Ideas para recuperar el presente y el futuro de Venezuela por Alfredo Coronil Hartmann /// "Este no es un momento de componendas sino de barrer la escoria y exigir cuentas. El daño ha sido muy profundo y hecho a propósito." Enrique Aristigueta Gramcko
21 de enero de 2012
Entrevista Central: ABC de la Semana
Entrevista Central, ABC de la semana, Alfredo Coronil Hartmann por Macky Arenas
http://www.abcdelasemana.com/2012/01/20/el-abc-de-alfredo-coronil-hartmann-internacionalista-y-escritor/
17 de enero de 2012
Alejandro Izaguirre: Una bondad útil.
Hace escasos días falleció en su natal Valencia, "el policia" Izaquirre, entrañable amigo en todas las vicisitudes de mi vida, consejero generoso, siempre dispuesto a dar el apoyo oportuno y desinteresado. Mi familia, particularmente mi madre y yo, establecimos con él, desde los días del exilio en la España de Francisco Franco, una diáfana amistad. Regresados todos de la diáspora, ella se vió reforzada por su matrimonio con una paisana, nieta de un personaje pintoresco de la Villa de Todos los Santos de Calabozo, "el español Toledo", hombre de apreciable fortuna, amigo y socio ocasional de mi bisabuelo Luis Viso Hurtado de Mendoza. Todo estaba dado para que nuestra relación fuera lo que fué. Ni siquiera la política, el mas movedizo y engañoso de los terrenos, enturbió nunca esos afectos.
Transitoriamente enfermo, hoy me entero de que un muy querido y admirado amigo, antiguo párroco de las Mercedes en Calabozo, hoy Arzobispo, ex-presidente de la Conferencia Epíscopal de Venezuela, el Dr.Baltazar Porras, ofició en Velencia una misa por el eterno descanso del alma del Dr.Alejandro Izaguirre Angelli, ex.Decano de Derecho de la UC, Diputado, Senador, Gobernador, Ministro de Relaciones Interiores, muchas veces encargado de la Presidencia de la República. Fundador de Acción Democrática.
Me consuela, ya que yo no pude ir, el pensar que el actual Secretario General del partido, valenciano como él, parlamentario como él, ha debido volcarse en manifestaciones de solidaridad con sus deudos y con el pueblo carabobeño que lo respetó y quiso. Que ha debido ordenar a las autoridades regionales que hicieran lo propio.
Que AD estuvo presente y contrita, ante la perdida de un gran compañero. ¡ Que así haya sido !
Mis oraciones lo acompañarán siempre,a él, a Hayde a sus hijos y nietos.
Transitoriamente enfermo, hoy me entero de que un muy querido y admirado amigo, antiguo párroco de las Mercedes en Calabozo, hoy Arzobispo, ex-presidente de la Conferencia Epíscopal de Venezuela, el Dr.Baltazar Porras, ofició en Velencia una misa por el eterno descanso del alma del Dr.Alejandro Izaguirre Angelli, ex.Decano de Derecho de la UC, Diputado, Senador, Gobernador, Ministro de Relaciones Interiores, muchas veces encargado de la Presidencia de la República. Fundador de Acción Democrática.
Me consuela, ya que yo no pude ir, el pensar que el actual Secretario General del partido, valenciano como él, parlamentario como él, ha debido volcarse en manifestaciones de solidaridad con sus deudos y con el pueblo carabobeño que lo respetó y quiso. Que ha debido ordenar a las autoridades regionales que hicieran lo propio.
Que AD estuvo presente y contrita, ante la perdida de un gran compañero. ¡ Que así haya sido !
Mis oraciones lo acompañarán siempre,a él, a Hayde a sus hijos y nietos.
15 de enero de 2012
Un perfil para la transición
UN
PERFIL PARA LA TRANSICION.
