Una vez más tenemos el orgullo de reproducir un excelente texto editorial, de la A.C. Primer Poder, agrupación ciudadana -no partidista- que viene cumpliendo una extraordinaria labor divulgativa y formativa. Los felicito.
ALFREDO CORONIL HARTMANN
ITACA 6 DE MAYO DE 2014
EDITORIAL 06/05/14: DEJAMOS DE SER UNA MAYORIA PASIVA, PARA SER ACTIVA. ¡NO ACEPTAMOS QUE SE LE DIGA “INDIFERENTE” A TANTA GENTE, A TANTOS HEROES, LUCHADORES Y VÍCTIMAS!
Quien diga que: “SOMOS INDIFERENTES” o que “HAY DEMASIADOS INDIFERENTES” hay que preguntarle: ¿hablas por ti? o acaso ¿hay que someterse a tu imaginación para que nos veas como “rambo” para luego decir: “ellos” están luchando por Venezuela?
Es indiscutible que la pasividad deprime y mucho más cuando esa pasividad no es parte de una táctica, sino producto de una débil personalidad. Esto debe recordar nuestros días de estudiante, cuando decían ¡rasparon a un gentío! y sin embargo, había quien pasaba la materia por ocuparse seriamente de sus estudios.
Cada ciudadano tiene una responsabilidad. Ser ciudadano no es ser un “huésped” en un hotel de lujo. La democracia es un asunto de calidad personal. Si no estás haciendo nada por la democracia y la libertad de Venezuela, puedes comenzar tu lista con el primer indiferente ¡tú! y cuando vuelvas a decir o a escuchar que “hay demasiados indiferentes”, revisa este inventario sobre lo que ocurre en las calles de las principales ciudades del país:
Tenemos a estudiantes y ciudadanos llenos de valentía, protestando ante la GNB, la PNB y sus MOTOASESINOS.
Tenemos a millares de ciudadanos de diferentes ocupaciones y estratos sociales, que se presentan a las concentraciones, a pesar del riesgo de ser atacados con gases, caer presos o ser asesinados.
Tenemos a miles de ciudadanos (la gran mayoría estudiantes) que han estado presos y siguen bajo un ilegal régimen cautelar, TODO por protestar. Aún quedan más de 120 personas ilegalmente presas violándose sus derechos constitucionales.
Tenemos a casas de estudio, academias, gremios, sindicatos, colegios de profesionales, grupos vecinales, ONG’s, asociaciones civiles, cámaras de industriales, comerciantes y educadores, amas de casa y hasta militares, protestando en las calles y publicando manifiestos en contra de la dictadura.
Tenemos a medios de comunicación amenazados o cerrados, periodistas y escritores presos o amenazados.
En la asociación civil “Primer Poder” no le podemos decir “indiferentes” a tanta gente. Cada uno hace lo que puede y hasta donde puede, pero se hace.
¿Qué nada de esto ocurre en los barrios?
¡FALSO! Recuerden que en las urbanizaciones es donde pasa algo porque allí hay como protestar, pero en las zonas populares, los motosasesinos se encargan de callarlos. Así ocurría en la época de Pérez Jiménez, pero como la historia lo demuestra, el silencio no es un indicador de sumisión y pasividad.
EL SILENCIO NO ES INDIFERENCIA. Ayer (05/05/14) Datanálisis publicó sus últimas cifras acerca de las opiniones de los venezolanos. Resalta el que el 80% (79,5%) piensa que ESTAMOS MUY MAL. El caos que ha generado este régimen no es un asunto que se meta por debajo de la alfombra. Después de que ha despilfarrado en 15 años, CUATRO VECES lo gastado durante el Siglo 20. Todo en corrupción, regalos mercenarios y propagandas estafadoras.
Quienes se desaniman porque no ven la sangre corriendo en las calles, no es que sean personas con malas intenciones, pero realmente no representan en ningún caso a la dura lucha ciudadana por lograr de manera no-violenta una democracia, un país de venezolanos y en progreso para todos.
A pesar de tanto silencio ante la dictadura, quien haya tenido algún esfuerzo serio y difícil en su vida, sabe que no puede hablar de indiferencia cuando hay tanto sacrificio.
Tenemos que insistir en la calidad personal para crear un país democrático, venezolano y en desarrollo. La calidad de vida, la calidad del colectivo, no es un asunto de “ellos” o “aquellos”. La libertad, la democracia y el progreso son asuntos de calidad personal.
