17 de enero de 2012

Alejandro Izaguirre: Una bondad útil.

Hace escasos días falleció en su natal Valencia, "el policia" Izaquirre, entrañable amigo en todas las vicisitudes de mi vida, consejero generoso, siempre dispuesto a dar el apoyo oportuno y desinteresado. Mi familia, particularmente mi madre y yo, establecimos con él, desde los días del exilio en la España de Francisco Franco, una diáfana amistad. Regresados todos de la diáspora, ella se vió reforzada por su matrimonio con una paisana, nieta de un personaje pintoresco de la Villa de Todos los Santos de Calabozo, "el español Toledo", hombre de apreciable fortuna, amigo y socio ocasional de mi bisabuelo Luis Viso Hurtado de Mendoza. Todo estaba dado para que nuestra relación fuera lo que fué. Ni siquiera la política, el mas movedizo y engañoso de los terrenos, enturbió nunca esos afectos.

Transitoriamente enfermo, hoy me entero de que un muy querido y admirado amigo, antiguo párroco de las Mercedes en Calabozo, hoy Arzobispo, ex-presidente de la Conferencia Epíscopal de Venezuela, el Dr.Baltazar Porras, ofició en Velencia una misa por el eterno descanso del alma del Dr.Alejandro Izaguirre Angelli, ex.Decano de Derecho de la UC, Diputado, Senador, Gobernador, Ministro de Relaciones Interiores, muchas veces encargado de la Presidencia de la República. Fundador de Acción Democrática.

Me consuela, ya que yo no pude ir, el pensar que el actual Secretario General del partido, valenciano como él, parlamentario como él, ha debido  volcarse en manifestaciones de solidaridad con sus deudos y con el pueblo carabobeño que lo respetó y quiso. Que ha debido ordenar a las autoridades regionales que hicieran lo propio.
Que AD estuvo presente y contrita, ante la perdida de un gran compañero. ¡ Que así haya sido !

Mis oraciones lo acompañarán siempre,a él, a Hayde a sus hijos y nietos.

15 de enero de 2012

2012 ¿Año del Señor?

Carta dirigida por Alfredo Coronil Hartmann a  Mikael Moazan, intelectual liberal frances

10 de enero de 2012 15:26
Asunto: 2012 ¿Año del Señor?
Muy apreciado Mikael:

 Estos primeros días del año, usualmente perezosos y lentos en Venezuela, transcurren entre la superficial calma, como una escenografía montada sobre un volcán de magmas encontradas e impredecibles, diría -recurriendo al conocido "comodín"- que el aire se puede cortar con un cuchillo.

 El moribundo (?) presidente en una hiperactividad que más parece una "mise en scene", planea y anuncia proezas físicas imposibles de cumplir por un veinteañero entrenado, como trotar desde el Palacio de Miraflores hasta El Calvario y además subir al trote la escalinata, de por si irregular y difícil, (yo lo hice a los 12 ó 13 años -sin trotar- y llegue agotado), para terminar torpemente desvanecido en Fuerte Tiuna, a donde se redujo el escenario, después de unos 25 metros de recorrido.

En paralelo, destituye al general Carvajal, Director de Inteligencia Militar, señalado de narcotraficante por el gobierno americano y antes del mes se ve obligado a reponerlo en su cargo... Mayor signo de debilidad es difícil. Entre telones se está desarrollando una sangrienta guerra de sucesión, mas o menos "los funerales de Alejandro Magno" trasladados a una pobre platea de provincia. A cada medida que toma se abren varios frentes, la designación del teniente Diosdado Cabello, no representa, como pregonan algunos, el triunfo del "partido militar", entre otras cosas porque hay varios partidos militares, muchos de ellos frontalmente opuestos a Cabello. Lo que comienzan a designar como grupo o partido cubano: José Vicente Rangel, el vice-presidente Jaua, Adán Chávez, Rafael Ramirez, coquetean con el canciller Maduro pero cada uno tiene sus aspiraciones.

Mientras esto ocurre en los grupos oficialistas, la oposición, o los que pretenden representarla, la Mesa de la Unidad Democrática -MUD- a la cual está sumada Acción Democrática, aun hoy el partido de mas profundas raíces en el país, hace un juego de autistas. No solo no presionan para desmontar el fraude, que en forma creciente ha ido copando todo escenario electoral, sino que piden al Consejo Nacional Electoral, compuesto por 4/5 rectores chavistas, que supervise, organice y ejecute las elecciones primarias donde se elegirá el candidato unitario de la oposición. En un país con un Registro Electoral Permanente no depurado, en el cual, según expertos muy calificados, hay entre 3 y 5 millones de electores "virtuales"  y una cantidad mucho mayor no tiene dirección o domicilio conocido, con observadores internacionales al gusto del gobierno, la actitud de la MUD es simplemente incomprensible. De allí que se haya comenzado a hablar de "colaboracionismo", con la triste diferencia de que no hay ningún vencedor de Verdun, sino un grupo de burócratas políticos cuyas habilidades se circunscriben al cabildeo y el acomodo, las sospechas de corrupción y las especulaciones de contubernios son inevitables.

Es doloroso, muy doloroso, hilvanar estas ideas, sobre todo para aquellos que fuimos formados políticamente, para una vida civil y civilista, con leyes, principios y valores éticos irrenunciables. Pero como el cerebro no pide permiso para trabajar, la deducción forzada es que toda salida negociada es una amenaza, una amenaza de que continúen los vicios, pequeñeces y negociados, que explican que en un país que sentó ejemplo de civilismo haya llegado un individuo como Chávez al poder y que haya llegado, no engañando a nadie, siempre se presentó como un Armagedon, vindicativo y destructor y eso hay que reconocérselo, quien se "engañó" simplemente se quiso engañar. Si asumimos que Chávez fue una consecuencia y no la causa del sinsentido en que nos encontramos, no nos queda sino concluir que la única salida históricamente viable, es una reordenación del Estado y del país, que haga imposible una recurrencia oscurantista como la que atravesamos.

Que ello pueda hacerse de manera incruenta me parece utópico, hay procesos que exigen una cuota de sacrificios, mientras mas pronto, la cuota será menor, en esta trampa diabólica estamos, estimado Mikael, que Dios nos ilumine y nos de la fuerza necesaria.

Con cordial amistad

Alfredo Coronil Hartmann

Un perfil para la transición



 


UN PERFIL PARA LA TRANSICION.

                                                                                    Por: Alfredo Coronil Hartmann


El 2 de marzo, hace apenas unos días, cumplimos 200 anos de una fundamental efemérides civil, la instalación del primer Congreso de la Republica , aquel que el 5 de julio de ese mismo ano, anuncio el nacimiento de Venezuela al concierto de las naciones. Hito incomprendido e irrelevante, para un régimen que solo exalta aquellas acciones aliñadas con pólvora y con sangre, y no las iniciativas cívicas con las cuales la generación libertadora trajo al mundo a Venezuela.
 No es un azar que, en nuestra celebración individual de ese hecho, queramos delinear con precisión los principios fundamentales que deben inspirar la transición necesaria del autoritarismo a la autentica democracia. Circunstancia especialmente obligante cuando se marcha hacia un proceso electoral con una Constitución derogada por la Asamblea Nacional pasada, en pocas palabras, sin Constitución alguna, un país privado de su Estatuto político, sin la “Ley de leyes e la Republica ”, sometido a los raptos de “inspiración” o a los caprichos de un mandatario sin representatividad, divorciado  -hace tiempo- del sentir del colectivo.
 El Jefe del Estado, y el equipo humano que lo acompañe, para sustituir al actual régimen, deberán encarar necesariamente el reto de un gobierno de transición. No puede, ni debe ser, de  otra forma.
Transición, porque el cambio no es de titular, de uno a otro gobernante democrático, se trata de un cambio de sistema. Venezuela dejo de ser una democracia representativa, plural, inclusiva, para devenir -en una involución incomprensible- en un gobierno autoritario, excluyente y con aspiraciones de eternización.
De allí, que una de las condiciones del nuevo gobernante ha de ser un compromiso indeleble de no aspirar a la reelección. De no representar una bandería política sino una promesa de concordia y autentica unidad, enraizada en lo más profundo del alma colectiva, la tarea que nos aguarda no atiende ni a carnets ni a colores, reclama a los mejores venezolanos para reconstruir y conquistar un futuro de esperanzas en la Patria de todos. Realizar una justicia social verdadera, tangible, consistente, alejada de la vana palabrería populista y de hecho profundamente antipopular, es una tarea inaplazable. No es sencillamente concebible que, habiendo percibido recursos iguales o superiores a los que manejaron todos lo gobiernos, de todos los signos políticos, que dirigieron el país durante el siglo XX,  juntos. Solo se puedan exhibir los mayores índices de desempleo, pobreza e inseguridad de nuestra historia.
El valor esencial del hogar colectivo que necesitamos crear, ha de ser la democracia, sin libertad nada es suficientemente bueno. Para aquellos que proclamaron el fin de la historia y el choque dramático entre las civilizaciones, los recientes acontecimientos del norte de África y del Medio Oriente, vienen a demostrar, con esplendorosa consistencia, la frescura y modernidad de una organización del Estado al servicio del hombre, de la alternancia en el poder, de la solidaridad y el respeto a los valores humanos, anhelos seculares del individuo racional siempre deseoso de empinarse en dirección a Dios.
El reto material es gigantesco, el país se debate entre el temor al hampa, a bandas armadas de mal disimulada inclinación oficialista, un insostenible costo de vida, la escandalosa ausencia de seguridad jurídica, la criminalización y persecución de toda disidencia, política, gremial, sindical y hasta artística, los 7 anos de cautiverio del dirigente obrero Rubén González ilustran –junto con otros muchos casos- la intolerancia y arbitrariedad reinantes, el colapso de los servicios públicos mas acuciantes, la destrucción sistemática y continuada del aparato productivo, como consecuencia de esto ultimo, las crecientes carencias de bienes de consumo y de insumos vitales.
Hace menos de una semana y según datos del propio Ministerio de Finanzas, el saldo de las obligaciones del Estado había subido para finales del 2010 en un 20% es decir, había alcanzado la astronómica suma de 71.7 millardos de dólares americanos. La firma Econoamerica estima que la deuda de la Republica , que incluye a Finanzas, PDVSA y el préstamo otorgado por China, hará que cerremos el 2011 con 146.5 millardos de dólares de deuda. Es decir la elevaríamos en un 105% más. The Economist, revista británica especializada, bien conocida en el país y en el mundo, afirma que en un breve plazo de dos anos Venezuela entrara en mora, por la imposibilidad de satisfacer el capital y los servicios de su deuda externa.
 Todo ello exige experiencia, conocimientos teóricos y prácticos, no estamos en clima de ensayos o aventuradas buenas intenciones, nos jugamos el futuro, no solo de los que estamos, sino de los que están por venir. El piloto y su variopinta tripulación, no deben ser ni debutantes ni piezas de museo histórico,una cabeza bien amoblada y unos auxiliares diestros, los mas diestros, son necesarios. También será necesario encarar y proponer una radical restructuración del Estado. El aparato macrocefálico, enfermo y ahíto de un poder inmanejable que llevo a este colapso tiene que ser redefinido y ajustado a dimensiones eficaces, operativas, gerenciables. Y con todo…
Los problemas materiales no son los mas graves o difíciles de transitar, Venezuela es un país de inmensas potencialidades, de enormes recursos, generoso surtidor del mas preciado de ellos, el recurso humano. El aspecto mas dolorosa y profundamente vulnerado en estos 12 anos de desandanzas, es el daño ocasionado en el tejido social de la nación.
 El “comandante-presidente” no ha dado descanso a su única iniciativa exitosa, la siembra del odio, de la división entre hermanos, del antagonismo social. Pretendió y pretende hacer de un pueblo igualitario y orgullosamente mestizo uno signado por la tacha infamante del racismo y la exclusión social. El alma libre y abierta del venezolano no acepta ni puede aceptar horizontes tan estrechos y mezquinos.
Así, los protagonistas de esta transición tienen que ser los sanadores del alma nacional, capaces de recuperar la cordialidad y la amplitud que siempre caracterizaron al venezolano. Con semejante equipaje y con esa guía alcanzaremos la meta que desde el fondo de nosotros mismos, nos reclama. El presente y el futuro, se hacen aquí y ahora.


