Me permito reenviar el siguiente texto
del politólogo venezolano Laureano Márquez , reconocido humorista y
analista de este circo romano en el que se ha convertido Venezuela, en el que
se hace referencia al Pacto de Punto Fijo al cual, como bien hace Márquez,
debemos considerar como el hecho y documento político más importante después de
la Independencia. Creo que una de las grandes labores de la nueva Asamblea
Nacional y luego de la democracia venidera será el rescate de la memoria
histórica que ha sido desfigurada en su totalidaridad por la asqueante
hegemonía comunicacional del régimen que usurpa ilegalmente el poder en
Venezuela.
No hay mayor
comentario a este breve y muy ameno texto de Laureano.
Saludos,
RGR
¡Puntofijismo!
por Laureano Márquez
Una mala palabra recorre el la Asamblea Nacional: “puntofijismo”,
“puntofijista”. “Ha vuelto el puntofijismo”, dicen los partidarios del
oficialismo, anunciando el advenimiento de Satanás. La palabra se ha convertido
en un insulto, en una manera de descalificar. La gente ni siquiera sabe qué es
el pacto de Punto Fijo, por qué lleva ese nombre, dónde se firmo, quiénes lo
firmaron, pero nadie quiere ser tildado de “puntofijista”, nadie quiere ser tan
vil. Chávez dijo alguna vez que el “puntofijismo” era la maldad fundacional de
la también bautizada por él como IV República y bastó y sobró.
Después del Acta de Independencia el Pacto de Punto Fijo es el documento
político más importante que se ha firmado en el país. Fue un acuerdo para la
consolidación de la democracia luego de las diferentes dictaduras que padeció
el país. Venezuela no había conocido la democracia, ni el voto universal
directo y secreto (salvo con la elección de Rómulo Gallegos y antes de él,
Yolanda Leal, una miss que fue escogida también por el pueblo, así comenzó la
democratización de la belleza -toma nota, querido Osmel-). El país salía de 9
años de dictadura con asesinatos, torturas, cárceles y exilios. Los factores
políticos del momento: AD, COPEI y URD (el Partido Comunista no lo firmó) suscribieron
un acuerdo para la gobernabilidad del país, pensándolo más allá de sus egoísmos
personales y de las cuentas pendientes que todas estas fuerzas arrastraban del
pasado. Pensaron que era necesario hacer un sacrificio común, un pacto que
colocara a Venezuela y su democracia por encima de las ambiciones egoístas
porque se dieron cuenta que para gobernar un país, primero debe haber país que
gobernar y acuerdos sobre normas y principios. Es muy difícil reinar sobre
ruinas.
¿Qué encontramos en el Pacto de Punto Fijo? Expresiones
como: “inteligencia, mutuo respeto, cooperación, tregua política,
ponderación comprensiva, afirmación de la República, organización de la Nación
venezolana, libertad efectiva del sufragio, gobierno de unidad nacional, programa
mínimo común, espíritu de unidad, sinceridad política, equilibrio democrático,
honestidad administrativa, constitucionalidad estable, convivencia
interpartidista…”
Fue un momento muy lúcido que hizo de Venezuela una tierra de promisión y
esperanza por muchos años, amén de una de las pocas democracias estables del
continente. De este acuerdo, de las palabras que se asumieron con “sinceridad
política”, en cierta forma, venimos nosotros los que aún no habíamos nacido, de
la convicción de unos líderes que entendieron con torturas, persecuciones y
dolores, que solo los acuerdos hacen funcionar a las naciones.
¿No será que estamos necesitando con urgencia un nuevo Pacto de Punto Fijo,
con perdón de la mala palabra?
¿Serán capaces nuestros líderes de tener la grandeza suficiente para pensar
en el venezolano que esta en el vientre de la señora que esta mañana hizo
varias horas de cola en el mercado buscando desde ya pañales?
Venezolanito que vienes
al mundo te guarde Dios.
al mundo te guarde Dios.
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