Venezuela vive, a mi juicio, la mayor confusión cultural, política, histórica, social. Estamos en una situación de perplejidad y desencuentro espiritual, de depresión colectiva y generalizada, de perdida de fe en nuestro destino colectivo e individual.
Este cuadro complejo, caótico, no puede tener explicaciones simples y cómodas, que son las que, por una inclinación natural de la condición humana, todos preferimos. Muchas, muchísimas, de las causas de esta situación vienen de lejos, casi se pierden en nuestros orígenes de pueblo, otras muchas son añadidas, martilladas, impuestas y reiteradas por este régimen de la sinrazón que padecemos, y aunque el verbo "padecer" tiene una connotación de cordero propiciatorio, resignado e inerme, que personalmente me indigna y ofende, desgraciadamente demasiados compatriotas no asumen el reto, prefieren colocar sus cuellos en el tajo para no fatigar demasiado al verdugo...
¿ Que nos ha ocurrido ? no hay una única respuesta, pero muchos de los elementos que explican la actual situación de súcubos, en un pueblo que libertó seis naciones de la América del Sur, que además de El Libertador, tuvo presidentes venezolanos en Bolivia, Ecuador, Colombia y el nieto de un prócer guariqueño, que con gran frecuencia hacía referencia a ello, como el presidente de mas fuerte personalidad e impronta histórica del Brasil -por lo menos hasta Lula da Silva- me refiero a Getulio Vargas.
Arturo Uslar Pietri, lo sintetizaba diciendo "el petróleo nos pudrió" en buena medida es cierto, pero hay bastante más que eso.
La inclinación, al parecer natural, de Venezuela en producir grandes personalidades, hombres y mujeres excepcionales, ha sido reconocida históricamente, Don Marcelino Menendez y Pelayo el gran humanista español afirmaba: "...la antigua Capitanía General de Venezuela, le ha dado a la América Hispana, su mas grande hombre de armas Simón Bolívar y su mas grande hombre de letras Don Andrés Bello". En todas las etapas de nuestra historia era mas la abundancia de hombres levantiscos, rebeldes, brillantes, valerosos la causa de nuestros problemas. Basta leer la nómina de senadores y diputados, del período 1959-1964, los redactores de la Constitución de mayor duración en la historia de Venezuela, para sentir legítimo, justificado orgullo, aun para los parámetros más exigentes del orbe.
En este contexto "Para rescatar el porvenir" no aparece solo como el rescate del viejo título de un libro que no llegué a publicar y cuyos planteamientos he ido desgranando en más de 50 años de articulista de opinión, en programas de radio y televisión por mi dirigidos o a los que asistí como entrevistado y que vivieron su momento de mayor difusión pública, cuando en 1984, iniciando mi segundo período como diputado al Congreso Nacional, el Dr.Carlos Canache Mata, jefe de la Fracción Parlamentaria de Acción Democrática, me designó como Orador de Orden, en la Sesión Solemne destinada a conmemorar el 173 Aniversario de la Declaración de Independencia.
Venezolanamente, ese "momento de mayor difusión pública" lo fue, a pesar y no a causa de la importancia oficial e histórica del acto ( aunque desde luego se benefició de la cadena nacional de radio y televisión intrínseca a esos eventos), en efecto, es de rigor que el presidente del Congreso, concluido el Discurso de Orden, ordene su publicación, no ocurrió así, pese que me unían y unen estrechos lazos de amistad y afecto con quien desempeñaba esas funciones. Tuve el raro privilegio hasta 1999, de que el mio fuera el único que no pasara por la imprenta de las cámaras legislativas. Sólo en el primer año de la "revolución bonita" corrió suerte semejante mi amigo Jorge Olavarría, quien hizo una veraz y premonitoria crítica de las desandanzas que amenazaban al país. Pero mi discurso fue publicado, es mas conoció tres ediciones simultaneas. El diputado Carlos Luna Cordovés, presidente de la Federación de Trabajadores de la Industria Gráfica, me lo pidió diciendo "... esto no va a pasar por debajo de la mesa, dame una copia y los compañeros del sindicato, con papel de desecho y en sus horas libres, van a imprimir 10.000 ejemplares" así lo hicieron, el diario Ultimas Noticias, uno de los de mayor circulación en el país, tituló a todo lo ancho de su primera plana "El discurso golpista de Coronil Hartmann" y lo publicó íntegro y mi "colega de infortunio" Jorge Olavarria, quien entonces dirigía "Resumen" la revista política mas prestigiosa de Venezuela en su momento, realizó, con excelente apoyo gráfico, otra publicación completa.
Muy lamentablemente ese texto sigue teniendo vigencia, de allí que lo haya mencionado con tanto énfasis, y haya decidido incluirlo, como material de apoyo, en "Para rescatar el porvenir".
La democracia civil, construyó, con los yerros y aciertos de toda acción de realizaciones concretas, entre 1959 y 1979, la mas significativa e importante obra de gobierno que haya conocido Venezuela, obra física y obra institucional. Es dolorosamente innegable que, en los segundos 20 de los calumniados y denostados "40 años" el impulso, la eficiencia y lo que es mucho más grave los valores éticos y morales fueron, por decirlo desapasionadamente, intermitentes o irregulares. La decadencia tiene fecha fija, se inició en 1979, el palurdismo político, el oportunismo, el compadrazgo y la inevitable corrupción que conlleva, crearon el caldo de cultivo que hizo posible el naufragio de 1998.
Una clase política había periclitado, ¿ Quienes pueden sucederla ?
Con todo este análisis que está del todo acertado confiamos en que los Venezolanos y todos los que la habitan, despertaran de este largo sueño al que fueron inducidos para no ver la realidad, ni siquiera para palparla, sé que despertarán más tarde que temprano, pero también hay muchos que han estado despiertos todo el tiempo. Y sé que junto a la experiencia y conocimiento que dejaron los que ya se fueron y con los que todavía siguen vivos con la llama encendida del pensamiento y con la visión de una Venezuela y de una sociedad venezolana desarrollada en todos sus aspectos y siendo ejemplo como lo han sido miles y miles de hombres y mujeres en el mundo entero. Mi Respeto y siga Adelante, su amigo Johnny Thick.
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