Por:
Alfredo Coronil Hartmann
El
2 de marzo, hace apenas unos días, cumplimos 200 anos de una fundamental
efemérides civil, la instalación del primer Congreso de la Republica , aquel
que el 5 de julio de ese mismo ano, anuncio el nacimiento de Venezuela al
concierto de las naciones. Hito incomprendido e irrelevante, para un régimen
que solo exalta aquellas acciones aliñadas con pólvora y con sangre, y no las
iniciativas cívicas con las cuales la generación libertadora trajo al mundo a
Venezuela.
No
es un azar que, en nuestra celebración individual de ese hecho, queramos
delinear con precisión los principios fundamentales que deben inspirar la
transición necesaria del autoritarismo a la autentica democracia. Circunstancia
especialmente obligante cuando se marcha hacia un proceso electoral con una
Constitución derogada por la Asamblea Nacional pasada, en pocas palabras, sin
Constitución alguna, un país privado de su Estatuto político, sin la “Ley de
leyes e la Republica ”, sometido a los raptos de “inspiración” o a los
caprichos de un mandatario sin representatividad, divorciado -hace
tiempo- del sentir del colectivo.
El
Jefe del Estado, y el equipo humano que lo acompañe, para sustituir al actual
régimen, deberán encarar necesariamente el reto de un gobierno de transición.
No puede, ni debe ser, de otra
forma.
Transición,
porque el cambio no es de titular, de uno a otro gobernante democrático, se
trata de un cambio de sistema. Venezuela dejo de ser una democracia
representativa, plural, inclusiva, para devenir -en una involución incomprensible-
en un gobierno autoritario, excluyente y con aspiraciones de eternización.
De
allí, que una de las condiciones del nuevo gobernante ha de ser un compromiso
indeleble de no aspirar a la reelección. De no representar una bandería
política sino una promesa de concordia y autentica unidad, enraizada en lo más
profundo del alma colectiva, la tarea que nos aguarda no atiende ni a carnets
ni a colores, reclama a los mejores venezolanos para reconstruir y conquistar
un futuro de esperanzas en la Patria de todos. Realizar una justicia social
verdadera, tangible, consistente, alejada de la vana palabrería populista y de
hecho profundamente antipopular, es una tarea inaplazable. No es sencillamente
concebible que, habiendo percibido recursos iguales o superiores a los que
manejaron todos lo gobiernos, de todos los signos políticos, que dirigieron el
país durante el siglo XX, juntos. Solo se puedan
exhibir los mayores índices de desempleo, pobreza e inseguridad de nuestra
historia.
El
valor esencial del hogar colectivo que necesitamos crear, ha de ser la
democracia, sin libertad nada es suficientemente bueno. Para aquellos que
proclamaron el fin de la historia y el choque dramático entre las
civilizaciones, los recientes acontecimientos del norte de África y del Medio
Oriente, vienen a demostrar, con esplendorosa consistencia, la frescura y
modernidad de una organización del Estado al servicio del hombre, de la
alternancia en el poder, de la solidaridad y el respeto a los valores humanos,
anhelos seculares del individuo racional siempre deseoso de empinarse en
dirección a Dios.
El
reto material es gigantesco, el país se debate entre el temor al hampa, a
bandas armadas de mal disimulada inclinación oficialista, un insostenible costo
de vida, la escandalosa ausencia de seguridad jurídica, la criminalización y
persecución de toda disidencia, política, gremial, sindical y hasta artística,
los 7 anos de cautiverio del dirigente obrero Rubén González ilustran –junto
con otros muchos casos- la intolerancia y arbitrariedad reinantes, el colapso
de los servicios públicos mas acuciantes, la destrucción sistemática y
continuada del aparato productivo, como consecuencia de esto ultimo, las
crecientes carencias de bienes de consumo y de insumos vitales.
Hace
menos de una semana y según datos del propio Ministerio de Finanzas, el saldo
de las obligaciones del Estado había subido para finales del 2010 en un 20% es
decir, había alcanzado la astronómica suma de 71.7 millardos de dólares
americanos. La firma Econoamerica estima que la
deuda de la Republica , que incluye a Finanzas, PDVSA y el préstamo otorgado
por China, hará que cerremos el 2011 con 146.5 millardos de dólares de deuda.