Caracas 4 de marzo de 2011.

Vuelo sobre la ciénaga


VUELO SOBRE LA CIENAGA.

Por: Alfredo Coronil Hartmann

Esp. Gente Siglo XXI



Obsedidos como estamos los venezolanos por el drama que vivimos como país o ex-país, como suele decir Agustín Blanco Muñoz, no pude evitar, después de contemplar un bellísimo juego de fotografías aéreas de distintas partes del mundo, caer en la involuntaria especulación de imaginarme una imposible visión desde la altura, de nuestros 912.050 Km2, que al menos eso era Venezuela cuando yo estudié primaria.
Desde luego no esperaba encontrarme los fiordos noruegos, la campiña inglesa, los castillos que bordean las riveras del Loira, ni la majestuosidad de Iguazú. Las bellezas naturales permanecen mas o menos intactas, sigue allí el salto Ángel, Canaima, el interminable llano de mi infancia guariqueña, el bienamado Ávila que ahora pretenden llamar algo así como güiriri, sin pedirle permiso ni a los caraqueños ni a los manes de Manuel Cabré.
 Lo que no logré ver, por ninguna parte, fue a los venezolanos, aquel pueblo alegre, dicharachero, abierto y sobre todo cordial. Aquellos mujeres y hombres raigalmente mestizos, es decir vacunados de artificiales y acartonados “cartabones sociales” de utilería argumental de telenovela barata, de los que conocimos por las obras de algunos escritores de la “América andina” dividida entre indios y amos, o los países de demorada independencia de algunas islas del Caribe –como Cuba- donde desaparecidos los pueblos autóctonos, los trabajos “serviles” estaban destinados a los esclavos traídos del África.
Aquí ¡ Gracias a Dios ¡ descendemos del más mezclado de los pueblos de Europa: celtas, iberos, fenicios, griegos, germanos, cartagineses, romanos, árabes y berberiscos, navegaban por las venas de los conquistadores españoles que sedientos de oro y exotismo vinieron a fundirse en la dorada estampa de las indias caribes, arahuacas o timoto-cuicas, que encontraron a su paso. A esa sabrosa mazamorra vino a juntarse el perfumado ébano del África, y como todavía les pareció poco, el monarca español, nacido en la hoy belga ciudad de Gante –que tenía dificultad para pronunciar el castellano- decidió pagarle a sus financistas electorales para ser, además de el dueño de Las Indias Occidentales y de Flandes, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, entregándoles a los banqueros Belzares o Welser o como se escriba, esta pobre colonia de tercera o cuarta categoría para su explotación. Es decir y perdonen la interpolación, no fueron los adecos y los copeyanos los inventores de esta práctica nefasta de pagar con posiciones o contratos las ayudas económicas para los comicios. Ese fascinante kaleidoscopio de razas y culturas, somos nosotros, mas leche o mas café, pero todo es cuestión de matices, el igualitarismo venezolano es muy anterior a la Guerra Federal o guerra larga, de otra manera no se podría explicar que el vocero, la punta de lanza intelectual, de la denominada “oligarquía conservadora” pudiese haber sido Juan Vicente González, de padre y madre desconocidos, hijo expósito, abandonado el las puertas del Convento de los Neristas. Combatiente aguerrido, ni pidió ni dio cuartel, se le dijeron muchas cosas y él dijo otras tantas, no existe prueba de que alguien le haya echado en cara su “incunable” origen.
 La Constitución censitaria de 1830 había sido largo tiempo olvidada, pero si algo quedaba, mas allá de los prejuicios de una ínfima minoría, lo arrastraron el vendaval amarillo y el Tratado de Coche. Nació una sociedad permeable, no estratificada, abierta o mejor dicho propicia a los cambios, no teníamos otro techo que el éxito, quien lo obtuviese podía llegar donde se propusiese, desde la presidencia de la República al Arzobispado de Caracas, el gabinete Ejecutivo o la representación diplomática, en cualquiera de sus posiciones.
Y, en este paraíso del desprejuicio vinieron a elegir a una cosa exótica, rara, desraizada, definitivamente no venezolano, como presidente de la República, en ese lamentable diciembre de 1998. ¿De donde salió este individuo? ¿Llanero que odia a Páez? Zambo que se pretende indio y se enorgullece hasta el empalagamiento de un ancestro guerrillero, tan blanco y rubio que lo llamaban “el americano”, militar que entrega el territorio en reclamación de la Guyana Esequiba y regala la soberanía a los acólitos de Fidel Castro, el invasor derrotado en la década del sesenta. Cultural e “ideológicamente” inclasificable, rara avis del disparate, ícono del despropósito.
Este individuo mecido en las alas de una enorme popularidad, en un país que ama el cambio por el cambio, frivolizado por el facilismo petrolero, harto de la corrupción y el desencuentro de los últimos 15 ó 20 años de la democracia, cuyos grandes líderes o habían muerto o estaban en la decadencia de la ancianidad, se apoderó de la nación, ante la mirada asombrada o cómplice de una dirigencia social y política sumisa, contemplativa, cobardona.
Estos trece años de desgobierno han hecho inmenso daño, el aparato productivo agrícola e industrial reducido a una sombra, la industria petrolera caotizada, descuadernada, irreconocible, las finanzas indiagnosticables, tal es la proporción que intuimos pueda tener el hueco fiscal, con un endeudamiento a futuro que hipoteca generaciones de ciudadanos aún no nacidos. Y sin embargo, en el aspecto material Venezuela es capaz de recuperarse en relativamente poco tiempo, lo que no podemos preveer es cuantos años, lustros o décadas nos llevara restañar las heridas del odio, de la sevicia, del revanchismo social inducido desde el poder, del racismo contra natura en un país policromo, de la “lucha de clases” en un país donde sólo existen pobres y menos pobres, porque los “ricos” o se empobrecieron o se fueron. Tal es la cosecha de la “revolución bonita”, un querido amigo me vaticinó hace ya como diez años que íbamos en vías de ser “un Haití con petróleo”.
La tarea que se impone empieza –y no puede empezar por ninguna otra parte- por sacarlo del poder, cuanto antes mejor y de inmediato, casi en paralelo, impulsar un gran movimiento de inclusión nacional, que sume todo lo sano sin detenernos en pequeñeces ideológicas, en aprovechar todo lo positivo,  lo “afirmativo venezolano” como decía ese gran hombre que fue Don Augusto Mijares. Limpiar, si es preciso quemar, para la siembra, Venezuela tiene grandes potencialidades. Pero es preciso desbrozar el camino, hacer irreversible el cambio, sería una tragedia aún mayor si dejamos en pie la estructura estatal y organizacional ingerenciable que hizo posible que llegase un Chávez. Nunca mas, nunca mas,  como “El cuervo”  de Edgar Allan Poe.
La suerte está echada, no hay tiempo para más disquisiciones. Adelante…

  20 de agosto, 2011

Después de Chávez: Una ímproba tarea.


Una ímproba tarea.
esp. Foro de Oposición Venezolana
por: Alfredo Coronil Hartmann

Tengo indeclinable fe en que estamos asistiendo a los estertores del más denigrante régimen que haya conocido Venezuela, en toda su historia, nada se pareció jamás al turbio panorama de porquería y fetidez que irradia hoy nuestro país. 
Desde su campaña electoral de 1998, se le vio el tramojo de reconcomio y revanchismo social, el torturante complejo de inferioridad, la ostentosa vulgaridad o mejor dicho procacidad de la que a diario hace gala, todos estos síntomas -mas que visibles- se potencializaron apenas  aposentó su grotesca humanidad en el poder.
Todos, al menos todos los que tuvimos la suerte de poder educarnos y que hemos trajinado con mayor o menor brillo una larga jornada existencial, sin tener nada grave de que avergonzarnos, al menos hasta ahora, estamos, como es lógico, muy preocupados por el desastre que han ocasionado estos 13 años de infamia: a nuestra economía, la destrucción del aparato productivo, industrial y agrícola, de las instituciones democráticas, por el descoyuntamiento de PDVSA, que fue orgullo de todos los venezolanos, por el deplorable manejo de nuestro servicio exterior, por el colapso de todos los servicios públicos, por la indescriptible inseguridad personal y jurídica, por la anulación del estado de Derecho.  Abreviando, por la destrucción de la República.
Trágicamente divertido resulta escuchar, a no pocos voceros, que están supuestos a ser de oposición, reclamar que tal o cual hecho es inconcebible en una democracia, señores en Venezuela la democracia dejó de existir hace ya algunos años, queda poco de la República y hasta el territorio ha sido vulnerado, para no hablar de la manoseada "soberanía" nunca tan humillada y prostituida. Todo ello es cierto y tendrá que ser restañado, reconstruido, refundado.
Sin embargo el daño más grave no es mensurable en dígitos, leyes, ordenanzas, restituciones mas que legales y necesarias, etc. Lo mas grave y difícil será reconstruir el alma, restañar las heridas del espíritu, devolverle a nuestros conciudadanos la sindérisis, la civilidad, la amplitud, el auténtico igualitarismo que nos caracterizó como nación, aún antes de la independencia. La cordialidad fue uno de los mejores valores de nuestro pueblo, de nuestra idiosincrasia. ¡ Gracias a Dios ! mestizos, no tuvimos la tentación del racismo -hasta que apareció, no se sabe de donde- Chávez. Una sociedad fluida, para nada estratificada, nos evitó el clasismo, que ensombrece a muchos países latinoamericanos, aquí no existe una oligarquía de los apellidos, como en Colombia, Ecuador, Chile o Perú. De hecho mas de la mitad de la gente que vive -por decir algo- en el Country Club, no tiene más de dos o tres generaciones comiendo con cubiertos. 
Esa es la verdad, por ello la predica "marxista" de la lucha de clases suena a hueca y fuera de sitio. Aquí el que tiene éxito y es capaz, llega a donde se lo proponga. Al menos llegaba.
Tristemente el sátrapa ha tenido éxito en envenenarle el alma a muchos compatriotas, la urbanidad, aquella que Manuel Antonio Carreño divulgó en su célebre libro, ahora no sólo no se practica, sino que parece que hace sospechoso a aquel que se respeta lo mínimo, para no rebajarse a comportarse como un chancho, de cualquier desviación sospechosa. En los nuevos valores chavistas, que tristemente algunos han copiado, para ser machos debemos escupir por el colmillo, cargar un palillo de dientes en público o rascarnos la entrepierna en una sala de festejos. Que deplorable, que chavista. Tendremos que reeducarnos -los que alguna vez lo fuimos- y educar a aquellos que sienten la fruición del mal gusto y la patanería.
No creo que los valores profundos se hayan perdido, este es un gran pueblo, las maneras se pueden recuperar...


28 de Agosto de 2011.

Discurso del 5 de julio de 1984 ( edición facsimilar...)

Discurso de Orden, en el 173 Aniversario de la Declaración de Independencia










12 de enero de 2012

Por que se escribe esta página.

