contraria al pensamiento de Bolívar, nuestros próceres y el poder constituyente, contra el pueblo que somos todos y a esta fecha han violado 178 artículos de la Constitución. Ahora bien, que ante semejante abuso de poder y violación reiterada de la Constitución y las leyes, que a los venezolanos, juramentados o no, poco o nada les importe su Constitución, es por mucho el mejor ejemplo de lo que somos y la mayor canallada desde nuestra independencia
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