---------- Mensaje reenviado ----------
De: Eleonora Bruzual <ebruzual@gmail.com>
Fecha: 28 de julio de 2014, 21:23
Asunto: Shimon Peres por Alfredo Coronil Hartmann
Para: Alfredo Coronil <acoronil2@gmail.com>
Aproximación personal
RESUMEN DE UNA VIDA
Secretario General del movimiento juvenil Hanoar Ha’oved Vehalomed 1943
• Responsable de personal y compra de armas de la Haganá 1948
• Vice-Director General del Ministerio de Defensa 1952
• Director General del Ministerio de Defensa de Israel 1953 – 1959
• Miembro de la Knéset 1959 – 2007
• Vice Ministro de Defensa 1959 – 1965
• Ministro de Absorción e Inmigración 1969
• Ministro de Transporte y Comunicaciones 1970 – 1974
• Ministro de Defensa 1974 – 1977; 1995 – 1996
• Líder del Partido Laborista 1977–1992; 1995–1996; 2003–2005
• Vice Presidente de La Internacional Socialista 1978
• Primer Ministro 1984 – 1986; 1995 – 1996
• Vice Primer Ministro 1986 – 1990; 2004 – 2007
• Ministro de Relaciones Exteriores 1986 – 1988; 1992 – 1995; 2001 – 2003; 2004 – 2005
• Ministro de Economía de Israel 1988 – 1990
• Presidente de la oposición en la Knéset 1990 – 1992;
• Ministro de Desarrollo Regional 1999 – 2001; 2006 – 2007
• Presidente de Israel. 2007-2014
Alfredo Coronil Hartmann
Abogado, internacionalista y político venezolano
acoronil2@gmail.com
De: Eleonora Bruzual <ebruzual@gmail.com>
Fecha: 28 de julio de 2014, 21:23
Asunto: Shimon Peres por Alfredo Coronil Hartmann
Para: Alfredo Coronil <acoronil2@gmail.com>
Shimon Peres por Alfredo Coronil Hartmann
28 de julio de 2014
Shimon Peres, es un raro arquetipo de político, maestro del claro oscuro, de la maniobra fina, la diplomacia secreta está en su naturaleza, no es ni halcón ni paloma, es una ave nocturna, que se siente más cómodo sentado frente a un escritorio a media luz que bajo los rayos inclementes de la gloria. Voz metálica, rostro abierto bajo la abombada frente, mirada grave, sonrisa imperceptible.
Abandonando la cómoda vida que le ofrecía su familia, comerciantes en madera, establecidos en Vichneva, pueblo judío de la Rusia blanca, que fuera anexado a Polonia en 1918 y que hoy forma parte de Bielorusia, el muy joven Shimon Persky, desembarca a los once años en Palestina, en el verano de 1934. Tres años más tarde se suma al movimiento de la juventud obrera. A los 18 años abandona el colegio privado donde estudiaba en Tel-Aviv para iniciar la aventura de la vida al aire libre y los riesgos inherentes a los Kibboutz. Adhiere a las filas de la Haganah clandestina.
A los veinte años resuelve viajar por medio de la vieja fórmula del autostop, venezolanamente “pidiendo cola”, así como cualquier estudiante, se coloca en el borde de la carretera de Haifa, varios vehículos pasan sin detenerse, repentinamente, corno ocurre en estos casos, un conductor se apiada del pobre y calcinado peatón, el conductor se llamaba David Ben Gurion, -la cita decidida por “alguien” en “alguna” parte era con el destino y con la Historia y se había cumplido-. El camino era largo y el gran líder, prolijo conversador, cuando llevaban como una hora de viaje le preguntó súbitamente al joven “Tú sabes ¿por qué Trotski no era un hombre de estado? Y respondiéndose él mismo, porque él no quería ni la guerra ni la paz. Lo único que cuenta es la decisión”. La decisión estaba tomada, Shimon será el hombre de “el viejo león”.
Su primera misión será el contrabando de armas a través del Neguev. Cae preso de los ingleses y pasa un mes en la cárcel de Beersheba, es allí donde decide convertir el Persky en Peres. Después de la guerra sale por primera vez como delegado a un congreso sionista a celebrarse en Basilea, su compañero de viaje será quien, a lo largo de toda su vida política estará siempre a su lado o en su contra: Moshe Dayan. Desde entonces se convertirá en el más activo viajero y eficaz personero de la “Diplomacia secreta”, que es la realmente importante y no la de las bambalinas y los micrófonos.
Después una breve pasantía por el Estado Mayor, durante todos los 8 combates de 1948. Continúa sus labores de gran proveedor de insumos y material bélico, para obtenerlos en el extranjero tras, miles de aventuras, da por primera vez su medida en los Estados Unidos, donde monta una pequeña fábrica aeronáutica clandestina, cerca de Los Ángeles, transformando en Kibboutz la lujosa residencia de aquella rubia cantante que, al lado del barítono Nelson Eddy, hiciera suspirar a nuestros abuelos, cuando interpretaba operetas y revistas musicales que hicieron época, me refiero desde luego a Jeannette MacDonald.
En 1952 regresa a Israel, y Ben Gurion lo catapulta directamente al cargo de Director General del Ministerio de la Defensa, cuando apenas cuenta 29 años, simultáneamente nombra a Dayan Jefe del Estado Mayor, demostrando un audaz sentido de la renovación partidista, que no dejó de crearle a Peres peligrosas envidias y resistencias entre la vieja guardia y algunos de sus contemporáneos.
Peres se dedica a diversificar las fuentes de suministros militares, el gobierno de Eisenhower hace una apertura hacia Nasser, Peres recurre directamente a los franceses, ya que tenía excelente amistad con el Gral. Köenig, Ministro de Defensa de Pierre Mendes-France, relaciones que luego mantuvo igualmente con el Gobierno de Edgar Faure, así encuentra los primeros tanques, cañones y aviones de combate, pero paralelamente crea en Israel una industria aeronáutica, luego una industria electrónica, y más tarde una nuclear, en Dimona, camuflada de industria textil, con la cooperación de los franceses.
Una trayectoria semejante no se cumple impunemente y Peres encuentra en su camino peligrosos adversarios, el más importante, una líder sindical, ruda y agresiva: Golda Meir. Su fidelidad ejemplar a Ben Gurion lo lleva a acompañarlo en la quimérica empresa de la formación de un nuevo partido, no creo que Peres creyese en el éxito, pero fue fiel al compromiso que se había sellado aquella soleada tarde en la carretera de Haifa.
La guerra de 1967 salva su carrera y lo coloca de nuevo en posición de negociar, impone a Dayan en el gobierno de Eskhol-Golda, con el apoyo de Begin. Demostrando que había aprendido del mal paso final de Ben Gurion, Peres vuelve al redil, asumiendo la sub-secretaria general del partido Laborista. Lo demás es historia reciente, un pacto, una coalición lo lleva finalmente al poder, allí se encuentra dirigiendo un pequeño y poderoso país que es una de las llaves que puede abrir o cerrar las puertas de la humanidad al Armagedón de las escrituras…
Abandonando la cómoda vida que le ofrecía su familia, comerciantes en madera, establecidos en Vichneva, pueblo judío de la Rusia blanca, que fuera anexado a Polonia en 1918 y que hoy forma parte de Bielorusia, el muy joven Shimon Persky, desembarca a los once años en Palestina, en el verano de 1934. Tres años más tarde se suma al movimiento de la juventud obrera. A los 18 años abandona el colegio privado donde estudiaba en Tel-Aviv para iniciar la aventura de la vida al aire libre y los riesgos inherentes a los Kibboutz. Adhiere a las filas de la Haganah clandestina.