Venezuela vive, a mi juicio, la mayor confusión cultural, política, histórica, social. Estamos en una situación de perplejidad y desencuentro espiritual, de depresión colectiva  y generalizada, de perdida de fe en nuestro destino colectivo e individual.
Este cuadro complejo, caótico, no puede tener explicaciones simples y cómodas, que son las que, por una inclinación natural de la condición humana, todos preferimos. Muchas, muchísimas, de las causas de esta situación vienen de lejos, casi se pierden en nuestros orígenes de pueblo,  otras muchas son añadidas, martilladas, impuestas y reiteradas por este régimen de la sinrazón que padecemos, y aunque el verbo "padecer" tiene una connotación de cordero propiciatorio, resignado e inerme, que personalmente me indigna y ofende, desgraciadamente demasiados compatriotas no asumen el reto, prefieren colocar sus cuellos en el tajo para no fatigar demasiado al verdugo...
¿ Que nos ha ocurrido ? no hay una única respuesta, pero muchos de los elementos que explican la actual situación de súcubos, en un pueblo que libertó seis naciones de la América del Sur, que además de El Libertador, tuvo presidentes venezolanos en Bolivia, Ecuador, Colombia y el nieto de un prócer guariqueño, que con gran frecuencia hacía referencia a ello, como el presidente de mas fuerte personalidad e impronta histórica del Brasil -por lo menos hasta Lula da Silva- me refiero a Getulio Vargas.
Arturo Uslar Pietri, lo sintetizaba diciendo "el petróleo nos pudrió" en buena medida es cierto, pero hay bastante más que eso.
La inclinación, al parecer natural, de Venezuela en producir grandes personalidades, hombres y mujeres excepcionales, ha sido reconocida históricamente, Don Marcelino Menendez y Pelayo el gran humanista español afirmaba: "...la antigua Capitanía General de Venezuela, le ha dado a la América Hispana, su mas grande hombre de armas Simón Bolívar y su mas grande hombre de letras Don Andrés Bello". En todas las etapas de nuestra historia era mas la abundancia  de hombres levantiscos, rebeldes, brillantes, valerosos la causa de nuestros problemas. Basta leer la nómina de senadores y diputados, del período 1959-1964, los redactores de la Constitución de mayor duración en la historia de Venezuela, para sentir legítimo, justificado orgullo, aun para los parámetros más exigentes del orbe.
En este contexto "Para rescatar el porvenir" no aparece solo como el rescate del viejo título de un libro que no llegué a publicar y cuyos planteamientos he ido desgranando en más de 50 años de articulista de opinión, en programas de radio y televisión por mi dirigidos o a los que asistí como entrevistado y que vivieron su momento de mayor difusión pública, cuando en 1984, iniciando mi segundo período como diputado al Congreso Nacional, el Dr.Carlos Canache Mata, jefe de la Fracción Parlamentaria de Acción Democrática, me designó como Orador de Orden, en la Sesión Solemne destinada a  conmemorar el 173 Aniversario de la Declaración de Independencia.
Venezolanamente, ese "momento de mayor difusión pública" lo fue, a pesar y no a causa de la importancia oficial e histórica del acto ( aunque desde luego se benefició de la cadena nacional de radio y televisión intrínseca a esos eventos), en efecto, es de rigor que el presidente del Congreso, concluido el Discurso de Orden, ordene su publicación, no ocurrió así, pese que me unían y unen estrechos lazos de amistad y afecto con quien desempeñaba esas funciones. Tuve el raro privilegio hasta 1999, de que el mio fuera el único que no pasara por la imprenta de las cámaras legislativas. Sólo en el primer año de la "revolución bonita" corrió suerte semejante mi amigo Jorge Olavarría, quien hizo una veraz y premonitoria crítica de las desandanzas que amenazaban al país. Pero mi discurso fue publicado, es mas conoció tres ediciones simultaneas. El diputado Carlos Luna Cordovés, presidente de la Federación de Trabajadores de la Industria Gráfica, me lo pidió diciendo "... esto no va a pasar por debajo de la mesa, dame una copia y los compañeros del sindicato, con papel de desecho y en sus horas libres, van a imprimir 10.000 ejemplares" así lo hicieron, el diario Ultimas Noticias, uno de los de mayor circulación en el país, tituló a todo lo ancho de su primera plana "El discurso golpista de Coronil Hartmann" y lo publicó íntegro y mi "colega de infortunio" Jorge Olavarria, quien entonces dirigía "Resumen" la revista política mas prestigiosa de Venezuela en su momento, realizó, con excelente apoyo gráfico, otra publicación completa.
Muy lamentablemente ese texto sigue teniendo vigencia, de allí que lo haya mencionado con tanto énfasis, y haya decidido incluirlo, como material de apoyo, en "Para rescatar el porvenir".
La democracia civil, construyó, con los yerros y aciertos de toda acción de realizaciones concretas, entre 1959 y 1979, la mas significativa e importante obra de gobierno que haya conocido Venezuela, obra física y obra institucional. Es dolorosamente innegable que, en los segundos 20 de los calumniados y denostados "40 años" el impulso, la eficiencia y lo que es mucho más grave los valores éticos y morales fueron, por decirlo desapasionadamente, intermitentes o irregulares. La decadencia tiene fecha fija, se inició en 1979, el palurdismo político, el oportunismo, el compadrazgo y la inevitable corrupción que conlleva, crearon el caldo de cultivo que hizo posible el naufragio de 1998.
Una clase política había periclitado, ¿ Quienes pueden sucederla ?