11 de septiembre de 2015

La barbarie del siglo 21 –con golpes y groserías- expresó su sentencia de 14 años de secuestro para Leopoldo / Primer Poder / pararescatarelporvenir.blogspot.com 11 de septiembre de 2015

EDITORIAL DE PRIMER PODER.



La barbarie del siglo 21 –con golpes y groserías- expresó su sentencia de 14 años de secuestro para Leopoldo 



 La trifulca de golpes contra los simpatizantes de Leopoldo López que le acompañaban en el tribunal, buscaba estridentemente justificarse con sus consignas farsantes, para luego maquillarse de “santa lucha” con el discurso inflamatorio del “cerebro” del régimen, Jorge Rodríguez.

 Tal como en los días finales del nazismo, este fascismo tropical, divulga con sus venas abiertas todo tipo de mentiras, intentando mantener atado a algún individuo esquizoide que se niegue a admitir la cruda e imponente realidad del crimen, la violencia, la farsa y el fracaso de este régimen. 

Acusan de violentos a quienes desarmados son golpeados, torturados y asesinados. Acusan de antipatriotas, no a sus vagos y criminales, sino a quienes trabajan y claman beneficios naturales por sus esfuerzos y por sus derechos constitucionales. Acusan de discriminadores a quienes siempre han cuidado y respetado a toda Venezuela, sin rechazos de ningún otro tipo que no sea contra los criminales o contra quienes protegen a criminales.

 Y por supuesto, acusan de criminales (con falsas pruebas) y secuestran inconstitucionalmente en cárceles a quienes, como Leopoldo López son personas honradas y ejercen su muy legítimo derecho de ser ciudadanos, protestar contra abusos y trabajar por los beneficios de todos los venezolanos.

 Muy bien sabemos que Leopoldo no es la única víctima, son miles quienes sufren abusos, dentro de una prisión o bajo un régimen de restricción de libertades. La lucha de nosotros los venezolanos –y de todos los demócratas del mundo- no es entre opositores contra chavistas; sino entre la civilización, la humanidad, contra la más cruel, corrupta, cínica, criminal y destructiva barbarie del siglo 21.

 Ni los mismos rojos de hace unos años aceptan este caos de estatizada criminalidad. Ya no quedan idealistas, sino criminales o sus cómplices. Ningún venezolano, ningún ser civilizado del mundo, acepta este infierno y mucho menos guarda silencio escondiendo su irresponsable pasividad con paz.


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