A los veinte años resuelve viajar por medio de la vieja fórmula del autostop, venezolanamente “pidiendo cola”, así como cualquier estudiante, se coloca en el borde de la carretera de Haifa, varios vehículos pasan sin detenerse, repentinamente, corno ocurre en estos casos, un conductor se apiada del pobre y calcinado peatón, el conductor se llamaba David Ben Gurion, -la cita decidida por “alguien” en “alguna” parte era con el destino y con la Historia y se había cumplido-. El camino era largo y el gran líder, prolijo conversador, cuando llevaban como una hora de viaje le preguntó súbitamente al joven “Tú sabes ¿por qué Trotski no era un hombre de estado? Y respondiéndose él mismo, porque él no quería ni la guerra ni la paz. Lo único que cuenta es la decisión”. La decisión estaba tomada, Shimon será el hombre de “el viejo león”.
Su primera misión será el contrabando de armas a través del Neguev. Cae preso de los ingleses y pasa un mes en la cárcel de Beersheba, es allí donde decide convertir el Persky en Peres. Después de la guerra sale por primera vez como delegado a un congreso sionista a celebrarse en Basilea, su compañero de viaje será quien, a lo largo de toda su vida política estará siempre a su lado o en su contra: Moshe Dayan. Desde entonces se convertirá en el más activo viajero y eficaz personero de la “Diplomacia secreta”, que es la realmente importante y no la de las bambalinas y los micrófonos.
Después una breve pasantía por el Estado Mayor, durante todos los 8 combates de 1948. Continúa sus labores de gran proveedor de insumos y material bélico, para obtenerlos en el extranjero tras, miles de aventuras, da por primera vez su medida en los Estados Unidos, donde monta una pequeña fábrica aeronáutica clandestina, cerca de Los Ángeles, transformando en Kibboutz la lujosa residencia de aquella rubia cantante que, al lado del barítono Nelson Eddy, hiciera suspirar a nuestros abuelos, cuando interpretaba operetas y revistas musicales que hicieron época, me refiero desde luego a Jeannette MacDonald.
En 1952 regresa a Israel, y Ben Gurion lo catapulta directamente al cargo de Director General del Ministerio de la Defensa, cuando apenas cuenta 29 años, simultáneamente nombra a Dayan Jefe del Estado Mayor, demostrando un audaz sentido de la renovación partidista, que no dejó de crearle a Peres peligrosas envidias y resistencias entre la vieja guardia y algunos de sus contemporáneos.
Peres se dedica a diversificar las fuentes de suministros militares, el gobierno de Eisenhower hace una apertura hacia Nasser, Peres recurre directamente a los franceses, ya que tenía excelente amistad con el Gral. Köenig, Ministro de Defensa de Pierre Mendes-France, relaciones que luego mantuvo igualmente con el Gobierno de Edgar Faure, así encuentra los primeros tanques, cañones y aviones de combate, pero paralelamente crea en Israel una industria aeronáutica, luego una industria electrónica, y más tarde una nuclear, en Dimona, camuflada de industria textil, con la cooperación de los franceses.
Una trayectoria semejante no se cumple impunemente y Peres encuentra en su camino peligrosos adversarios, el más importante, una líder sindical, ruda y agresiva: Golda Meir. Su fidelidad ejemplar a Ben Gurion lo lleva a acompañarlo en la quimérica empresa de la formación de un nuevo partido, no creo que Peres creyese en el éxito, pero fue fiel al compromiso que se había sellado aquella soleada tarde en la carretera de Haifa.