Es decir la elevaríamos en un 105% más. The Economist, revista británica
especializada, bien conocida en el país y en el mundo, afirma que en un breve
plazo de dos anos Venezuela entrara en mora, por la imposibilidad de satisfacer
el capital y los servicios de su deuda externa.
Todo
ello exige experiencia, conocimientos teóricos y prácticos, no estamos en clima
de ensayos o aventuradas buenas intenciones, nos jugamos el futuro, no solo de
los que estamos, sino de los que están por venir. El piloto y su variopinta tripulación, no
deben ser ni debutantes ni piezas de museo histórico,una
cabeza bien amoblada y unos auxiliares diestros, los mas diestros, son
necesarios. También
será necesario encarar y proponer una radical restructuración del Estado. El
aparato macrocefálico, enfermo y ahíto de un poder inmanejable que llevo a este
colapso tiene que ser redefinido y ajustado a dimensiones eficaces, operativas,
gerenciables. Y con todo…
Los
problemas materiales no son los mas graves o difíciles de transitar, Venezuela
es un país de inmensas potencialidades, de enormes recursos, generoso surtidor
del mas preciado de ellos, el recurso humano. El aspecto mas dolorosa y profundamente
vulnerado en estos 12 anos de desandanzas, es el daño ocasionado en el tejido
social de la nación.
El
“comandante-presidente” no ha dado descanso a su única iniciativa exitosa, la
siembra del odio, de la división entre hermanos, del antagonismo social.
Pretendió y pretende hacer de un pueblo igualitario y orgullosamente mestizo
uno signado por la tacha infamante del racismo y la exclusión social. El alma
libre y abierta del venezolano no acepta ni puede aceptar horizontes tan
estrechos y mezquinos.
Así,
los protagonistas de esta transición tienen que ser los sanadores del alma
nacional, capaces de recuperar la cordialidad y la amplitud que siempre
caracterizaron al venezolano. Con semejante equipaje y con esa guía
alcanzaremos la meta que desde el fondo de nosotros mismos, nos reclama. El
presente y el futuro, se hacen aquí y ahora.
Caracas
4 de marzo de 2011.
Vuelo sobre la ciénaga
VUELO SOBRE LA CIENAGA.
Por: Alfredo Coronil Hartmann
Esp. Gente Siglo XXI
Obsedidos como estamos los venezolanos por el drama que
vivimos como país o ex-país, como suele decir Agustín Blanco Muñoz, no pude
evitar, después de contemplar un bellísimo juego de fotografías aéreas de
distintas partes del mundo, caer en la involuntaria especulación de imaginarme
una imposible visión desde la altura, de nuestros 912.050 Km2, que al menos eso
era Venezuela cuando yo estudié primaria.
Desde luego no esperaba encontrarme los fiordos noruegos,
la campiña inglesa, los castillos que bordean las riveras del Loira, ni la
majestuosidad de Iguazú. Las bellezas naturales permanecen mas o menos intactas,
sigue allí el salto Ángel, Canaima, el interminable llano de mi infancia
guariqueña, el bienamado Ávila que ahora pretenden llamar algo así como
güiriri, sin pedirle permiso ni a los caraqueños ni a los manes de Manuel Cabré.
Lo que no logré ver,
por ninguna parte, fue a los venezolanos, aquel pueblo alegre, dicharachero,
abierto y sobre todo cordial. Aquellos mujeres y hombres raigalmente mestizos,
es decir vacunados de artificiales y acartonados “cartabones sociales” de
utilería argumental de telenovela barata, de los que conocimos por las obras de
algunos escritores de la “América andina” dividida entre indios y amos, o los países
de demorada independencia de algunas islas del Caribe –como Cuba- donde
desaparecidos los pueblos autóctonos, los trabajos “serviles” estaban
destinados a los esclavos traídos del África.
Aquí ¡ Gracias a Dios ¡ descendemos del más mezclado de los
pueblos de Europa: celtas, iberos, fenicios, griegos, germanos, cartagineses,
romanos, árabes y berberiscos, navegaban por las venas de los conquistadores
españoles que sedientos de oro y exotismo vinieron a fundirse en la dorada
estampa de las indias caribes, arahuacas o timoto-cuicas, que encontraron a su
paso. A esa sabrosa mazamorra vino a juntarse el perfumado ébano del África, y
como todavía les pareció poco, el monarca español, nacido en la hoy belga
ciudad de Gante –que tenía dificultad para pronunciar el castellano- decidió
pagarle a sus financistas electorales para ser, además de el dueño de Las
Indias Occidentales y de Flandes, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico,
entregándoles a los banqueros Belzares o Welser o como se escriba, esta pobre
colonia de tercera o cuarta categoría para su explotación. Es decir y perdonen
la interpolación, no fueron los adecos y los copeyanos los inventores de esta
práctica nefasta de pagar con posiciones o contratos las ayudas económicas para
los comicios. Ese fascinante kaleidoscopio de razas y culturas, somos nosotros,
mas leche o mas café, pero todo es cuestión de matices, el igualitarismo
venezolano es muy anterior a la Guerra
Federal o guerra larga, de otra manera no se podría explicar
que el vocero, la punta de lanza intelectual, de la denominada “oligarquía
conservadora” pudiese haber sido Juan Vicente González, de padre y madre
desconocidos, hijo expósito, abandonado el las puertas del Convento de los
Neristas. Combatiente aguerrido, ni pidió ni dio cuartel, se le dijeron muchas
cosas y él dijo otras tantas, no existe prueba de que alguien le haya echado en
cara su “incunable” origen.
Y, en este paraíso del desprejuicio vinieron a elegir a una
cosa exótica, rara, desraizada, definitivamente no venezolano, como presidente
de la República ,
en ese lamentable diciembre de 1998. ¿De donde salió este individuo? ¿Llanero
que odia a Páez? Zambo que se pretende indio y se enorgullece hasta el
empalagamiento de un ancestro guerrillero, tan blanco y rubio que lo llamaban
“el americano”, militar que entrega el territorio en reclamación de la Guyana Esequiba y regala la
soberanía a los acólitos de Fidel Castro, el invasor derrotado en la década del
sesenta. Cultural e “ideológicamente” inclasificable, rara avis del disparate,
ícono del despropósito.
Este individuo mecido en las alas de una enorme
popularidad, en un país que ama el cambio por el cambio, frivolizado por el
facilismo petrolero, harto de la corrupción y el desencuentro de los últimos 15
ó 20 años de la democracia, cuyos grandes líderes o habían muerto o estaban en
la decadencia de la ancianidad, se apoderó de la nación, ante la mirada
asombrada o cómplice de una dirigencia social y política sumisa, contemplativa,
cobardona.
Estos trece años de desgobierno han hecho inmenso daño, el
aparato productivo agrícola e industrial reducido a una sombra, la industria
petrolera caotizada, descuadernada, irreconocible, las finanzas indiagnosticables,
tal es la proporción que intuimos pueda tener el hueco
fiscal, con un endeudamiento a futuro que hipoteca generaciones de ciudadanos
aún no nacidos. Y sin embargo, en el aspecto material Venezuela es capaz de
recuperarse en relativamente poco tiempo, lo que no podemos preveer es cuantos
años, lustros o décadas nos llevara restañar las heridas del odio, de la
sevicia, del revanchismo social inducido desde el poder, del racismo contra
natura en un país policromo, de la “lucha de clases” en un país donde sólo
existen pobres y menos pobres, porque los “ricos” o se empobrecieron o se
fueron. Tal es la cosecha de la “revolución bonita”, un querido amigo me
vaticinó hace ya como diez años que íbamos en vías de ser “un Haití con petróleo”.