Por ello es necesario recordar (insistir en) dos grandes reflexiones. “El precio de que los mejores no se metan en política, es ser gobernados por los peores” – Platón / “Las cosas no son tanto como son, sino como somos” – Iván Lansberg Henríquez.
Quien diga que: “SOMOS INDIFERENTES” o que “HAY DEMASIADOS INDIFERENTES” hay que preguntarle: ¿hablas por ti? o acaso ¿hay que someterse a tu imaginación para que nos veas como “rambo” para luego decir: “ellos” están luchando por Venezuela?
Es indiscutible que la pasividad deprime y mucho más cuando esa pasividad no es parte de una táctica, sino producto de una débil personalidad. Esto debe recordar nuestros días de estudiante, cuando decían ¡rasparon a un gentío! y sin embargo, había quien pasaba la materia por ocuparse seriamente de sus estudios.
Cada ciudadano tiene una responsabilidad. Ser ciudadano no es ser un “huésped” en un hotel de lujo. La democracia es un asunto de calidad personal. Si no estás haciendo nada por la democracia y la libertad de Venezuela, puedes comenzar tu lista con el primer indiferente ¡tú! y cuando vuelvas a decir o a escuchar que “hay demasiados indiferentes”, revisa este inventario sobre lo que ocurre en las calles de las principales ciudades del país:
Tenemos a estudiantes y ciudadanos llenos de valentía, protestando ante la GNB, la PNB y sus MOTOASESINOS.
Tenemos a millares de ciudadanos de diferentes ocupaciones y estratos sociales, que se presentan a las concentraciones, a pesar del riesgo de ser atacados con gases, caer presos o ser asesinados.
Tenemos a miles de ciudadanos (la gran mayoría estudiantes) que han estado presos y siguen bajo un ilegal régimen cautelar, TODO por protestar. Aún quedan más de 120 personas ilegalmente presas violándose sus derechos constitucionales.
Tenemos a casas de estudio, academias, gremios, sindicatos, colegios de profesionales, grupos vecinales, ONG’s, asociaciones civiles, cámaras de industriales, comerciantes y educadores, amas de casa y hasta militares, protestando en las calles y publicando manifiestos en contra de la dictadura.
Tenemos a medios de comunicación amenazados o cerrados, periodistas y escritores presos o amenazados.
En la asociación civil “Primer Poder” no le podemos decir “indiferentes” a tanta gente. Cada uno hace lo que puede y hasta donde puede, pero se hace.
¿Qué nada de esto ocurre en los barrios?
¡FALSO! Recuerden que en las urbanizaciones es donde pasa algo porque allí hay como protestar, pero en las zonas populares, los motosasesinos se encargan de callarlos. Así ocurría en la época de Pérez Jiménez, pero como la historia lo demuestra, el silencio no es un indicador de sumisión y pasividad.
EL SILENCIO NO ES INDIFERENCIA. Ayer (05/05/14) Datanálisis publicó sus últimas cifras acerca de las opiniones de los venezolanos. Resalta el que el 80% (79,5%) piensa que ESTAMOS MUY MAL. El caos que ha generado este régimen no es un asunto que se meta por debajo de la alfombra. Después de que ha despilfarrado en 15 años, CUATRO VECES lo gastado durante el Siglo 20. Todo en corrupción, regalos mercenarios y propagandas estafadoras.
Quienes se desaniman porque no ven la sangre corriendo en las calles, no es que sean personas con malas intenciones, pero realmente no representan en ningún caso a la dura lucha ciudadana por lograr de manera no-violenta una democracia, un país de venezolanos y en progreso para todos.
A pesar de tanto silencio ante la dictadura, quien haya tenido algún esfuerzo serio y difícil en su vida, sabe que no puede hablar de indiferencia cuando hay tanto sacrificio.
Tenemos que insistir en la calidad personal para crear un país democrático, venezolano y en desarrollo. La calidad de vida, la calidad del colectivo, no es un asunto de “ellos” o “aquellos”. La libertad, la democracia y el progreso son asuntos de calidad personal.
Por ello es necesario recordar (insistir en) dos grandes reflexiones. “El precio de que los mejores no se metan en política, es ser gobernados por los peores” – Platón / “Las cosas no son tanto como son, sino como somos” – Iván Lansberg Henríquez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario