El tipo en la
sombra de la cumbre de paz de Francisco
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Los presidentes
de Israel y Palestina se reunirán dentro de dos semanas en el Vaticano
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El periodista
Henrique Cymerman es el principal artífice del encuentro
IRENE HDEZ. VELASCO Corresponsal Roma (EL MUNDO, Madrid).
Actualizado: 26/05/2014 01:51 horas
A sus 55 años Henrique Cymerman aún se da
un aire a Tintín, el célebre reportero de los tebeos de Herge. No es solo por
su flequillo rubio, porque haya tenido un perro que se llamaba Milú o porque
sea un veterano periodista. Al igual que Tintín este judío nacido en
Portugal de padre madre española y padre de origen polaco y residente en Israel
desde hace años ha dado el salto al otro lado, se ha convertido él mismo en
noticia de la mano de una ventura increíble. Ahí donde lo tienen este tipo tan
familiar para muchos españoles (es corresponsal en Israel de Antena-3 desde
1991, y del diario La Vanguardia desde 1989) es el principal artífice en la
sombra de la cumbre de paz que en un par de semanas -probablemente el 6 de
junio- reunirá en el Vaticano a Simon Peres y a Abu Mazen.
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Henrique Cymerman.
Como en los episodios de Tintín, la suya es
una historia alucinante que permite entender cómo se ha gestado esta cumbre de
paz y echar un vistazo privilegiado al modo de funcionar de Francisco. La
aventura arranca en abril del año pasado, cuando Cymerman dio varias conferencias
sobre Oriente Medio en España, Estados Unidos y América Latina. Una de ellas la
pronunció en Buenos Aires y al finalizar la charla se acercó a él el rabino
Abraham Skorka, gran amigo del Papa y a quien acompaña en este viaje a Tierra
Santa como miembro del sequito papal. A Skorka le había gustado mucho la
conferencia de Cymerman, y le ofreció que acompañarle a ver al Papa y poder
entrevistarle para un importante programa de reportajes de la televisión
israelí que se emite los viernes y con el que colabora el periodista.
"Skorka me dijo que el Papa quería mandar un mensaje al pueblo
judío", nos contaba ayer el reportero.
Al día siguiente de ese primer contacto,
Skorka le mandó un email a Cymerman anunciándole que el Papa les recibiría en
el Vaticano el 7 de Junio. Pero justo ese día el periodista tenía otra cita
a la que no podía faltar: se casaba su hija mayor. "Skorka se lo
comentó al Papa. Francisco me dio la enhorabuena a través suyo y cambio la cita
para el 13 de Junio".
Ese día Cymerman y el rabino Skorka no
faltaron a la convocatoria y se presentaron puntuales en la casa Santa Marta,
la residencia del Vaticano donde vive Francisco. Cymerman y su cámara
comenzaron a grabar al Papa, y utilizaron luego el material para un reportaje
de televisión que luego se tradujo a cinco lenguas. El pontífice, al concluir
al entrevista, les invitó a almorzar en el comedor de Santa Marta, y al acabar
la comida hizo llamar a Cymerman. Estuvieron hablando una hora, sin cámara.
El periodista le contó por ejemplo al Papa que de niño había estudiado en los
marianistas y que una vez un sacerdote no le había dejado jugar al fútbol con
los demás críos por ser judío. Al Papa, según cuenta en su último numero la
revista portuguesa Visao, se le humedecieron los ojos y le dijo a Cymerman:
"Es para evitar que se repitan historias como esa para lo que estoy aquí.
El antisemitismo es un pecado".
Visita a Tierra Santa
En ese mismo primer encuentro, el Papa le
preguntó al periodista qué podía hacer por Oriente Medio "Yo le dije que en
primer lugar visitar la zona, porque siendo él como es eso lanzaría un mensaje
importante". Francisco le devolvió entonces la pelota: "¿Tú me
ayudas?", le preguntó.
Comenzó así una colaboración entre el Papa
y el reportero. Hace siete meses, con otras personas entre las que destaca el
rabino Skorka, comenzaron a trabajar a toda máquina en la visita del Papa a
Tierra Santa. Cymerman echó mano de sus excelentes contactos al más alto
nivel entre palestinos e israelíes y comenzó a hablar con Simon Peres, con Abu
Mazan... Tan buenos que, según cuenta la revista Visao, en su primer encuentro
el Papa le comentó al periodista que tenía la invitación de Simón Peres para ir
a visitar Israel, pero no la de las autoridades palestinas. Cymerman llamó por
su móvil al portavoz de Abu Mazen y en cuestión de minutos la invitación al
Papa a visitar los territorios palestinos se materializó. El reportero volvió
luego al Vaticano en otras tres ocasiones para reunirse con Francisco. La
última, hace sólo tres semanas.
"No soy el único, ni muchísimo menos
que ha echado una mano en este viaje. Pero he ayudado en algunas cosas",
admite.
La idea era tratar de aprovechar el viaje
del Papa a los territorios palestinos y a Israel para tratar de impulsar un
encuentro entre los líderes de esas dos partes, en un momento en el que las
negociaciones se encuentran en profunda crisis. "Este es uno de los
momentos más difíciles que yo recuerdo desde la segunda intifada, el proceso
de paz promovido por Estados Unidos se encuentra completamente estancado,
sobre todo porque nunca reunieron a las dos partes en conflicto", señala
Cymerman.
'Tienes carta blanca'
A pesar de los esfuerzos de todas las
personas implicadas con el Papa en tratar de promover un encuentro de paz entre
Peres y Abu mazen durante la visita de Francisco a Tierra Santa, el ambiente es
tan malo que no lo consiguieron. Pero el viernes, el día antes de que comenzara
el viaje del Papa, lograron que las dos partes acordaran encontrarse en el
Vaticano en dos semanas, probablemente el 6 de junio próximo.
Cymerman cubre este viaje para una cadena
de televisión israelí y era uno de los 70 periodistas que han viajado con el
Papa desde Roma a Tierra Santa. Cuando Francisco fue a saludarle, como hizo con
todos los demás periodistas, algunos colegas de Cymerman oímos que le decía: "Adelante,
me gusta la idea, tienes carta blanca para eso". Y luego, al volver a
pasar junto a él, añadió: "En dos semanas". Ahora queda claro que
estaban hablando del encuentro de paz entre Peres y Abu Mazen
"Francisco tiene unas dotes de
liderazgo increíbles, centraliza todo, controla toda. Ha sido él quien ha
pensado en todo, él ha hecho el programa del viaje como si fuera un artesano. Yo
conozco a muchos líderes, y en mi opinión está por encima de todos ellos. Sólo
está a su altura Simon Peres, a quien Francisco admira profundamente",
afirma. De hecho, si el encuentro entre el presidente israelí y el palestino se
va a realizar dentro de dos semanas no es sólo para aprovechar el tirón del
viaje de Francisco a Tierra Santa, sino también porque Peres dejará de su cargo
a finales de julio próximo.
"Yo no creo que de la reunión en el
Vaticano entre Simon Peres y Abu Mazen se pueda esperar a corto plazo la paz. La
paz no se consigue de un día para otro. Pero creo que si puede provocar un
cambio en la atmósfera, que ahora mismo es muy mala. La invitación que les ha
hecho el Papa es un gesto, sí. Pero un gesto importante y sobre todo
valiente", asegura Cymerman, que no oculta su admiración profunda hacia
Francisco.
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