La tarea que se impone empieza –y no puede empezar por
ninguna otra parte- por sacarlo del poder, cuanto antes mejor y de inmediato,
casi en paralelo, impulsar un gran movimiento de inclusión nacional, que sume
todo lo sano sin detenernos en pequeñeces ideológicas, en aprovechar todo lo
positivo, lo “afirmativo venezolano”
como decía ese gran hombre que fue Don Augusto Mijares. Limpiar, si es preciso
quemar, para la siembra, Venezuela tiene grandes potencialidades. Pero es
preciso desbrozar el camino, hacer irreversible el cambio, sería una tragedia
aún mayor si dejamos en pie la estructura estatal y organizacional
ingerenciable que hizo posible que llegase un Chávez. Nunca mas, nunca
mas, como “El cuervo” de Edgar Allan Poe.
La suerte está echada, no hay tiempo para más
disquisiciones. Adelante…
Después de Chávez: Una ímproba tarea.
Una ímproba tarea.esp. Foro de Oposición Venezolanapor: Alfredo Coronil HartmannTengo indeclinable fe en que estamos asistiendo a los estertores del más denigrante régimen que haya conocido Venezuela, en toda su historia, nada se pareció jamás al turbio panorama de porquería y fetidez que irradia hoy nuestro país.Desde su campaña electoral de 1998, se le vio el tramojo de reconcomio y revanchismo social, el torturante complejo de inferioridad, la ostentosa vulgaridad o mejor dicho procacidad de la que a diario hace gala, todos estos síntomas -mas que visibles- se potencializaron apenas aposentó su grotesca humanidad en el poder.Todos, al menos todos los que tuvimos la suerte de poder educarnos y que hemos trajinado con mayor o menor brillo una larga jornada existencial, sin tener nada grave de que avergonzarnos, al menos hasta ahora, estamos, como es lógico, muy preocupados por el desastre que han ocasionado estos 13 años de infamia: a nuestra economía, la destrucción del aparato productivo, industrial y agrícola, de las instituciones democráticas, por el descoyuntamiento de PDVSA, que fue orgullo de todos los venezolanos, por el deplorable manejo de nuestro servicio exterior, por el colapso de todos los servicios públicos, por la indescriptible inseguridad personal y jurídica, por la anulación del estado de Derecho. Abreviando, por la destrucción de la República.Trágicamente divertido resulta escuchar, a no pocos voceros, que están supuestos a ser de oposición, reclamar que tal o cual hecho es inconcebible en una democracia, señores en Venezuela la democracia dejó de existir hace ya algunos años, queda poco de la República y hasta el territorio ha sido vulnerado, para no hablar de la manoseada "soberanía" nunca tan humillada y prostituida. Todo ello es cierto y tendrá que ser restañado, reconstruido, refundado.Sin embargo el daño más grave no es mensurable en dígitos, leyes, ordenanzas, restituciones mas que legales y necesarias, etc. Lo mas grave y difícil será reconstruir el alma, restañar las heridas del espíritu, devolverle a nuestros conciudadanos la sindérisis, la civilidad, la amplitud, el auténtico igualitarismo que nos caracterizó como nación, aún antes de la independencia. La cordialidad fue uno de los mejores valores de nuestro pueblo, de nuestra idiosincrasia. ¡ Gracias a Dios ! mestizos, no tuvimos la tentación del racismo -hasta que apareció, no se sabe de donde- Chávez. Una sociedad fluida, para nada estratificada, nos evitó el clasismo, que ensombrece a muchos países latinoamericanos, aquí no existe una oligarquía de los apellidos, como en Colombia, Ecuador, Chile o Perú. De hecho mas de la mitad de la gente que vive -por decir algo- en el Country Club, no tiene más de dos o tres generaciones comiendo con cubiertos.Esa es la verdad, por ello la predica "marxista" de la lucha de clases suena a hueca y fuera de sitio. Aquí el que tiene éxito y es capaz, llega a donde se lo proponga. Al menos llegaba.Tristemente el sátrapa ha tenido éxito en envenenarle el alma a muchos compatriotas, la urbanidad, aquella que Manuel Antonio Carreño divulgó en su célebre libro, ahora no sólo no se practica, sino que parece que hace sospechoso a aquel que se respeta lo mínimo, para no rebajarse a comportarse como un chancho, de cualquier desviación sospechosa. En los nuevos valores chavistas, que tristemente algunos han copiado, para ser machos debemos escupir por el colmillo, cargar un palillo de dientes en público o rascarnos la entrepierna en una sala de festejos. Que deplorable, que chavista. Tendremos que reeducarnos -los que alguna vez lo fuimos- y educar a aquellos que sienten la fruición del mal gusto y la patanería.No creo que los valores profundos se hayan perdido, este es un gran pueblo, las maneras se pueden recuperar...
28 de Agosto de 2011.
12 de enero de 2012
Por que se escribe esta página.
Venezuela vive, a mi juicio, la mayor confusión cultural, política, histórica, social. Estamos en una situación de perplejidad y desencuentro espiritual, de depresión colectiva y generalizada, de perdida de fe en nuestro destino colectivo e individual.
Este cuadro complejo, caótico, no puede tener explicaciones simples y cómodas, que son las que, por una inclinación natural de la condición humana, todos preferimos. Muchas, muchísimas, de las causas de esta situación vienen de lejos, casi se pierden en nuestros orígenes de pueblo, otras muchas son añadidas, martilladas, impuestas y reiteradas por este régimen de la sinrazón que padecemos, y aunque el verbo "padecer" tiene una connotación de cordero propiciatorio, resignado e inerme, que personalmente me indigna y ofende, desgraciadamente demasiados compatriotas no asumen el reto, prefieren colocar sus cuellos en el tajo para no fatigar demasiado al verdugo...
¿ Que nos ha ocurrido ? no hay una única respuesta, pero muchos de los elementos que explican la actual situación de súcubos, en un pueblo que libertó seis naciones de la América del Sur, que además de El Libertador, tuvo presidentes venezolanos en Bolivia, Ecuador, Colombia y el nieto de un prócer guariqueño, que con gran frecuencia hacía referencia a ello, como el presidente de mas fuerte personalidad e impronta histórica del Brasil -por lo menos hasta Lula da Silva- me refiero a Getulio Vargas.
Arturo Uslar Pietri, lo sintetizaba diciendo "el petróleo nos pudrió" en buena medida es cierto, pero hay bastante más que eso.
La inclinación, al parecer natural, de Venezuela en producir grandes personalidades, hombres y mujeres excepcionales, ha sido reconocida históricamente, Don Marcelino Menendez y Pelayo el gran humanista español afirmaba: "...la antigua Capitanía General de Venezuela, le ha dado a la América Hispana, su mas grande hombre de armas Simón Bolívar y su mas grande hombre de letras Don Andrés Bello". En todas las etapas de nuestra historia era mas la abundancia de hombres levantiscos, rebeldes, brillantes, valerosos la causa de nuestros problemas. Basta leer la nómina de senadores y diputados, del período 1959-1964, los redactores de la Constitución de mayor duración en la historia de Venezuela, para sentir legítimo, justificado orgullo, aun para los parámetros más exigentes del orbe.
En este contexto "Para rescatar el porvenir" no aparece solo como el rescate del viejo título de un libro que no llegué a publicar y cuyos planteamientos he ido desgranando en más de 50 años de articulista de opinión, en programas de radio y televisión por mi dirigidos o a los que asistí como entrevistado y que vivieron su momento de mayor difusión pública, cuando en 1984, iniciando mi segundo período como diputado al Congreso Nacional, el Dr.Carlos Canache Mata, jefe de la Fracción Parlamentaria de Acción Democrática, me designó como Orador de Orden, en la Sesión Solemne destinada a conmemorar el 173 Aniversario de la Declaración de Independencia.
Venezolanamente, ese "momento de mayor difusión pública" lo fue, a pesar y no a causa de la importancia oficial e histórica del acto ( aunque desde luego se benefició de la cadena nacional de radio y televisión intrínseca a esos eventos), en efecto, es de rigor que el presidente del Congreso, concluido el Discurso de Orden, ordene su publicación, no ocurrió así, pese que me unían y unen estrechos lazos de amistad y afecto con quien desempeñaba esas funciones. Tuve el raro privilegio hasta 1999, de que el mio fuera el único que no pasara por la imprenta de las cámaras legislativas. Sólo en el primer año de la "revolución bonita" corrió suerte semejante mi amigo Jorge Olavarría, quien hizo una veraz y premonitoria crítica de las desandanzas que amenazaban al país. Pero mi discurso fue publicado, es mas conoció tres ediciones simultaneas. El diputado Carlos Luna Cordovés, presidente de la Federación de Trabajadores de la Industria Gráfica, me lo pidió diciendo "... esto no va a pasar por debajo de la mesa, dame una copia y los compañeros del sindicato, con papel de desecho y en sus horas libres, van a imprimir 10.000 ejemplares" así lo hicieron, el diario Ultimas Noticias, uno de los de mayor circulación en el país, tituló a todo lo ancho de su primera plana "El discurso golpista de Coronil Hartmann" y lo publicó íntegro y mi "colega de infortunio" Jorge Olavarria, quien entonces dirigía "Resumen" la revista política mas prestigiosa de Venezuela en su momento, realizó, con excelente apoyo gráfico, otra publicación completa.
Muy lamentablemente ese texto sigue teniendo vigencia, de allí que lo haya mencionado con tanto énfasis, y haya decidido incluirlo, como material de apoyo, en "Para rescatar el porvenir".
La democracia civil, construyó, con los yerros y aciertos de toda acción de realizaciones concretas, entre 1959 y 1979, la mas significativa e importante obra de gobierno que haya conocido Venezuela, obra física y obra institucional. Es dolorosamente innegable que, en los segundos 20 de los calumniados y denostados "40 años" el impulso, la eficiencia y lo que es mucho más grave los valores éticos y morales fueron, por decirlo desapasionadamente, intermitentes o irregulares. La decadencia tiene fecha fija, se inició en 1979, el palurdismo político, el oportunismo, el compadrazgo y la inevitable corrupción que conlleva, crearon el caldo de cultivo que hizo posible el naufragio de 1998.
Una clase política había periclitado, ¿ Quienes pueden sucederla ?
Este cuadro complejo, caótico, no puede tener explicaciones simples y cómodas, que son las que, por una inclinación natural de la condición humana, todos preferimos. Muchas, muchísimas, de las causas de esta situación vienen de lejos, casi se pierden en nuestros orígenes de pueblo, otras muchas son añadidas, martilladas, impuestas y reiteradas por este régimen de la sinrazón que padecemos, y aunque el verbo "padecer" tiene una connotación de cordero propiciatorio, resignado e inerme, que personalmente me indigna y ofende, desgraciadamente demasiados compatriotas no asumen el reto, prefieren colocar sus cuellos en el tajo para no fatigar demasiado al verdugo...
¿ Que nos ha ocurrido ? no hay una única respuesta, pero muchos de los elementos que explican la actual situación de súcubos, en un pueblo que libertó seis naciones de la América del Sur, que además de El Libertador, tuvo presidentes venezolanos en Bolivia, Ecuador, Colombia y el nieto de un prócer guariqueño, que con gran frecuencia hacía referencia a ello, como el presidente de mas fuerte personalidad e impronta histórica del Brasil -por lo menos hasta Lula da Silva- me refiero a Getulio Vargas.
Arturo Uslar Pietri, lo sintetizaba diciendo "el petróleo nos pudrió" en buena medida es cierto, pero hay bastante más que eso.
La inclinación, al parecer natural, de Venezuela en producir grandes personalidades, hombres y mujeres excepcionales, ha sido reconocida históricamente, Don Marcelino Menendez y Pelayo el gran humanista español afirmaba: "...la antigua Capitanía General de Venezuela, le ha dado a la América Hispana, su mas grande hombre de armas Simón Bolívar y su mas grande hombre de letras Don Andrés Bello". En todas las etapas de nuestra historia era mas la abundancia de hombres levantiscos, rebeldes, brillantes, valerosos la causa de nuestros problemas. Basta leer la nómina de senadores y diputados, del período 1959-1964, los redactores de la Constitución de mayor duración en la historia de Venezuela, para sentir legítimo, justificado orgullo, aun para los parámetros más exigentes del orbe.
En este contexto "Para rescatar el porvenir" no aparece solo como el rescate del viejo título de un libro que no llegué a publicar y cuyos planteamientos he ido desgranando en más de 50 años de articulista de opinión, en programas de radio y televisión por mi dirigidos o a los que asistí como entrevistado y que vivieron su momento de mayor difusión pública, cuando en 1984, iniciando mi segundo período como diputado al Congreso Nacional, el Dr.Carlos Canache Mata, jefe de la Fracción Parlamentaria de Acción Democrática, me designó como Orador de Orden, en la Sesión Solemne destinada a conmemorar el 173 Aniversario de la Declaración de Independencia.
Venezolanamente, ese "momento de mayor difusión pública" lo fue, a pesar y no a causa de la importancia oficial e histórica del acto ( aunque desde luego se benefició de la cadena nacional de radio y televisión intrínseca a esos eventos), en efecto, es de rigor que el presidente del Congreso, concluido el Discurso de Orden, ordene su publicación, no ocurrió así, pese que me unían y unen estrechos lazos de amistad y afecto con quien desempeñaba esas funciones. Tuve el raro privilegio hasta 1999, de que el mio fuera el único que no pasara por la imprenta de las cámaras legislativas. Sólo en el primer año de la "revolución bonita" corrió suerte semejante mi amigo Jorge Olavarría, quien hizo una veraz y premonitoria crítica de las desandanzas que amenazaban al país. Pero mi discurso fue publicado, es mas conoció tres ediciones simultaneas. El diputado Carlos Luna Cordovés, presidente de la Federación de Trabajadores de la Industria Gráfica, me lo pidió diciendo "... esto no va a pasar por debajo de la mesa, dame una copia y los compañeros del sindicato, con papel de desecho y en sus horas libres, van a imprimir 10.000 ejemplares" así lo hicieron, el diario Ultimas Noticias, uno de los de mayor circulación en el país, tituló a todo lo ancho de su primera plana "El discurso golpista de Coronil Hartmann" y lo publicó íntegro y mi "colega de infortunio" Jorge Olavarria, quien entonces dirigía "Resumen" la revista política mas prestigiosa de Venezuela en su momento, realizó, con excelente apoyo gráfico, otra publicación completa.
Muy lamentablemente ese texto sigue teniendo vigencia, de allí que lo haya mencionado con tanto énfasis, y haya decidido incluirlo, como material de apoyo, en "Para rescatar el porvenir".
La democracia civil, construyó, con los yerros y aciertos de toda acción de realizaciones concretas, entre 1959 y 1979, la mas significativa e importante obra de gobierno que haya conocido Venezuela, obra física y obra institucional. Es dolorosamente innegable que, en los segundos 20 de los calumniados y denostados "40 años" el impulso, la eficiencia y lo que es mucho más grave los valores éticos y morales fueron, por decirlo desapasionadamente, intermitentes o irregulares. La decadencia tiene fecha fija, se inició en 1979, el palurdismo político, el oportunismo, el compadrazgo y la inevitable corrupción que conlleva, crearon el caldo de cultivo que hizo posible el naufragio de 1998.
Una clase política había periclitado, ¿ Quienes pueden sucederla ?
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