La guerra de 1967 salva su carrera y lo coloca de nuevo en posición de negociar, impone a Dayan en el gobierno de Eskhol-Golda, con el apoyo de Begin. Demostrando que había aprendido del mal paso final de Ben Gurion, Peres vuelve al redil, asumiendo la sub-secretaria general del partido Laborista. Lo demás es historia reciente, un pacto, una coalición lo lleva finalmente al poder, allí se encuentra dirigiendo un pequeño y poderoso país que es una de las llaves que puede abrir o cerrar las puertas de la humanidad al Armagedón de las escrituras…
Aproximación personal
Conocí al “compañero” Peres en Caracas, me lo presentó Rómulo Betancourt. En Lisboa, a comienzos de la pasada década, lo reencontré, era Canciller de Israel, desde entonces y en reiteradas oportunidades, en Tel-Aviv, en Ramallah, lo he visto y hemos conversado, ni en su naturaleza, ni en la mía, está decir cuál fue el centro de esos diálogos, fueron fructíferos para la causa de la democracia venezolana. Mi gratitud personal y política seguirá en deuda con el líder y el hombre de Estado. Junto con Beguin, Oscar Arias y algunos pocos es una muestra de que un Premio Nobel de la Paz, no está impedido de ser un gran hombre. Hoy es el presidente de Israel. Salud en sus 80 gloriosos años…
Concluido los siete años de su período presidencial, ya tiene 91 años, en la plenitud de su preclara lucidez intelectual, el Parlamento Israelí, eligió a su sustituto, el pasado 10 de junio, un hombre de la derecha nacionalista, pero firme defensor de los valores democráticos, Reuven Rivlin, quien recibe en plenas hostilidades con el Hamas, de manos de un Premio Nobel de la Paz, la jefatura del Estado, ese paso previsto por la Constitución se cumplió el jueves 24 de julio, comentando el reto que le espera, los analistas internacionales han expresado: “Una cualidad –la amplitud democrática- que sin duda le allanará el camino, en el cumplimiento de una función en la que debe sustituir a uno de los presidentes de mayor éxito en la historia política israelí, el veterano político Simón Peres, que a sus 91 años de edad concluyó hoy su mandato”.
Yo confieso, sin pudor alguno, que el respeto por el hombre, por el gran hombre que es Shimón Peres y por su investidura como Jefe del Estado de Israel, me impuso un púdico silencio sobre la magnitud y claridad que tuvo, en el apoyo a la causa de la Venezuela democrática, creo que ahora, en su homenaje y para el conocimiento de mis compatriotas, puedo decir alguna cosa, sin excederme.
Ya en el encuentro en Lisboa, en el marco de un Consejo de la Internacional Socialista, en el cual compartió el presídium con Yasser Arafat, François Mitterrand, Pierre Mourroy, Felipe González,, Mario Soares y otros “cuartos bates” de la social democracia, me expresó sin ambages su opinión sobre la situación de Venezuela y su percepción del teniente coronel Chávez, para seguir siendo discreto, no la repito, baste decir que era acertadísima. El gobierno “bolivariano” orquestó una costosa campaña internacional para lograr que el MVR fuese aceptado en la Internacional Socialista, el único partido venezolano miembro, para ese entonces, era Acción Democrática, yo ocupaba la Secretaría de Asuntos Internacionales del Comité Ejecutivo Nacional. Siempre ha sido mi estilo, en las actividades internacionales, la previsión, la preparación de las coyunturas previsibles, no estaba la situación financiera del partido, ni la mía personal, en condiciones de hacer una pre-gira antes de la siguiente reunión de la IS prevista para Tel Aviv y Ramallah, en esa circunstancia me fui a visitar, a su casa, a la compañera Paulina Gamus Gallegos, para pensar con ella una estrategia a través de amigos de la comunidad hebrea venezolana que tuviesen vínculos con Peres –a la sazón Vice-primer ministro- y simultáneamente orquesté con Guy Spiegelman, miembro –en ese entonces- de la Secretaría Internacional del Partido Laborista de Israel, una acción de pinzas.
Mi preocupación personal era que pese a la actitud solidaria y generosa de AD hacia los partidos hermanos de América Latina, la chequera chavista había abierto peligrosas brechas en lo que hubiese debido ser un frente compacto, teníamos –como de costumbre- el firme apoyo del APRA peruano, de Liberación Nacional de Costa Rica y en buena medida de la Unión Civica Radical de la Argentina, en México el PRD de Cuahtemoc Cárdenas era abiertamente pro-chavista, el PRI imponderable e inasible como siempre, los sandinistas de Nicaragua igualmente chavistas, en Brasil afortunadamente el viejo y respetado Leonel Brizola se mantenía claro y el Partido de los Trabajadores de Lula y Dilma, nunca ha sido miembro, pero en mi muy querido Chile, uno de los países que más solidaria y generosamente habíamos ayudado el Partido Socialista –teóricamente el más cercano- actuaba como auspiciosa celestina de la “revolución bonita” , el PPD de Ricardo Lagos y especialmente el Partido Radical Social-demócrata, liderado por mi querido amigo Anselmo Sule si nos daban su apoyo, los Liberales colombianos daban sus pasos de pavana y coqueteaban ya con el chavismo (Serpa, Samper y Gaviria). El panorama, como se puede ver era preocupante.
Peres, ofrecía una recepción de bienvenida a los delegados, cuando en medio del gentío percibí al vice-primer ministro, me le acerqué en forma medida y discreta, para mi gratísima sorpresa, al verme exclamó: “¡Compañero Coronil! -y llevándome aparte- no se preocupe, si alguien comete la enormidad de proponer el ingreso del MVR a la IS, yo personalmente lo veto”, nunca he escuchado unas palabras con mayor deleite. Así este artículo no obedece solo a la objetiva y justificada admiración por el gran hombre, es también un testimonio de gratitud política y personal con el compañero Peres.
Concluido los siete años de su período presidencial, ya tiene 91 años, en la plenitud de su preclara lucidez intelectual, el Parlamento Israelí, eligió a su sustituto, el pasado 10 de junio, un hombre de la derecha nacionalista, pero firme defensor de los valores democráticos, Reuven Rivlin, quien recibe en plenas hostilidades con el Hamas, de manos de un Premio Nobel de la Paz, la jefatura del Estado, ese paso previsto por la Constitución se cumplió el jueves 24 de julio, comentando el reto que le espera, los analistas internacionales han expresado: “Una cualidad –la amplitud democrática- que sin duda le allanará el camino, en el cumplimiento de una función en la que debe sustituir a uno de los presidentes de mayor éxito en la historia política israelí, el veterano político Simón Peres, que a sus 91 años de edad concluyó hoy su mandato”.
Yo confieso, sin pudor alguno, que el respeto por el hombre, por el gran hombre que es Shimón Peres y por su investidura como Jefe del Estado de Israel, me impuso un púdico silencio sobre la magnitud y claridad que tuvo, en el apoyo a la causa de la Venezuela democrática, creo que ahora, en su homenaje y para el conocimiento de mis compatriotas, puedo decir alguna cosa, sin excederme.
Ya en el encuentro en Lisboa, en el marco de un Consejo de la Internacional Socialista, en el cual compartió el presídium con Yasser Arafat, François Mitterrand, Pierre Mourroy, Felipe González,, Mario Soares y otros “cuartos bates” de la social democracia, me expresó sin ambages su opinión sobre la situación de Venezuela y su percepción del teniente coronel Chávez, para seguir siendo discreto, no la repito, baste decir que era acertadísima. El gobierno “bolivariano” orquestó una costosa campaña internacional para lograr que el MVR fuese aceptado en la Internacional Socialista, el único partido venezolano miembro, para ese entonces, era Acción Democrática, yo ocupaba la Secretaría de Asuntos Internacionales del Comité Ejecutivo Nacional. Siempre ha sido mi estilo, en las actividades internacionales, la previsión, la preparación de las coyunturas previsibles, no estaba la situación financiera del partido, ni la mía personal, en condiciones de hacer una pre-gira antes de la siguiente reunión de la IS prevista para Tel Aviv y Ramallah, en esa circunstancia me fui a visitar, a su casa, a la compañera Paulina Gamus Gallegos, para pensar con ella una estrategia a través de amigos de la comunidad hebrea venezolana que tuviesen vínculos con Peres –a la sazón Vice-primer ministro- y simultáneamente orquesté con Guy Spiegelman, miembro –en ese entonces- de la Secretaría Internacional del Partido Laborista de Israel, una acción de pinzas.
Mi preocupación personal era que pese a la actitud solidaria y generosa de AD hacia los partidos hermanos de América Latina, la chequera chavista había abierto peligrosas brechas en lo que hubiese debido ser un frente compacto, teníamos –como de costumbre- el firme apoyo del APRA peruano, de Liberación Nacional de Costa Rica y en buena medida de la Unión Civica Radical de la Argentina, en México el PRD de Cuahtemoc Cárdenas era abiertamente pro-chavista, el PRI imponderable e inasible como siempre, los sandinistas de Nicaragua igualmente chavistas, en Brasil afortunadamente el viejo y respetado Leonel Brizola se mantenía claro y el Partido de los Trabajadores de Lula y Dilma, nunca ha sido miembro, pero en mi muy querido Chile, uno de los países que más solidaria y generosamente habíamos ayudado el Partido Socialista –teóricamente el más cercano- actuaba como auspiciosa celestina de la “revolución bonita” , el PPD de Ricardo Lagos y especialmente el Partido Radical Social-demócrata, liderado por mi querido amigo Anselmo Sule si nos daban su apoyo, los Liberales colombianos daban sus pasos de pavana y coqueteaban ya con el chavismo (Serpa, Samper y Gaviria). El panorama, como se puede ver era preocupante.
Peres, ofrecía una recepción de bienvenida a los delegados, cuando en medio del gentío percibí al vice-primer ministro, me le acerqué en forma medida y discreta, para mi gratísima sorpresa, al verme exclamó: “¡Compañero Coronil! -y llevándome aparte- no se preocupe, si alguien comete la enormidad de proponer el ingreso del MVR a la IS, yo personalmente lo veto”, nunca he escuchado unas palabras con mayor deleite. Así este artículo no obedece solo a la objetiva y justificada admiración por el gran hombre, es también un testimonio de gratitud política y personal con el compañero Peres.
¡Salud! El “viejo león” Ben Gurión, no se equivocó contigo…
RESUMEN DE UNA VIDA
Secretario General del movimiento juvenil Hanoar Ha’oved Vehalomed 1943
• Responsable de personal y compra de armas de la Haganá 1948
• Vice-Director General del Ministerio de Defensa 1952
• Director General del Ministerio de Defensa de Israel 1953 – 1959
• Miembro de la Knéset 1959 – 2007
• Vice Ministro de Defensa 1959 – 1965
• Ministro de Absorción e Inmigración 1969
• Ministro de Transporte y Comunicaciones 1970 – 1974
• Ministro de Defensa 1974 – 1977; 1995 – 1996
• Líder del Partido Laborista 1977–1992; 1995–1996; 2003–2005
• Vice Presidente de La Internacional Socialista 1978
• Primer Ministro 1984 – 1986; 1995 – 1996
• Vice Primer Ministro 1986 – 1990; 2004 – 2007
• Ministro de Relaciones Exteriores 1986 – 1988; 1992 – 1995; 2001 – 2003; 2004 – 2005
• Ministro de Economía de Israel 1988 – 1990
• Presidente de la oposición en la Knéset 1990 – 1992;
• Ministro de Desarrollo Regional 1999 – 2001; 2006 – 2007
• Presidente de Israel. 2007-2014
Alfredo Coronil Hartmann
Abogado, internacionalista y político venezolano
acoronil2@gmail.com